En pesca, se llaman libanés a las dos cuerdas que guarnecen las redes por su armadura alta y baja.

La superior sirve para dar resistencia a la red en todos sus calamentos o acciones y para enfilar en ella los corchos: la inferior igualmente contribuye al mismo primer efecto y al mismo tiempo recibe o contiene los plomos, rodetes o piedras con que regularmente se lastran las redes para que la gravedad de semejantes cuerpos sólidos las haga calar o descender, si conviene hasta el suelo del fondo del mar.

Lo que realmente se conoce por Libanés es cuando las tales cuerdas son de esparto crudo: y esta voz es propia de las provincias marítimas de Levante en donde es muy frecuente su uso entre aquellos pescadores y aun en alguna gran parte de las playas del Mediodía.

En otras se conocen con el nombre de violetas, y asimismo el de trallas y en muchas o casi todas se expresan con la palabra relingas y también malletas. En Cataluña el significado Libanés denota unas cuerdas o sogas sin distinción más o menos gruesas aplicables a las redes de pesca, hechas o torcidas de esparto crudo o sin majar, circunstancia que decide su mayor duración. Con ellas atadas unas a otras echan sus nasas aquellos naturales . A estas sogas unidas por sus extremos, conforme el número de Libanés que se emplean, llaman en Valencia calamentos.

Referencias editar

Diccionario histórico de los artes de la pesca nacional, Antonio Sañez Reguart, 1793