Diferencia entre revisiones de «Gentrificación»

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El geógrafo David Ley, profesor de geografía en la [[Universidad de la Columbia Británica]] ([[Canadá]]), presentó en 1978 el documento "Inner city resurgence units societal context" donde establece una teoría basada en la demanda. De esta forma la Gentrificación sería consecuencia de la reestructuración económica, socio-cultural y demográfica del espacio urbano. Los cambios en la estructura económica del capitalismo dan lugar a un nuevo grupo social auspiciado por el aumento de la importancia del sector servicios y de los trabajadores técnicos y o de cuello blanco con un mayor poder adquisitivo que la clásica clase obrera. Éste sería el sujeto, que podría materializarse en una nueva clase social, que puja por los espacios residenciales céntricos. La tendencia dentro de la investigación que establece Ley, basada principalmente en el consumo, tiene su principal debilidad en la poca importancia que se le da al papel de la oferta y de los promotores. La oferta sería en este caso una consecuencia directa de una demanda preexistente.
 
Como respuesta a las propuestas de Ley surge otro enfoque conceptual propuesto por el también geógrafo Neil Smith, profesor y catedrático de geografía en la Rutgers University de New Brunswick ([[Nueva Jersey]]). Smith centra su atención en la producción del espacio gentrificable, despreciando el consumo como motor del proceso. Este autor defiende que el establecimiento de una teoría sobre la gentrificación debe incluir el estudio de la demanda y de la oferta, pero otorga prioridad a la oferta en su explicación, de modo que los factores económicos estructurales son los preponderantes. Los agentes que ejercen como motor de la gentrificación son aquellos con capacidad de influir en el mercado inmobiliario, instituciones de crédito, grandes promotores, etc. El punto central de la teoría de Smith reside en el «''rent- gap»'' o «diferencia potencial del beneficio» obtenible mediante un uso más lucrativo del suelo. Este enfoque se inscribe dentro de la llamada teoría del ciclo de vida de los barrios, según la cual éstos experimentan las fases de crecimiento, declive y revitalización o renovación potenciales.<ref> Smith, Neil (1979)'' «Toward a theory of gentrification: a back to the city movement by capital, not people'' en el ''Journal of the American Planning Association'' vol. 45 pp-. 538-548. </ref>
 
Algunos estudiosos han venido a calificar el proceso de gentrificación como un fenómeno diverso y caótico, difícil de acotar<ref> Smith, Neil, capítulo n.3 ''The chaos and complexity of Gentrification''.</ref> y que puede tomar y ha tomado muchas formas. El barrio obrero puede transformarse en un barrio de clase alta, pero también en un barrio de clase media asociado a colectivos de gran significación cultural, con predominio de elementos de expresión artística, locales comerciales donde prima el diseño y ambiente bohemio. El barrio histórico degradado puede transformarse en un barrio histórico centrada su rehabilitación en su uso como reclamo turístico e incentivador, además del sector inmobiliario, de la hostelería y el comercio asociado al turismo. Por otro lado tenemos el caso de la vieja zona industrial obrera que ha quedado anclada en el centro de la ciudad, con actividades productivas marginales y numerosos locales en estado de abandono que pasa a convertirse en zona residencial de clase alta.
 
Estos tipos de gentrificación pueden aparecer de hecho combinados, sin embargo el autor de este texto cree que la separación no es real. En todos los casos a los que nos referimos como fenómeno de gentrificación, aunque haya presencia de antiguas industrias o un notable valor histórico del conjunto, el factor fundamental y común del proceso es la existencia de una población humilde desplazada por otra con un mayor nivel de renta, es decir, una invasión del espacio por parte de clases medias-altas y la sustitución de la población y en gran medida del caserío original, así como una revalorización de un suelo desvalorizado con anterioridad.
 
El carácter histórico y la presencia de industria están indisolublemente asociados a los barrios obreros industriales desarrollados en las ciudades modernas entre el XIX y principios del XX, en el caso de [[Sevilla]] a partir de las dos últimas décadas del siglo XIX. Barrios obreros que en un momento dado dejan de cumplir su función y van siendo abandonados y degradados. La gentrificación en estos casos supone el paso de la ciudad como soporte de la actividad productiva, a la ciudad como producción, como mercancía. Esta ciudad-mercancía responde en gran medida a la explotación turística, mediante el uso de la arquitectura, el patrimonio histórico, el diseño, el arte, etc. Es la economía urbana en auge, post-modernaposmoderna y centrada en el sector financiero y de servicios, que encuentra como protagonista a una clase media con elevado nivel cultural y suficiente nivel de ingresos.
 
Se trata por tanto de una sustitución de población y de actividad, de una población y actividad productiva en franco retroceso por otra en auge. El factor que les hace competir por el espacio es la situación de la población y la actividad en retroceso en un espacio céntrico de interés, de donde se pueden extraer grandes plusvalías a través de su puesta en valor.
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== Etapas de la gentrificación ==
 
Concebimos el proceso de gentrificación con base en tres fases dentro del ciclo de vida de un sector urbano. Este ciclo de vida es el que han llevado los barrios industriales tradicionales de ciudades occidentales que se encuentran en desarrollo y expansión en el periodo [[posfordismo|posfordista]]. Algunos investigadores como M. Pacione o P. A. Redfern sitúan como primera etapa dentro del ciclo vital del barrio gentrificado una etapa de carácter preindustrial, en la que al no existir una segregación social del espacio el sector en cuestión estaría habitado tanto por clases altas, como por clases bajas precapitalistas (artesanos, servidumbre, etc.). Si bien esto se ajusta a la realidad de muchos casos, hemos considerado esta etapa como despreciable a la hora de establecer una teoría sobre la gentrificación, dado que un sector urbano gentrificable no ha tenido por que existir en la etapa preindustrial de la ciudad. Muchas de las villas obreras de cualquier ciudad industrial nacen como consecuencia de la industrialización que provoca el crecimiento de la ciudad y la aparición de la clase obrera, por lo tanto en ningún momento han sido pobladas por clases altas, otras son arrabales extramuros donde nunca se han establecido burguesía o nobleza.
 
Los autores citados se refieren a enclaves obreros, preferentemente los situados en las ciudades intramuros, que han sido habitados por clases altas en convivencia con otras clases incluso durante la consolidación de la zona como enclave obrero. El abandono del sector por parte de estas clases altas para desplazarse a los ensanches de la ciudad o a nuevos desarrollos de la misma más modernos, ha sido a menudo señalado como el inicio de la fase de abandono y desvalorización del barrio gentrificado. Esto puede ser cierto en algunos casos y cuestionable en otros, ya que consideramos que el abandono es producto del desplazamiento del capital inmobiliario hacia sectores nuevos de la ciudad, y no la consecuencia de las decisiones individuales de los burgueses. Esta hipótesis vendría apoyada por el hecho anteriormente descrito de que no todos los sectores gentrificables hayan tenido que acoger a las clases altas con carácter previo a su configuración obrera. En estos casos la salida de las clases altas del sector no sería sino la salida de los capitales inmobiliarios de los burgueses propietarios de edificios, sin que estos tengan que vivir necesariamente en la zona en cuestión.
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La industrialización supone la atracción de grandes bolsas de inmigración provenientes de zonas rurales. De forma lógica los nuevos pobladores que vienen a trabajar en las industrias, situadas en el centro de la ciudad y en las zonas portuarias, se establecen en torno a éstas buscando la proximidad con el lugar de trabajo.
 
La industrialización tiene consecuencias también para las clases propietarias, dado que cambia el medio urbano en el que están habituadas a vivir. Por una parte la industrialización de las ciudades deteriora el medio ambiente, las masifica, crea problemas de insalubridad, etc., además la multiplicación de la clase obrera en estas zonas crea un efecto rechazo para burgueses y nobles. Por otro lado la revolución de los transportes (trenes, tranvías,…) permite en las ciudades modernas la expansión de la población privilegiada hacia la periferia, hacia la zona suburbana. La zona suburbana supone para la burguesía grandes espacios y tranquilidad, frente a la masificación y la insalubridad del centro moderno. Esto establece un modelo de división social espacial con la clase trabajadora en torno al centro de la ciudad y las clases altas en la zona suburbana. Por otro lado, en las ciudades modernas, comienzan a desarrollares fuertes fenómenos especulativos conforme la presión de la inmigración obrera y la demanda de alojamientos crece, la especulación y producción de la mercancía vivienda en las ciudades se convierte en un importante factor de acumulación del capital.<ref>Capel, H. (1983): ''Capitalismo y morfología urbana en España'', Barcelona, Ed. Amelia Romero. p. 20. </ref>
 
El barrio obrero da lugar a un urbanismo y a una serie de relaciones sociales propias. Tipologías de vivienda, talleres, comercios y costumbres diferenciadas de los barrios burgueses. Algunas de sus características más importantes para el tema que nos ocupa es precisamente el tipo de vivienda, predominando en las ciudades andaluzas las viviendas colectivas en régimen de alquiler.
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==== Abandono ====
 
La segunda fase es la descapitalización y abandono del sector. Siguiendo a Smith , para la aparición de la «diferencia potencial de renta» que va a permitir las grandes plusvalías que produce la gentrificación y que son el principal motor del proceso, es necesario que exista una etapa de descapitalización y desvalorización de la zona que permita grandes diferencias entre el valor del suelo del sector degradado y el valor potencial que por su ubicación podría tener.
 
Si el sector no sufriese una desvalorización y la puesta en valor del mismo se produjera de forma gradual, dentro de un contexto histórico diferente, la sustitución de la población no se produciría en tan alto grado ni en períodos tan reducidos.
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Esta desvalorización puede encontrar diferentes explicaciones. La principal de ellas es la descapitalización de la zona, tanto del mercado inmobiliario como de la producción industrial si la hubiese. A lo largo de un período que puede variar según el caso, el capital inmobiliario se desplaza desde el centro de la ciudad hacia los ensanches primero, hacia nuevos desarrollos de la ciudad y hacia la urbanización de carácter suburbano posteriormente. Los tiempos y los tipos de ciudad producidas por el desplazamiento de este capital inmobiliario pueden variar según la ciudad, pero tienen en común la pérdida de interés de los viejos barrios industriales y el redireccionamiento de la inversión hacia el crecimiento de la ciudad.
 
A menudo se ha relacionado directamente la capitalización para la urbanización suburbana, con la descapitalización de los viejos centros industriales. Esto podría ser más adecuado a la realidad en el mundo anglosajón. En las ciudades españolas se habría dirigido primero la inversión a ensanches de diferente carácter, hacia el crecimiento mediante bloques de pisos de diferente calidad y finalmente al desarrollo de la urbanización propiamente suburbana en el caso de las clases altas.<ref> Capel, H.(1983):'' Capitalismo y morfología urbana en España'', Barcelona, Ed. Amelia Romero.</ref> También tenemos que tener en cuenta la importancia del capital privado en el desarrollo de las grandes extensiones de polígonos y bloques que para las clases obreras se edifican a partir de los años cincuenta.
 
La desinversión hará referencia al capital privado, dado que el capital público, y dependiendo por supuesto de las distintas administraciones, o no habrá realizado grandes inversiones en una zona de este tipo, o estas desaparecerán de forma paralela a la desinversión privada.
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Por último la degradación de la vivienda fruto de la desinversión provocará un efecto de rechazo sobre los habitantes del barrio, que si tienen disponibilidad económica tenderán a desplazarse a otras áreas de la ciudad. A medida que el deterioro del caserío avance, la ruina de este acabará expulsando de forma irremediable a un cierto número de vecinos del sector, a partir de este momento el caserío estará disponible para ser gentrificado.
 
A medida que avanza la decadencia del barrio obrero es común que se introduzcan elementos desclasados en la zona atraídos por las bajas rentas de suelo. Estos elementos desclasados pueden introducirse a lo largo de todo el proceso, aunque principalmente en esta fase, siempre que exista una porción del caserío degradado y que los propietarios estén dispuestos a alquilarlo (Ma Alba Sargatal, sobre El Raval de Barcelona o León Vela sobre el sector San Luis - [[Alameda de Hércules]] en Sevilla). Estos elementos podrían o bien tener poco efecto sobre el proceso, o bien, en el caso de elementos marginales del lumpen, contribuir al abandono del barrio aumentando el efecto de rechazo sobre otros pobladores.
 
Cuando el deterioro de un edificio o de toda un área es suficientemente importante, se llega al punto en que la diferencia entre el beneficio obtenido de la explotación del suelo y el que se podría obtener potencialmente con un uso óptimo -a—a través de la inversión-inversión— es tan amplia que hace posible la gentrificación. Ésta la ”diferencia potencial de renta” de Smith y supone la generación de grandes rentas.
 
==== Revalorización ====