En la mitología griega Héspere o Hesperia era una de las hespérides, las bellas ninfas —tres o cuatro, según diferentes autores— que cuidaban de un jardín en el Occidente donde se hallaban unas manzanas de oro.[1]​ Cuando los argonautas llegaron a donde habitaban en busca de agua, las hespérides se transformaron primero en polvo y tierra y luego en árboles, de manera que Héspere se transformó en un álamo.[2]​ Con respecto a su nombre, Héspere lo cita Apolonio de Rodas; hay autores que citan el nombre de Hesperetusa y Hesperusa pero los editores de la Biblioteca mitológica de Apolodoro dividen este nombre en Hesperia y Aretusa —pese a que en los códices figura un nombre compuesto: Hestia Eretusa.[3]

Referencias editar

  1. Apolodoro, Biblioteca mitológica II,5,11.
  2. Apolonio de Rodas, Argonáuticas IV, 1395-1428.
  3. Antonio Ruiz de Elvira, Mitología clásica, p.61, Madrid:Gredos, 2000, ISBN 84-249-0204-1.

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