Diferencia entre revisiones de «Sindicatos Libres»

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=== Lucha Sindical ===
[[Archivo:Unión Obrera 9-09-1922.jpg|thumb|izquierda|180px|Portada de ''Unión Obrera'', órgano oficial de la Unión de Sindicatos Libres (1922)]]
En el año 1919 la violencia en Barcelona alcanzó cotas muy elevadas. El origen de la verdadera oleada de asesinatos estaría en los hechos que siguieron a la huelga de la compañía “La Canadiense”. El paro, secundado por la CNT, fue extendiéndose hasta convertirse en una verdadera huelga general que paralizó durante más de un mes la industria barcelonesa. Los empresarios y sectores conservadores reaccionaron y solicitaron la ayuda del Estado.
La patronal optó, frente a la negociación, por la coerción, especialmente sobre los militantes de la CNT pero, también, a través de los lockouts, es decir, los cierres de las fábricas que dejaban a la plantilla sin trabajo y sin ingresos. La tercera medida se refiere al objeto de este artículo. Un sector de los empresarios presionó para que se creara un sindicato que hiciera frente a los anarquistas, cada vez más numerosos.[[Archivo:Unión Obrera 9-09-1922.jpg|thumb|izquierda|180px|Portada de ''Unión Obrera'', órgano oficial de la Unión de Sindicatos Libres (1922)]]
El Sindicato Libre significó una reacción contra el Sindicato Único (CNT) surgida entre elementos carlistas de Barcelona. El carlismo contaba con una veintena de círculos en Barcelona, con un ochenta por ciento de afiliados obreros. Por sus ideas y su tradición guerrera, los tradicionalistas estaban resueltos a jugárselo todo por «la Causa».{{Sfn|del Castillo|1958|p=108}}
 
SurgieronSe porsuele iniciativarecurrir dela partidola jaimistainiciativa ygubernamental para conexplicar el apoyonacimiento del EstadoSindicato yLibre. porSin tanto del gobierno conembargo, la significación y fuerza del carlismo catalán y aunqueel hecho de que el gobernador civil de Barcelona, González Rotwos, se negase a autorizar oficialmente el funcionamiento del Sindicato Libre., no sugieren esta hipótesis.{{Sfn|del Castillo|1958|p=108}} Aunque en la Barcelona de 1917 a 1919 el pistolerismo anarquista estaba a la orden del día, el gobierno liberal del [[Conde de Romanones]] trataba de negociar con los anarco-sindicalistas el cese del terrorismo y las grandes huelgas.{{Sfn|del Castillo|1958|p=108}}
 
La situación del Sindicato Libre respecto a la UGT, a los sindicatos católicos, a la Patronal y al Gobierno es posterior. En sus inicios, bajo la autoridad provincial del [[condado de Salvatierra|conde de Salvatierra]], actuó como una fuerza de choque, dispuesta a batirse con el Sindicato Único, a emplear métodos violentos contra la violencia anarquista.<ref>''Cambó: 1876-1947'' Jesus Pabon Suarez De Urbina, Carlos Seco Serrano. Publicado por Editorial Alpha, 1999 Pag. 702 ISBN 84-7225-740-1, 9788472257405</ref>
 
El Sindicato Libre pronto cobró personalidad propia al enfrentarse al rival cenetista y hacer frente también en escasas ocasiones a la Patronal cuando quiso subordinarlo a sus intereses. De 1919 a 1921, el naciente sindicato fue promocionado por los empresarios en su labor de dividir al proletariado barcelonés. Sin embargo, los "Libres" manifestaron en teoría que su política iba en defensa estricta de los derechos profesionales del obrero, y que no se iban a plegar a los intereses de los empresarios, como había pasado con algunos sindicatos profesionales y católicos, que habían nacido por el patrocinio de algunos notables conservadores y se sentían obligados a defender el orden constituido.{{cr}}[[Archivo:Presidentes de los Sindicatos Libres.jpg|thumb|Presidentes de los Sindicatos Libres de Barcelona (1922)]]Este punto de vista diverso impidió unas relaciones amistosas con los sindicatos confesionales que estaban controlados por magnates conservadores. No obstante, los católicos-libres fundados por los dominicos habían mantenido una postura más combativa en los intereses obreros, y mantenían un buen diálogo con los carlistas. Estos sindicatos tenían casi su única fuerza en la región vasco-navarra, por lo que la simbiosis carlista y sindicalista se daba en muchas zonas como [[Azpeitia]]. Esta amistad se prolongaría de tal modo, que en 1924, en el congreso de Pamplona, la ''Federación de Sindicatos Libres del Norte'', de los dominicos [[José Gafo]] y [[Pedro Gerard]], decidió fusionarse con la ''Corporación General de Trabajadores-Unión de Sindicatos Libres'' de Cataluña y crear la ''Confederación Nacional de Sindicatos Libres de España'',{{Sfn|del Castillo|1958|p=111}} cuya fuerza estaba en [[Cataluña]] y en el [[País Vasco]] y [[Navarra]], curiosamente parte de la misma geografía política del tradicionalismo.<ref name=ref_duplicada_1> [http://www.arbil.org/(30)sind.htm ''Los sindicatos libres, un obrerismo nacido en la tradición'']</ref>{{fuente cuestionable}}
Durante el [[Directorio Militar de Primo de Rivera]], el [[Partido Socialista Obrero Español|socialismo]], alimentado en los organismos oficiales de la Dictadura, impidió que los Sindicatos Libres pudieran organizarse nacionalmente para crear una auténtica fuerza profesional única en toda España. A pesar de ello, se extendió a nuevas regiones, creando federaciones y sindicatos en [[Provincia de Madrid|Madrid]], [[Provincia de Granada|Granada]], [[Región Valenciana|Valencia]] y [[Aragón]]. En 1925 celebró un Congreso Nacional en Barcelona y en 1927 otro en Madrid.{{Sfn|del Castillo|1958|p=112}}
 
Los sindicatos libres fueron acusados de amarillistas, es decir, de actuar como agentes de la patronal y eso es lo que fueron. Esta acusación se basaba en el hecho de que muchos de los pistoleros a sueldo que participaron en los asesinatos de líderes sindicales y de trabajadores salieron de su seno. En la Barcelona de principios de los años veinte se desató una verdadera guerra entre los anarconsindicalistas y los sindicatos libres y los pistoleros.
 
Tras la destitución del [[Miguel Primo de Rivera|General Primo de Rivera]] en enero de 1930, los Sindicatos Libres fueron acosados por fuerzas revolucionarias mediante mítines y campañas de difamación en la prensa, que no quedaron sin respuesta. Los sindicalistas libres de Cataluña, que hasta entonces empleado el semanario ''Unión Obrera'', órgano oficial de la corporación, y varias revistas, adquirieron la propiedad del diario ''La Razón'', pero su radio de expansión era menor. Al [[Proclamación de la Segunda República Española|proclamarse la Segunda República]], la organización fue prohibida y disuelta.{{Sfn|del Castillo|1958|p=113}}
 
=== Pistolerismo ===
{{AP|Pistolerismo}}