Estructura agraria

La estructura agraria es la forma en que están organizados y como interactúan entre sí los diversos factores que participan de las actividades agrarias.[1]

Una serie de factores coadyuvan en el desenvolvimiento del agro, incluyendo la tierra sus características y su propiedad, agua, clima y capital, aspectos legales y normativos tales como leyes y contratos, son determinantes para darle dinamismo a la estructura.

Organización editar

La estructura agraria se organiza en tres aspectos básicos:[2]

  • Esquema de propiedad de la tierra: el mismo determina la forma en que está dividida la propiedad de la tierra, que posee un efecto muy importante en la disponibilidad y accesibilidad de los recursos a los que puede acceder la explotación agraria, y en como se vuelca el beneficio que la misma produce.
  • Esquema económico y productivo: el mismo comprende abarca los recursos disponibles, las características del suelo y el acceso a agua de riego, la realidad socioeconómica de los agricultores y como es que se pueden aunar para permitir implementar la producción. Estos parámetros son importantes en cuanto definen quiénes producen, qué y cómo producen, y para quiénes.
  • Estructura social: la misma comprende a los diversos estamentos sociales, tanto particulares, como empresariales o colectivos y las diversas formas mediante las cuales interactúan y cooperan.

Por otra parte estos tres elementos son influidos por las acciones que toman los Estados a través de leyes, regulaciones y políticas sectoriales y las agendas que impulsan las organizaciones no gubernamentales.

Referencias editar

  1. Coscia, Adolfo A. 1976. Economía Agraria. Editorial Hemisferio Sur. Buenos Aires. 270 pp.
  2. La estructura agraria en América Latina Un modelo de análisis. Jorge Dandler, A. Eugene Havens, Carlos Samaniego y Bernardo Sorj. Revista Mexicana de Sociología. Vol. 38, No. 1 (Jan. - Mar., 1976), pp. 29-50