Jano
Jano (en latín Janus, Ianus), en la mitología romana, es el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año (enero) y se le invocaba públicamente el primer día de enero, mes que derivó de su nombre (que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero y de ahí derivó a enero). Jano es representado con dos caras, mirando hacia ambos lados de su perfil y no tiene equivalente en la mitología griega. El Janículo, colina ubicada en Roma, debe su nombre a este dios.[1] Jano procede de la Perrebia tesalia[2] o del mar Jónico.[3]

Jano ya existía al principio de todo, como dios de los orígenes, y por lo tanto no tuvo progenitores. Ovidio y Festo lo idenfican con el Caos,[4][5] es llamado «dios de dioses» en el canto de los Salios[6] y el «más antiguo de los dioses».[7] Otros lo imaginaron como hijo del Cielo y Trivia, según Arnobio,[8] y hermano de Saturno y Ops.[9]
Dentro de los muchos apelativos que recibe el dios, vale la pena destacar dos: Jano Patulsio (patulcius), que era usado para invocar la cara del dios que se ubicaba delante de la puerta por quien deseaba atravesarla (para entrar o salir). Como complemento, la cara que se le opone a ésta del otro lado de la puerta, es invocada como Jano Clusivio (clusivius) o Clusios. Ambos nombres declaran la doble funcionalidad del dios.[10]
Cuando los sabinos intentaron tomar el Capitolio, Jano hizo brotar aguas hirvientes sobre los enemigos, repeliéndolos. Por ello se le invocaba al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas, con el fin de que acudiera en ayuda de la ciudad; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban.[1]
Dependiendo de las fuentes la esposa o consorte de Jano pudiera ser Camasena,[11] Yuturna[12] o Venilia.[13] Entre los hijos de Jano se encuentran Canente,[13] Fonto,[12] Tíber (Tiberino),[14] Étex[11] y Olistene.[11]
Al igual que Prometeo, Jano es una clase de héroe cultural, ya que se le atribuye entre otras cosas la invención del dinero, la navegación y la agricultura.[1] Según los romanos, este dios aseguraba buenos finales. En su tratado sobre los Fastos, Ovidio caracteriza a Jano como aquel que en compañía de las Horas custodia las puertas del cielo.[10]
Véase también
editarReferencias
editar- ↑ a b c Diccionario de la Mitología Clásica. Madrid: Espasa Calpe. 1999. p. 78. ISBN 84-239-8642-X.
- ↑ Ateneo: Banquete de los eruditos, 692 d; Plutarco: Cuestiones romanas, 22 y 41
- ↑ Ovidio: Las metamorfosis XIV, 334, v. «Anquises», ANUM 20 1961-62, 108).
- ↑ Ovidio: Fastos I, 103; Festo: en «Chaos» del epítome de Paulo Diácono, p. 45 Lindsay)
- ↑ Pablo el Diácono, usando la etimología, dice que Ianus proviene de hiantem, hiare, «estar abierto», y de esta manera se asocia explícitamente con el Caos de la Teogonía.
- ↑ Macrobio: Saturnales, I 9, 14; Varrón I. I. VII, 27
- ↑ Juvenal: Sátiras (VI 393), Herodiano: Historia (I 16, 1) y Procopio: Historia de las guerras, V 25, 19)
- ↑ Arnobio: Adversus Nationes III, 29.
- ↑ Ennio, Annales 27 (edición de Vahlen); Varrón, citado por Nonio Marcelo, p. 197M; Cicerón, Timeo XI; Arnobio, Adversus Nationes 2.71, 3.29.
- ↑ a b Ovidio, Fastos I,89-144.
- ↑ a b c Ateneo: Banquete de los eruditos XV 46=692. Los autores griegos hacen de Camese o Camasena hermana y esposa de Jano. Ateneo, citando a un tal Dracón de Corcira, escribe que Jano tuvo con su hermana Camese un hijo llamado Étex (Aithex) y una hija llamada Olistene.
- ↑ a b Arnobio: Adversus nationes, III, 29, 3; Fonto era hijo de Jano y Yuturna.
- ↑ a b Ovidio: Las metamorfosis XIV, 320-434; Canente es hija de Jano y Venilia
- ↑ Servio, sobre la Eneida de Virgilio, VIII 330; no se especifica el nombre de la madre del Tíber.
Enlaces externos
editar- Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Jano.