Glorieta de Quevedo

La glorieta de Quevedo es un espacio urbanístico en forma de glorieta ubicado en Madrid, denominada en honor al escritor español del Siglo de Oro: Francisco Gómez de Quevedo Villegas. En el centro hay una escultura en honor al escritor tallada por Agustín Querol en 1902.[1]​ La glorieta se sitúa en un cruce de la calle de Fuencarral (que comienza como prolongación de la de Montera desde Sol pasando por la glorieta de Bilbao), la calle de San Bernardo (desde la plaza de Santo Domingo pasando por la glorieta de Ruiz Giménez), la calle de Bravo Murillo (que asciende hasta la plaza de Castilla, pasando por la glorieta de Cuatro Caminos).

Glorieta de Quevedo
MadridEspaña

Datos de la ruta
Tipo Plaza
Otros datos
Distrito(s) Chamberí
Barrio(s) Trafalgar y Arapiles
Orientación
Cruces Calle de Fuencarral, calle de San Bernardo, calle de Arapiles, calle de Bravo Murillo y Calle de Eloy Gonzalo
Ubicación 40°26′01″N 3°42′15″O / 40.43361389, -3.70424444

Historia

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Desde el siglo XVII se celebraba la romería del Trapillo en las cercanías de la Puerta de Fuencarral (denominada puerta de los Pozos). El espacio que ocupa la plaza en la actualidad se encontraba a las afueras en el siglo XVII. Era un cruce de caminos hacia el pueblo de Fuencarral y Francia.

Estuvo muy próximo el cementerio General del Norte (en el espacio que en el siglo xxi ocupa el complejo de Arapiles), camposanto creado por una Real Cédula de Carlos III en 1787. Una puerta se abría al recinto desde la misma antigua plazuela circular con aspecto de pequeña plaza.[2]

La denominación de la glorieta, empleando el apellido del escritor madrileño (nacido en 1580), se asigna por primera vez a esta plaza, en 1860. El urbanista Ángel Fernández de los Ríos promueve la conexión con Moncloa mediante una vía en honor al ingeniero George Stephenson constructor de la primera línea ferroviaria pública del mundo.[3]​ El Canal de Isabel II inaugura sus primeras instalaciones de servicio de agua en esta plaza.[4]​ Desplazando las aguas del río Lozoya mediante conductos a los primeros depósitos.

 
Grupo de viviendas construido por Antonio Palacios en 1913.

El 27 de diciembre de 1925 se abrió al público la estación de Quevedo conectada con las líneas 1 y 2 del Metro madrileño.

Durante la guerra Civil la plaza tuvo protagonismo a raíz del llamado golpe de Casado.[5]

La glorieta fue lugar de paso del monumento a los héroes del dos de mayo de Aniceto Marinas (originalmente erigido en la glorieta de San Bernardo), hasta que, en la década de 1960,[6]​ fue trasladado a su ubicación actual junto a la Plaza de España. Fue en esa década cuando se instaló en su lugar en la glorieta de Quevedo el monumento epónimo obra de Agustín Querol en honor al escritor del Siglo de Oro, originalmente erigido en la plaza de Alonso Martínez.[7][a][8][9]​ Hacia 1999 se instaló una fuente bajo el monumento a Quevedo.[10]

Leyendas

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  1. El poeta José Ángel Valente dedicó en los años cincuenta un poema a la estatua de Quevedo, titulado: A Don Francisco de Quevedo, en Piedra. Dentro del campo de la literatura puede mencionarse también a Juan García Hortelano que durante años fue vecino de esta plaza.

Referencias

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  1. Pancracio Celdrán Gomáriz, (1998), Plazas y plazuelas de Madrid, Madrid, Página 139
  2. Pedro Moleón Gavilanes, (2000), Juan de Villanueva, Madrid, Editorial AKAL, Primera Edición, Página 102
  3. Luis Moya González, (1986), La utopía de Fernández de los Rios
  4. Samuel Santa-Olalla Torija, (2012), Las puertas del cielo de Madrid, Madrid, Primera Edición, Página 146
  5. Pedro Corral, (2007), La ciudad de arena, Madrid, Editorial El Aleph
  6. Portela Sandoval, Francisco José (2007). «La Guerra de la Independencia y el monumento público: los ejemplos madrileños». Madrid. Revista de Arte, Geografía e Historia (Madrid: Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid) (9): 313. ISSN 1139-5362. Archivado desde el original el 16 de julio de 2020. Consultado el 16 de julio de 2020. 
  7. Alonso Pereira, José Ramón (1987). «Agustín Querol y el monumento conmemorativo del novecientos». Boletín Académico. Escola Técnica Superior de Arquitectura da Coruña (7): 46. ISSN 0213-3474. 
  8. Jaime María Ferrán, (2009), Historia y disidencia: El poema a la estatua de Quevedo de José Ángel Valente, Romance Notes, Volume 49, Number 1, pp. 53-60, 10.1353/rmc.2009.0028
  9. Dolores Troncoso, (2007), Madrid en Juan García Hortelano, Anales de la literatura española contemporánea, Vol. 32, No. 1
  10. Fraguas, Rafael (3 de noviembre de 1999). «Quevedo, a remojo». El País. 
  11. Calleja Guijarro, Tomás (2005). Segovia Sur, ed. ROMANCES DE EL TUERTO DE PIRÓN. Taller Imagen S.l. 
  12. Horcajada, Rómulo (30 de octubre de 1977). «MUERTE DE «El TUERTO DE PIRON» UN BANDOLERO CELEBRE». Diario de Burgos (56.731). p. 15. Consultado el 10 de mayo de 2021. 

Enlaces externos

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