Francisco Fernández (pintor)

pintor español

Francisco Fernández (activo entre 1633 y 1657)[1]​ fue un pintor barroco español, discípulo de Vicente Carducho y, según Antonio Palomino, de los más aventajados.

El jubileo de la Porciúncula, óleo sobre lienzo, 285 x 155 cm, Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Biografía editar

Son pocos los datos que se tienen de la vida de este pintor, natural de Madrid según Palomino,[2]​ que en 1633 firmó la portada y algunos de los grabados de los Diálogos de la Pintura de Vicente Carducho, compartiendo esa tarea de grabador con Francisco López. En su testamento (1638) Carducho tuvo un recuerdo para su discípulo, al que legó «el borroncillo del Señor Santiago que pinté para Jaén».[3]​ A Pedro de Villafranca, otro posible discípulo de Carducho, le proporcionó los dibujos para alguno de los grabados de la vida de san Juan de Dios, probablemente con destino a una segunda edición del libro de Antonio de Gouveia, Vida y muerte del bendito P.e Ivan de Dios. Fundador de la orden de la hospitalidad de los pobres enfermos, que podría haberse publicado poco antes de 1640.[4]​ Entre ellos el que, según un pasaje de la vida del santo, lo presenta de rodillas predicando la penitencia a un grupo de «mujeres públicas» en un burdel que luce en sus paredes varias pinturas, entre las que podrían reconocerse enfrentadas a Venus y la Magdalena.[5]

En 1639 fue llamado a colaborar en la serie de retratos de reyes para el Salón dorado del Alcázar, junto a Alonso Cano, Jusepe Leonardo y Francisco Camilo. Los antiguos inventarios del Palacio del Buen Retiro mencionan también un cuadro del Socorro a Cádiz firmado por él. Pero el grueso de su obra tuvo como destinatario a la iglesia.[6]

 
Grabado de Pedro de Villafranca por dibujo de Francisco Fernández. Convierte el santo a varia mujeres públicas, c. 1637/40. Inscripción: «Pagava S. Jvan de Dios a las mugeres públicas porque le oyeran y por su interés lo hacía el Santo postrado entierra con un Christo en su mano decía y hacía tales cosas que a las más convertía de una vez fueron ocho de otra vez doce a quien dava estado».

Según Palomino murió en Madrid, «en lo mejor de su edad», asesinado por un amigo, maestro de niños en la calle del Prado, tras un incidente que tuvieron por unas palabras, en 1646, fecha imposible pues un año después firmó una Inmaculada conservada en colección particular madrileña. Se trata de la primera obra firmada de su mano que ha llegado a nuestros días y en ella el magisterio de Carducho se ve atemperado por las influencias de Cano en el perfil de la Virgen. Muy semejante es otra Inmaculada del Monasterio de las Descalzas Reales que probablemente le pertenezca, como también una Virgen del Rosario de la parroquial de Torrelaguna (Madrid).[7]​ Un cuadro de la serie dedicada a conmemorar las injurias que un grupo de criptojudios infligió a una imagen del crucificado, destinada al convento de Capuchinos de la Paciencia, fundado con tal motivo en 1651, es la última obra firmada por el artista que se conoce: Judíos arrastran y azotan el Crucifijo, depósito del Museo del Prado en el Ayuntamiento de Setados (Pontevedra), composición próxima a otras de Francisco Camilo, que colaboró también en esta serie.[8]

Lo citaba, aún con vida, Lázaro Díaz del Valle, cuyo manuscrito parece haber sido escrito en 1657.[9]

Referencias editar

  1. Aunque Palomino lo dice muerto en 1646, con apenas 42 años, en 1647 firmó una Inmaculada y en 1657 aún vivía según el testimonio de Lázaro Díaz del Valle.
  2. Palomino, p. 167.
  3. Pérez Sánchez, p. 92.
  4. La primera edición, de 1624, no lleva más grabado que el de portada y un retrato en oración de Juan de Dios, pero la Biblioteca Nacional de España guarda una serie de estampas sueltas de la vida del santo en la que participan también Diego Rodríguez, Juan Schorquens, Juan de Noort y Herman Panneels, firmada una de ellas en 1637 (o 1639), pero ningún ejemplar completo de esta fecha o compatible con ella y con las edades de los artífices.
  5. Portús Pérez, Javier, La Sala Reservada del Museo del Prado y el coleccionismo de pintura de desnudo en la corte española 1554-1838, Madrid, Museo del Prado, 1998, ISBN 84-8003-120-4, p. 60 y fig. 15. La imagen, que atribuye a José Navarro, corresponde sin embargo a la reutilización de las planchas en la biografía que Manuel Trincheira dedicó al santo, Pasmosa vida, heroycas virtudes..., 1773, raspadas tanto las inscripciones como las firmas con los nombres de los grabadores.
  6. Angulo Íñiguez y Pérez Sánchez, p. 208.
  7. Angulo Íñiguez y Pérez Sánchez, pp. 203-204 y 206-207.
  8. Angulo Íñiguez y Pérez Sánchez, pp. 203 y 208.
  9. Angulo Íñiguez y Pérez Sánchez, p. 205.

Bibliografía consultada editar

  • Angulo Íñiguez, Diego, y Pérez Sánchez, Alfonso E.: Pintura madrileña del primer tercio del siglo XVII, 1969, Madrid: Instituto Diego Velázquez, CSIC,
  • Pérez Sánchez, Alfonso E. (1992). Pintura barroca en España 1600-1750. Madrid : Ediciones Cátedra. ISBN 84-376-0994-1. 
  • Palomino, Antonio (1988). El museo pictórico y escala óptica III. El parnaso español pintoresco laureado. Madrid : Aguilar S.A. de Ediciones. ISBN 84-03-88005-7. 

Enlaces externos editar