Magín Ferrer y Pons (Barcelona, 18 de octubre de 1792-Madrid, 16 de abril de 1853) fue un fraile mercedario, lexicógrafo y escritor español. Es conocido por haber sido, junto con Vicente Pou, uno de los primeros propagandistas de la causa carlista.

Religioso de la Merced

Biografía

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Era hijo de Mariano Ferrer y de Magina Pons. En 1807, a los catorce años de edad, ingresó en la orden de la Merced, donde estudió con irregularidad a causa de la guerra de la Independencia Española. Después de la restauración de Fernando VII, hizo oposiciones y obtuvo el grado de presentado de cátedra.[1]​ Desde 1824 fue rector del colegio de San Pedro Nolasco de Tarragona.[2]​ Posteriormente fue secretario de cámara en los obispados de Solsona y de Burgos.[1]

Después del estallido de la primera guerra carlista, escribió La cuestión dinástica, un alegato en favor de los derechos a la corona del infante Carlos María Isidro de Borbón, que, no obstante, no sería publicado hasta bastantes años después de su muerte, en 1869, tras el derrocamiento de Isabel II.[2]​ Durante la primera guerra carlista Magín Ferrer habría llegado a proponer a la junta carlista de Berga que solicitase al pretendiente el restablecimiento de los fueros catalanes suprimidos en 1714, según afirmó Juan Mañé y Flaquer al Diario de Barcelona medio siglo después.[3]​ Con la derrota de los partidarios de Don Carlos, se exilió durante un tiempo en Francia.

Se le atribuye haber mandado publicar en Barcelona en 1840, apenas acabada la guerra, una historia del conde de España, con el seudónimo de Felix Ramon Tresserra y Fábrega, quien habría sido un isabelino imaginario.[2]​ No obstante, el historiador carlista Melchor Ferrer lo pone en entredicho debido a la diferencia de estilos.[4]​ José Antonio Garí también le atribuye una historia política y militar de Napoleón Bonaparte bajo el seudónimo de Fortian José Pons.[1]​ En 1841 publicó en Tolosa una obra en francés en defensa de los derechos de la Iglesia en España.[2]​ Su obra más importante fue Las leyes fundamentales de la Monarquía Española según fueron antiguamente, y según conviene que sean en la época actual (1843), que hizo imprimir en Barcelona en dos volúmenes.[5]

En su faceta lexicográfica, publicó dos diccionarios castellano-catalán, que fueron reeditados durante el reinado de Isabel II, y en los cuales propuso para el catalán innovaciones ortográficas como la adopción de la grafía ñ en lugar del dígrafo ny o la supresión de la h final en las palabras acabadas en c.[2]

Destacó como predicador católico, predicando la Cuaresma de las reales Órdenes en Madrid, la del Pilar en Zaragoza y muchos sermones. Instaló una imprenta en su convento, y él mismo tiraba como impresor. Cuando trabajaba como secretario del arzobispo de Burgos Cirilo de Alameda y Brea, le encargaron la redacción y dirección de la Librería religiosa de Barcelona, pero murió el 16 de abril de 1853 en Madrid, cuando se encontraba de paso hacia la ciudad condal.[1]​ Fue sepultado en Madrid, en la iglesia de Santiago.[6]

Referencias

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  1. a b c d Garí y Siumell, José Antonio. Biblioteca mercedaria. Barcelona: Imprenta de los herederos de la viuda Pla, calle de la Princesa, 1875, p. 104-105. 
  2. a b c d e «Magí Ferrer i Pons». Gran Enciclopèdia Catalana.
  3. Wilhelmsen, Alexandra «Magín Ferrer: Pensador carlista renovador olvidado». Estudios de historia moderna y contemporánea: homenaje a Federico Suárez Verdeguer. Ediciones RIALP, 1991, p. 493.
  4. Ferrer Dalmau, Melchor. Historia del tradicionalismo español XV. Sevilla: Editorial Católica Española S.A., p. 34. 
  5. Wilhelmsen, Alexandra «Magín Ferrer: Pensador carlista renovador olvidado». Estudios de historia moderna y contemporánea: homenaje a Federico Suárez Verdeguer. Ediciones RIALP, 1991, p. 491.
  6. «Gacetilla». La Esperanza, 18 de abril de 1853, p. 2.