Prehistoria editar

Después de los fósiles encontrados en África Oriental, se sabe que los primeros protohumanos habitaron la región hace más de veinte millones de años. Otros descubrimientos indican que los hominidos como el Homo habilis y el Homo erectus vivieron en Kenia hace 2,6 millones de años.

Los pueblos de África del Norte, que hablaban la lengua cushitica, llegaron a la región conocida ahora con el nombre de Kenia en los alrededores del 2000 a. C. Los primeros comerciantes árabes comenzaron a frecuentar las costas de Kenia hacia el siglo I a. C. La proximidad de la península arábiga fue propicia para la colonización, y las colonias árabes y persas aparecieron a lo largo de las costas antes del siglo VIII. Durante el I milenio, los pueblos nilóticos y bantús migraron a la región, y estos últimos forman ahora las tres cuartas partes de la población de Kenia.

Antigüedad y Edad Media editar

Los comerciantes árabes empezaron a frecuentar la costa de Kenia hacia el siglo I d. C. La proximidad de Kenia a la costa de la península arábiga favoreció la fundación de asentamientos permanentes. Entre el siglo I y V, algunos mercaderes griegos de Egipto participaron en el comercio con Kenia.[1]​ Hacia el 500 d. C., algunos comerciantes procedentes del Golfo Pérsico, el sur de India e Indonesia, empezaron a comerciar con África oriental.[1]​ Este comercio llevó al establecimiento de enclaves comerciales.[1]​ Con el tiempo esos enclaves, llegaron a ser ciudades estado perso-árabes a lo largo de la costa. Hacia el siglo VIII, estas ciudades estaban regidas por gobiernantes que se habían convertido al islam.[1]​ Los comerciantes musulmanes tenían pocos incentivos para penetrar mucho más allá de la costa en el continente africano, ya que los bienes en los que estaban interesados como el oro procedente de las minas de Zimbabue, el marfil, los esclavos, los caparazones de tortuga,y los cuernos de rinoceronte eran recogidos por parte de la población local del interior, y era vendido a comerciantes de la costa, en mercados estacionales.[1]

En la costa el swahili, una lengua bantú con una importante influencia del árabe se convirtió en una lingua franca para el comercio entre pueblos que hablaban lenguas diversas.[2]​ La "cultura swahili" se desarrolló en pequeñas ciudades, como Pate, Malindi o Mombasa. El impacto del comercio con árabes y persas, así como de otros inmigrantes sobre la cultura suajili sigue siendo un asunto discutido. Durante la Edad Media,

the East African Swahili coast [including Zanzibar] was a wealthy and advanced region, which consisted of many autonomous merchant cities. Wealth flowed into the cities via the Africans' roles as intermediaries and facilitators of Indian, Persian, Arab, Indonesian, Malaysian, African, and Chinese merchants. All of these peoples enriched the Swahili culture to some degree. The Swahili culture developed its own written language; the language incorporated elements from different civilizations, with Arabic as its strongest quality. Some Arab settlers were rich merchants who, because of their wealth, gained power--sometimes as rulers of coastal cities.[3]

Colonización europea editar

Contactos con los europeos editar

Por las necesidades de comercio entre estos diferentes pueblos se desarrolló la cultura Suajili, mestizaje entre la cultura árabe y africana. La llegada de los portugueses en el siglo XVI puso en entredicho la predominancia árabe en la costa, eclipsada por la de Omán en 1698. En cuanto al Reino Unido, este estableció una influencia durante el siglo XIX.

Colonización alemana editar

La historia colonial de Kenia empieza con la creación de un protectorado alemán sobre las posesiones del sultán de Zanzíbar, después de la llegada de la Compañía Británica de África Oriental en 1888. Las rivalidades entre estos dos países terminaron cuando Alemania renunció a sus posesiones costeras en favor del Reino Unido en 1890.

Colonización británica editar

El gobierno británico estableció en 1875 el África Oriental Británica, y en 1902 permitió a los colonos blancos acceder a las altas llanuras fértiles. Estos colonos tenían una influencia dentro del gobierno incluso antes de que fuera oficialmente declarada colonia de la Corona en 1910, pero los africanos fueron excluidos de la participación política directa hasta 1924.

Siguiendo el modelo de Sudáfrica, en 1915 la administración colonial británica impuso la obligación a todos los negros mayores de quince años de edad de llevar un certificado permanente en el cuello que probara su identidad y su empleo. En 1920, el gobernador elevó el impuesto per cápita para obligar a los kikuyu a unirse a los colonos como trabajadores agrícolas y así poder pagar. Sin embargo, cuando en 1921 los colonos redujeron los salarios de los trabajadores indígenas en un tercio, estallaron manifestaciones y huelgas. El 16 de marzo, 57 manifestantes fueron asesinados a tiros y los líderes de las asociaciones nacionalistas fueron detenidos y deportados.[4]

Historia reciente editar

Antecedentes de la independencia editar

De octubre de 1952 a diciembre de 1959, la rebelión Mau Mau combatió la ley colonial británica. Los responsables británicos dejaron entonces participar cada vez más a los africanos en los procesos gubernamentales, con el fin de cortar el apoyo a los rebeldes. Las primeras elecciones directas para los africanos en el consejo legislativo tuvieron lugar en 1957. La guerra terminó con 100.000 muertos en el lado africano y 320.000 detenidos en campos, más de mil de los cuales fueron ejecutados y miles más torturados.[4]

En 2011, tras décadas de espera, se desclasificaron miles de documentos secretos del Ministerio de Asuntos Exteriores británico. Muestran que los rebeldes fueron sistemáticamente torturados y sometidos a las prácticas más brutales, los hombres fueron castrados y se les introdujo arena en el ano, las mujeres fueron violadas. Los registros del Ministerio de Asuntos Exteriores revelan además que no fue una iniciativa de los soldados o de los administradores coloniales, sino una política orquestada desde Londres.[5]

Aunque los británicos esperaban transferir el poder a un grupo moderado, fue la Unión Nacional Africana de Kenia (KANU) de Jomo Kenyatta, miembro de la tribu de los Kĩkũyũ y antiguo prisionero bajo la ley marcial, quien formó el primer gobierno poco después de la independencia del país el 12 de diciembre de 1963. Un año más tarde Kenyatta se convirtió en el primer Presidente de la República.

Kenia independiente editar

En 1964 el partido minoritario, la Unión Democrática Africana de Kenia (KADU), coalición de pequeñas tribus que temían la dominación de las más grandes, se autodisolvió y se unió a la KANU. En 1966 se creó la Unión Popular de Kenia (KPU), partido izquierdista pequeño pero que jugó un gran papel. Fue dirigido por Jaramogi Oginga Odinga, exvicepresidente y sabio Luo. Después de una visita accidentada de Kenyatta a la provincia de Nyanza, se prohibió el KPU y su jefe fue encarcelado.

El régimen puso fin inmediatamente a las esperanzas de los independentistas radicales de redistribuir las tierras: la tierras fueron compradas a los colonos que querían irse y vendida a los kenianos que podían permitírsela, se salvó el capital británico y se alentó la inversión extranjera. La elección de una economía de mercado fortalece a una clase de capitalistas locales a expensas de los antiguos rebeldes, de los que Kenyatta dice: "No dejaremos que los gángsters gobiernen Kenia, el Mau Mau Mau era una enfermedad que ha sido erradicada y que debemos olvidar para siempre". Testigo de esta orientación, el periódico conservador británico The Economist le dedicó en 1965 un artículo elogioso titulado "Nuestro hombre en Kenia".[4]

En diciembre de 1963, el Reino Unido firmó acuerdos militares en los que se reconocía su derecho a utilizar Kenia como base militar para posibles operaciones en la región.[4]

Kenyatta Introduce un régimen de partido único. El presidente practica una política autoritaria y clientelista para asegurar la unidad nacional. Sin embargo, según el historiador británico John Lonsdale, Kenyatta perpetúa la herencia colonial que «instituye un Estado y no una nación». Su poder reposa sobre «un feudalismo étnico [...] con su contrato desigual de vasallaje»[6]

Después de la muerte de Kenyatta el 22 de agosto de 1978, el vicepresidente Daniel Arap Moi fue nombrado presidente provisional, posteriormente presidente oficial el 14 de octubre tras haber sido elegido como el jefe de la KANU y ser designado como su único candidato.

En junio de 1982 la Asamblea nacional inscribió en la Constitución el partido único, pero esta cláusula fue rechazada por el Parlamento en diciembre de 1991. En diciembre de 1992 las elecciones multipartido dieron a la KANU y a su jefe la mayoría de los escaños, y Moi fue reelegido por un mandato de cinco años, mientras que los partidos de la oposición se repartieron aproximadamente el 45% de los escaños parlamentarios.

El número de partidos políticos pasó de 11 a 26 como consecuencia de una liberalización en noviembre de 1997. Después de una corta victoria en las elecciones de diciembre de 1997, la KANU conservó su mayoría parlamentaria, y Moi fue elegido de nuevo.

No pudiendo hacer de representante constitucionalmente en diciembre de 2002, Moi intentó sin éxito hacer de Uhuru Kenyatta, hijo del primer presidente de Kenia, su sucesor. Una coalición variada de partidos de la oposición ganó las elecciones, y su jefe, Mwai Kibaki, antiguo vicepresidente de Moi, fue elegido Presidente con una gran mayoría.

Actualidad editar

El tercer presidente de Kenia, Mwai Kibaki, gobernó desde 2002 hasta 2013. Después de su mandato, Kenia celebró sus primeras elecciones generales después de que se aprobara la nueva constitución en 2010. Uhuru Kenyatta ganó en un resultado electoral cuestionado, lo que dio lugar a una petición del líder de la oposición, Raila Odinga para que el sistema judicial revisara los resultados. La corte suprema confirmó los resultados de las elecciones y el presidente Kenyatta comenzó su mandato con William Ruto como vicepresidente. En 2017, Uhuru Kenyatta ganó un segundo mandato en otra elección disputada. Tras la derrota, Raila Odinga volvió a solicitar los resultados ante el Tribunal Supremo, acusando a la comisión electoral de mala gestión de las elecciones y a Uhuru Kenyatta y su partido de fraude. La Corte Suprema anuló los resultados de las elecciones en lo que se convirtió en un fallo histórico en África y uno de los pocos en el mundo en el que se anularon los resultados de las elecciones presidenciales[7]​. Este fallo consolidó la posición de la Corte Suprema como un órgano independiente.En consecuencia, Kenia tuvo una segunda ronda de elecciones para el cargo presidencial, en la que Uhuru resultó ganador después de que Raila se negara a participar, alegando irregularidades.[8][9]​ El histórico apretón de manos en marzo de 2018 entre el presidente Uhuru Kenyatta y su antiguo oponente Raila Odinga significó la reconciliación seguida del crecimiento económico y una mayor estabilidad.[10][11]

En las elecciones de 2022, William Ruto fue elegido nuevo presidente del país.

Referencias editar

  1. a b c d e Hallett, Africa to 1875, p. 227.
  2. Hallett, Africa to 1875, p. 214.
  3. «The Swahili, African History, Ending Stereotypes for America». Archivado desde el original el 4 de septiembre de 2013. Consultado el 5 de enero de 2014. 
  4. a b c d Saïd Bouamama. (2014). «Figures de la révolution africaine. De Kenyatta à Sankara». Afrique contemporaine. 
  5. «El lado oscuro del imperio británico». La Vanguardia. 10 de abril de 2011. 
  6. Saïd Bouamama. (2014). «Figures de la révolution africaine. De Kenyatta à Sankara». Afrique contemporaine. 
  7. «Kenya election rerun to go ahead after court fails to rule on delay». The Guardian (en inglés). 25 de octubre de 2017. Consultado el 30 de mayo de 2021. 
  8. «Kenya profile - Timeline». BBC News (en inglés británico). 7 de enero de 2020. Consultado el 30 de mayo de 2021. 
  9. «Kenya country profile». BBC News (en inglés británico). 31 de enero de 2018. Consultado el 30 de mayo de 2021. 
  10. Wilson, Tom (November 2019). «Become an FT subscriber to read | Financial Times». Financial Times. 
  11. «The Handshake that Shaped a Nation». 31 de mayo de 2018.