Impactos meteóricos en la Luna

Tanto la Tierra como la Luna y cualquier otro cuerpo celeste del Sistema Solar han sido impactados por meteoros desde su formación y precisamente por ello se conformaron como lo que hoy vemos.

Tycho es el crater más entre los grandes cráteres de impactos de meteoros, del lado visible.

Pero la Luna no posee ninguna atmósfera al contrario que la Tierra, con lo que no tiene esa protección frente a impactos menores que puedan ser quemados durante su descenso a la superficie. Varias hipótesis aclaran que el satélite se formó hace 4500 millones de años a partir del impacto de un cuerpo —que se ha convenido en llamar Theia— del tamaño de Marte contra la Tierra.[1]

Aunque la mayoría de los cráteres que salpican la superficie lunar se formaron hace varios millones de años, las rocas espaciales y los meteoritos siguen impactando en el suelo lunar dejando nuevas marcas.[2]​ La Luna, al igual que la Tierra, recibe impactos a gran velocidad de manera continua por parte de meteoritos u otras partículas pequeñas; la Tierra recibe diariamente alrededor de 100 toneladas de material procedente de estos pequeños cuerpos, lo que ocurre es que muchos se desintegran al entrar en la atmósfera y caen en forma de polvo.[3]​ En la Luna, sin atmósfera, los asteroides sencillamente impactan sobre su superficie creando un nuevo cráter.[4]

Referencias editar

  1. «El agua de la Luna procede de choques de asteroides». La Vanguardia. 31 de mayo de 2016. Consultado el 30 de abril de 2019. 
  2. «Los meteoritos golpean la Luna mucho más a menudo de lo que se pensaba». Investigación y Ciencia. Consultado el 30 de abril de 2019. 
  3. «Así impactan los meteoritos en la Luna». TecnoXplora. 5 de agosto de 2015. Consultado el 30 de abril de 2019. 
  4. Parra, Sergio (14 de mayo de 2012). «¿Podría un asteroide impactar en la Luna y precipitarla hacia la Tierra?». Xataka Ciencia. Consultado el 30 de abril de 2019.