El té blanco (en chino, 白茶; pinyin, báichá), original de China, es un mínimamente procesado. El té blanco viene de delicadas yemas y hojas jóvenes de la planta Camellia sinensis, proveniente de la provincia china de Fujian.[1]​ Estas yemas y hojas se dejan marchitar ligeramente en primer lugar, después se secan a los rayos del sol y son ligeramente procesadas para prevenir la oxidación. Esto preserva las características de su sabor.

Hojas de té blanco Bai Hao Yinzhen.

A pesar de su nombre, el té blanco elaborado es de color amarillo pálido. Su nombre deriva de los finos pelos de color blanco plateado en los brotes sin abrir de la planta del té, que le dan a la planta un aspecto blanquecino.[2]

Actualmente no existe una definición generalmente aceptada de té blanco y muy poco acuerdo internacional; algunas fuentes usan el término para referirse al té que simplemente se seca sin procesamiento adicional.[3]​ Sin embargo, la mayoría de las definiciones coinciden en que el té blanco no se enrolla ni se oxida, lo que da como resultado un sabor caracterizado como "más ligero" que la mayoría de los tés negros o tradicionales.[4]

Historia editar

El té blanco se originó en China; sin embargo, la historia del té blanco es controvertida y complicada. Encontrar una cita adecuada no es tarea fácil cuando se trata de tés chinos porque el conocimiento es en general transmitido de forma oral. Estudiosos y mercaderes generalmente divergen sobre cuando empezó la producción de té blanco (como es conocido actualmente en China). Lo que se sabe es que lo que se conoce hoy como té blanco fue creado en las últimas dos centurias. El té blanco apareció por primera vez en una publicación Inglesa en 1876, donde se lo categorizó como un té negro porque no es cocido inicialmente como el té verde, para desactivar las enzimas y los microbios. Pero es sabido que para esta época Hanson solo identificaba, entre té negro y verde.

Cuando trabajamos libremente con las fuentes, se habla de que el té blanco es uno de los más viejos tipos de té por varias razones, a pesar de que los universitarios chinos apuntan en informes que el té más antiguo es el té conocido como "té rojo" y el té blanco es conspicuamente sacado del diálogo. Existen historias que parecen referir al té "blanco" como el preferido de la realeza China, y fue producido por primera vez durante la Dinastía Tang (618‒907 D.C.). Por algún tiempo, solo el emperador y sus intermediarios tuvieron acceso a esta bebida rara y costosa. De todos modos, este té "blanco" se producía de manera diferente al té de hoy. Ahora las hojas son comprimidas en prensados. Para 1200 D.C., alrededor de la Dinastía Song, las hojas y bulbos color blanco plata eran cocidos al vapor, secados, y molidos. Otra historia discute el modo de cosecha, en el que se dice que los bulbos son vírgenes y no deben ser aplastados por los dedos cuando son recolectados. Esta historia no se refiere al procesamiento del té blanco en si, sino a recolectar los bulbos sin dañarlos, ya que estos pueden ser usados para hacer seis tipos de té diferentes.

Hoy en día el té blanco se ha vuelto más accesible, también vendido como Pekoe punta de plata, como nombre tradicional, o designado bajo el nombre de Blanco de China y Blanco de Fujian.[1]

Contenidos editar

Porque el té blanco proviene de la planta Camellia sinensis, contiene polifenoles naturales, un fitonutriente que se piensa es responsable de los beneficios a la salud que produce el té.[5]

Catequinas editar

El té blanco contiene grandes cantidades de catequinas.[6]​ Este compuesto puede disminuir las placas arteroesclerósicas, reducir el riesgo de un accidente cerebrovascular, una insuficiencia cardíaca, la diabetes y la protección de la piel por un daño causado con radiación ultravioleta.[cita requerida]

Producción editar

La producción de té blanco es simple comparada con la manufacturación de otros tés. El proceso principal en la producción de té blanco es la siguiente:

Hoja fresca de té → Marchitado → Secado (con aire, al sol o mecánico) → Té blanco[7]

El té blanco pertenece al grupo de tés que no requiere paneo, rotación o sacudidas. Por consiguiente, producirlo ahorra muchas horas y trabajo. Sin embargo, la selección del material para el té blanco es extremadamente rigurosa; solo el desplume de hojas jóvenes con muchas vellosidades plateado-blanco puede producir un té blanco de calidad con muchos pekoe.[7]

Salud editar

 
Los visibles pelillos blancos es una característica única del té Bai Hao Yinzhen.

Como el té negro y el té verde, el té blanco también deriva de la planta Camellia sinensis. Debido a esto, el té blanco comparte muchas de las mismas propiedades químicas y efectos a la salud del té. La particular cantidad de compuestos polifenolicos presentes en las variedades de té, desde un tipo de té blanco a otro, frecuentemente se superponen con los encontrados en el té verde. Esto se debe a la variación entre las cepas de Camellia sinensis, y también al proceso de preparación de la misma.[8]​ Se ha demostrado que estos compuestos protegen al cuerpo contra ciertos tipos de cáncer in vitro e in vivo.[9]

Mejora la función cardiovascular

Las catequinas, un grupo de Polifenoles Antioxidantes encontrados en el té blanco, se ha probado que reducen el colesterol, reducen la presión sanguínea, y mejoran las funciones de venas y arterias, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares.[10]

Antibacterianas y antivirales

El té blanco ha mostrado protección de animales contra ciertas bacterias patógenas, como la Salmonella tryphimurium.[11]​ Los antioxidantes presentes en el té blanco pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunitario, particularmente en animales y humanos inmunocomprometidos.[12]

Estudios editar

Un estudio de 1984 de la Pace University reveló que el extracto de té blanco puede ayudar a disminuir o ralentizar el crecimiento de virus y bacterias, reduciendo la incidencia en infecciones con el estafilococo y el estreptococo, la neumonía, el crecimiento de hongos, la placa dental, e incluso el cáncer.

Enlaces externos editar

Notas editar

  1. a b Chow, 1990, p. 142
  2. Rau, 2004, p. 129
  3. «Copia archivada». Archivado desde el original el 12 de agosto de 2018. Consultado el 21 de marzo de 2019. 
  4. https://lpi.oregonstate.edu/mic/food-beverages/tea
  5. Dulloo, A. G.; Seydoux, J.; Girardier, L.; Chantre, P.; Vandermander, J. (2000). «Green tea and thermogenesis: Interactions between catechin-polyphenols, caffeine and sympathetic activity». International journal of obesity and related metabolic disorders : journal of the International Association for the Study of Obesity 24 (2): 252-258. PMID 10702779. 
  6. Alvarado, Hector. «Todo sobre el té blanco y donde puedes comprarlo». Consultado el 9 de julio de 2019. 
  7. a b Hui, 2004, p. 961
  8. Kennelly, E. J., Unachukwu, U. J.; Ahmed, S., Kavalier, A., Lyles, J. T. (2010). «White and green teas (Camellia sinensis var. sinensis): variation in phenolic, methylxanthine, and antioxidant profiles.». Journal of Food Science 75: C541-C548. PMID 20722909. 
  9. Serio, K. J., Mao, J. T.; Nie, W. X., Tsu, I. H., Jin Y. S., Rao, J. Y., Lu, Q. Y., Zhang, Z. F., Go, V. L. (2010). «White tea extract induces apoptosis in non-small cell lung cancer cells: the role of peroxisome proliferator-activated receptor-{gamma} and 15-lipoxygenases.». Cancer Prevention Research 3: 1132-1140. PMID 20668019. 
  10. Huff, M. W., Mulvihill, E. E. (2010). «Antiatherogenic properties of flavonoids: implications for cardiovascular health..». Canadian Journal of Cardiology 26: 17A-21A. PMID 20386755. 
  11. Dastidar, S. G., Bandyopadhyay, D.; Chatterjee, T. K., Dasgupta, A., Lourduraja, J. (2005). «In vitro and in vivo antimicrobial action of tea: the commonest beverage of Asia.». Biological & Pharmaceutical Bulletin 28: 2125-2127. PMID 16272702. 
  12. De la Fuente, M., Baeza, I.; De Castro, N. M., Arranz, L. (2010). «Soybean and green tea polyphenols improve immune function and redox status in very old ovariectomized mice.». Rejuvenation Research 13: 665-674. PMID 20818935. 

Referencias editar