Diferencia entre revisiones de «Borburata»

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El 7 de septiembre de 1561 el rebelde [[Lope de Aguirre]] atracó en este puerto proveniente de la [[isla de Margarita]]. Los vecinos habían huido previamente de la zona al conocer de los desmanes cometidos por sus marañones del Perú. Tras un par de días, Lope de Aguirre continuaría hacia Nueva Valencia del Rey.
 
El 3 de abril de 1565 llegó el corsario y negrero inglés Sir [[John Hawkins]], favorito de la reina [[Isabel I de Inglaterra|Isabel I]], inicia en Borburata el [[comercio triangular]] de esclavos africanos en la costa norte de Sud América. Después de prolongadas negociaciones y de haber amenazado con destruir el sitio si no se le permitía vender su cargo, los vecinos le dieron licencia de venta. Durante las siguientes semanas Hawkins estuvo vendiendo más de ciento cuarenta esclavos africanos y productos europeos. El 3 de mayo al anocher Hawkins abandonó el puerto. En ese momento un grupo de indígenas atacó a los españoles, pero como estos estaban en vigilancia por la llegada de los ingleses, consiguieron rechazarlos con facilidad.<ref>Hazlewood, Nick (2005): The Queen's Slave Trader: John Hawkyns, Elizabeth I, and the Trafficking in Human Souls. Harper Perennial. ISBN 978-0060935696. Pág 112-121</ref>
 
En 1566 el pirata John Lowell, socio de Hawkins, llegó a Borburata junto al pirata [[:en:Jean Bontemps|Jean Bontemps]] con esclavos que habían robado de los portugueses en ataques a los barcos de estos entre [[Cabo Verde]] y la costa africana. Los vecinos de Borburata inicialmente resistieron a comprar más esclavos puesto que temían ser castigados por Madrid: la visita anterior había significado la violación de las leyes de no comerciar con fuerzas extranjeras y había contribuido a la destitución del gobernador [[Alonso Bernáldez de Quirós|Alonso Bernaldez]]. Lowel y Bontemps invitaron a un grupo de vecinos de Borburata a sus barcos, los encerraron allí y tomaron 1500 pesos de dos visitantes de [[Nuevo Reino de Granada|Nueva Granada]] y les dieron a cambio veintiséis esclavos. Cuando los vecinos volvieron a tierra, los lugareños no creyeron a los neogranadinos que les habían robado el dinero, sino que este era el pago por los esclavos. En consecuencia, los incautaron.