Secretina

proteína encontrada en Homo sapiens

La secretina es una hormona gastrointestinal. Su descubrimiento en 1903 por Ernest Starling y William Bayliss condujo a la acuñación del término «hormona» para designar a aquellas sustancias que son secretadas a la sangre y actúan sobre órganos alejados. La secretina, por tanto, se considera la primera hormona descubierta.[1]

Secretina
Estructuras disponibles
PDB Buscar ortólogos: PDBe, RCSB
Identificadores
Símbolo SCT (HGNC: 10607)
Identificadores
externos
Locus Cr. 11 p15.5a
Ortólogos
Especies
Humano Ratón
Entrez
6343 20287
Ensembl
Véase HS Véase MM
UniProt
P09683 Q08535
RefSeq
(ARNm)
NM_021920 NM_011328
RefSeq
(proteína) NCBI
NP_068739 NP_035458
Ubicación (UCSC)
Cr. 11:
0.63 – 0.63 Mb
Cr. 7:
141.28 – 141.28 Mb
PubMed (Búsqueda)
[1]


[2]

Estructura editar

La secretina es sintetizada dentro de una proteína precursora de 120 aminoácidos, llamada prosecretina. La prosecretina contiene un péptido N-terminal, un espaciador, la secretina (residuos 28–54) y un péptido de 72 aminoácidos en el extremo C-terminal.
La secuencia de aminoácidos de la hormona secretina es:

H–His-Ser-Asp-Gly-Thr-Phe-Thr-Ser-Glu-Leu-Ser-Arg-Leu-Arg-Asp-Ser-Ala-Arg-Leu-Gln-Arg-Leu-Leu-Gln-Gly-Leu-Val–NH2

Se produce en las células S, presentes en la mucosa del duodeno, el yeyuno proximal y el íleon, aunque también se encuentran en el cerebro.

En su liberación influyen varios factores: el grado de acidificación del quimo que llega al duodeno (pH de 4,5 o inferior), la presencia de productos proteícos y la cantidad de ácidos en la mucosa.

Se excreta a través del riñón.[2]

Efectos editar

Sus acciones son puramente exocrinas.[2]​ La secretina hace que el páncreas segregue un jugo digestivo rico en bicarbonato y bajo en enzimas. Este estimula al estómago para que produzca pepsinógeno, que es un zimogeno precursor de la pepsina y al hígado para que produzca la secreción de la bilis con más agua y bicarbonato.

La mayoría de agentes que estimulan la secreción de ácido gástrico estimulan también la secreción de pepsinógeno, no sucede esto con la secretina, que inhibe la secreción ácida, pero estimula la secretación de pepsinógeno.

La secretina también se emplea con fines clínicos, como puede ser la valoración de procesos inflamatorios pancreáticos durante la ultrasonografía o la resonancia magnética.[2]

Referencias editar

  1. Zárate, A; Saucedo, R (2005 Sep-Oct). «On the centennial of hormones. A tribute to Ernest H. Starling and William M. Bayliss». Gac Med Mex 141 (5): 437-9. PMID 16353891. 
  2. a b c Piñol Jiménez, F; Paniagua Estévez, M; Salvador Prato, JC; Arciniegas Avila, DF. Hormonas - neuropéptidos gastrointestinales. Archivado desde el original el 17 de abril de 2012.