Fobétor

deidad de la mitología griega
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En la mitología griega, Fobétor (del griego phobétor: ‘el que da miedo’) era uno de los oniros, los hijos de Hipnos (el sueño), que personificaban los sueños.

Árbol genealógico donde aparece reflejada la ascendencia de Fobétor.

De acuerdo con Hesíodo (en el siglo VII a. C.),[1]​ Fobétor es el hijo de Nyx, la diosa primordial de la noche, producido partenogenéticamente. Según Cicerón (106-43 a. C.),[2]​ su padre era Érebo, la personificación de lo oscuro.

Los dioses le daban el nombre de Iquelo, Ikelos, Icelos o Icelus (‘el que es similar o parecido’, en griego).

En concreto, Fobétor aparecía en los sueños de los dioses con forma de serpiente, pájaro o cualquier otro animal. Mientras su hermano Morfeo servía como mensajero de los sueños, él era el portador de las pesadillas, y ocasionalmente solía representar sueños proféticos.

Los mortales le daban el nombre Fobétor (‘el que asusta’), siendo los dioses los que le llamaban Iquelo. Era uno de los oniros principales, junto a sus hermanos Morfeo y Fantaso, que tenían la particularidad de que eran los únicos que se aparecían a los reyes, dejando los sueños de los demás mortales en manos del resto de los mil oniros.

Los hijos de Iquelo son las formas de las propias pesadillas, lo que le permite ampliar su alcance a toda la gente del mundo para dormir.

Como los demás oniros, Iquelo era un espíritu de oscuras alas que cada noche salía de su cueva en el Érebo como si fuera un murciélago.

Habilidades editar

Tiene la habilidad de devorar los sueños de las personas y/o dioses. También puede manipular, capturar, modificar o encarcelar los sueños. Aparecía en los sueños de los mortales, disfrazado de animales o monstruos como el dragón o hienas y víboras, y podía cambiar sus formas para interactuar con los mortales en el mundo real.

El poema Las metamorfosis, de Ovidio, lo describe como el que «se convierte en bestia, en ave o en serpiente de cuerpo alargado».[3]

Referencias editar

  1. Hesíodo: Teogonía, 212.
  2. Cicerón (45 a. C.): De natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses), 1.43.
  3. Ovidio: Las metamorfosis, XI.633-645:
    Mas el padre, del pueblo de sus mil hijos,

    despierta al artífice y simulador de figuras,
    a Morfeo: no que él ninguno otro más diestramente [635]
    reproduce el caminar y el porte y el sonido del hablar.
    Añade además los vestidos y las más usuales palabras
    de cada cual. Pero él solos a hombres imita. Mas otro
    se hace fiera, se hace pájaro, se hace, de largo cuerpo, serpiente:
    a él Ícelo los altísimos, el mortal vulgo Fobétor [640]
    le nombra. Hay también de diversa arte un tercero,
    Fántaso. Él a la tierra, a una roca, a una ola, a un madero
    y a cuanto vacío está todo de ánima, falazmente se pasa.
    A los reyes él y a los generales su rostro mostrar

    de noche suele, otros los pueblos y la plebe recorren.

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