Diferencia entre revisiones de «José María Paz»

Contenido eliminado Contenido añadido
m PR:CW: Categorías: Con espacio
Solvete (discusión · contribs.)
Línea 55:
Paz, en sus escritos (especialmente en sus ''Memorias''), relata cómo no podía creer que simples [[estancia|estancieros]] devenidos en [[caudillo]]s pudiesen declarar guerras o hacer batallas contra un [[gobierno central]] constituido, con el apoyo de la población. Consideraba que en el Interior y en el [[Litoral argentino|Litoral]], a diferencia de Buenos Aires, que había sido profundamente influenciada por las ideas emanadas de la [[Revolución francesa]], la estructura colonial estaba aún vigente, sólo que en ese período existían [[caudillo]]s como Bustos, [[Facundo Quiroga|Quiroga]], [[Estanislao López|López]], [[José Félix Aldao|Aldao]] e [[Juan Felipe Ibarra|Ibarra]], que podían hacer frente a un ejército constituido y derrotarlo. Estos caudillos representaban ―en su opinión― al sistema totalitario.
 
El general Paz se puso en marcha contra su excamarada Bustos, avanzando sobre Córdoba con una fuerza aproximada de 800 veteranos de la [[Guerra del Brasil]], 80 artilleros y 90 reclutas , y de la derrota unitaria de [[batalla de Puente de Márquez|Puente de Márquez]]. Bustos se retiró al valle de San Roque (actual [[Lago San Roque]]), donde, tras varios días de negociaciones, fue derrotado por Paz el 22 de abril de [[1829]] en la [[batalla de San Roque]]. Paz asumió como gobernador delegado por Bustos, pero Bustos pidió ayuda a [[Facundo Quiroga]], quien acudió en su auxilio. Sin embargo, estos fueron derrotados en la [[batalla de La Tablada]] los días [[22 de junio|22]] y [[23 de junio]] de [[1829]]; las dotes especiales de [[táctica|táctico]] y [[Estrategia militar|estratega]] de Paz fueron contrapuestas exitosamente al modo de combate desordenado de los caudillos.
 
Después de la batalla, sus oficiales fusilaron a varios oficiales prisioneros. Luego de su victoria contra Quiroga, Paz organizó una formidable operación «tenaza» sobre las serranías cordobesas, donde los jefes federales se negaban a reconocerlo como gobernador. La exitosa campaña estuvo al mando de [[Juan Esteban Pedernera]] y [[Juan Pascual Pringles]], y se cometieron toda clase de excesos y atropellos. Algunos autores mencionaron hasta dos mil quinientos muertos.