Faustino Goico-Aguirre

Faustino Goicoechea Aguirre (Oviedo, 9 de enero[1]​ de 1906 - Madrid, 27 de julio de 1987[2][3][4]​) fue un pintor, escultor e ilustrador español.

Biografía editar

Se inició en el arte bajo el magisterio de Víctor Hevia Granda en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo. Siendo muy joven (con 16 años), ganó por concurso-oposición una beca para seguir estudiando en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde tras sus estudios obtuvo el título de profesor de Dibujo.[2][1]

En 1926 participa en una exposición colectiva de Artistas Asturianos, organizada por el Ateneo Obrero de Gijón.[2][1]

En 1929 la Diputación de Oviedo le concedió una beca para ampliar estudios en Roma, donde pasó un año formándose en el estudio y conocimiento de los clásicos, lo cual le permitió forjar un estilo propio.[2][3][1]​ Al regresar de Italia, llevó a cabo una exposición en el Ateneo Popular de Oviedo, con el material que trajo, que tuvo mucho éxito.[2][1]

En 1930, viaja a París, para conocer de cerca las tendencias escultóricas del momento. Con los trabajos realizados durante su estancia, llevó a cabo una exposición en la Galería de Arte Contemporáneo de París, que fue un gran éxito, y, este le permitió ser un escultor español respetado y reconocido y reconocido por la crítica.[2][3][1]

En 1933 comienza su carrera como docente en un centro de enseñanza secundaria como profesor de Dibujo en Luarca. Allí se casa con su prima Julia Suárez del Otero Aguirre, y a partir de 1935 renuncia a su plaza de profesor para dedicarse exclusivamente a hacer frente a sus cuantiosos encargos, tanto de instituciones públicas como de personas privadas dedicándose así plenamente a la escultura.[2][3][1]

En 1935, montó un estudio en Oviedo y posó para el pintor ovetense Magín Berenguer.[2]​ El inicio de la guerra civil afectó a su carrera. Comenzó a realizar dibujos y caricaturas políticas para el periódico Avance que se publicaba en Gijón. El gobierno republicano de Madrid lo nombró delegado provincial de Bellas Artes, y eso le permitió poder salvaguardar algunas obras de arte de su posible destrucción, como ocurrió con la imagen de la Virgen de Covadonga que consiguió llevar a Gijón y que años después aparecería intacta en la embajada de España en París.[2][1]

En 1936 realizó los relieves de la fachada del edificio del Instituto Nacional de Previsión, pasando a convertirse en una escultura urbana de Oviedo.[1]

Cuando se produjo la caída del frente de Asturias fue detenido, juzgado y condenado a muerte, pese a que más tarde le sería conmutada la pena de muerte por cinco años de cárcel (1938-1943).[2][3][4]​ En 1947, realizó una serie de acuarelas que al exponerse en el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid tuvo un gran éxito.[2]

Realizó ilustraciones de libros, y trabajos para el periódico España de Tánger, entre otros periódicos. También realizó dibujos para el cine y, sobre todo, se dedicó a la producción de acuarelas (caracterizadas por la solidez de su construcción, la claridad y la sencillez figurativas), que expuso con éxito, constituyendo una de sus principales formas de expresión.[2][3]

Su obra pictórica está presente en numerosas salas y colecciones particulares, mientras que sus mejores obras escultóricas se encuentran en el Museo de Bellas Artes de Asturias, con sede en Oviedo, o en la fachada del antiguo Instituto Nacional de Previsión (Oviedo), los conocidos como "Relieves del Instituto Nacional de Previsión".[2][1]

Referencias editar

  • Nombres y cosas de las calles de Oviedo (1992) Ed.Ayuntamiento de Oviedo.- ISBN 84-606-1.037-3