Menceyato de Anaga

El menceyato de Anaga era una de las nueve demarcaciones territoriales en que los guanches tenían dividida la isla de Tenerife, Canarias, en la época de la conquista por parte de la Corona de Castilla, en el siglo xv.[1]

Reinos guanches de Tenerife. Los puntos corresponden a los núcleos urbanos de los modernos municipios.

Toponimia

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El término Anaga, de procedencia guanche,[2]​ ha sido traducido por algunos investigadores como 'arriba, encima', 'lo alto', por extensión 'el Oriente'.[3]​ También hay quien deriva el término de la lengua vasca, significando según esta hipótesis 'lugar de la cima o cresta', mientras que otros proponen como significados de Anaga 'roques' o 'encima de, por arriba de, dominar'.[4]

También aparece escrito con la variante Naga en la documentación.[5]

Características

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Localizado en el extremo nordeste de Tenerife, ocupaba prácticamente todo el macizo de Anaga, a excepción de su extremo noroccidental. El menceyato, con una superficie de 125 km²,[6]​ abarcaba la casi totalidad del moderno municipio de Santa Cruz de Tenerife y parte del de San Cristóbal de La Laguna.

Este menceyato limitaba con Tegueste y con el «señorío» de Punta del Hidalgo al oeste, y con Güímar al suroeste. Sus límites aproximados los establecía la divisoria de aguas entre los valles de Taborno y del Río hasta la montaña Cruz de Taborno, siguiendo por el monte de Las Mercedes y las elevaciones que cierran la vega de La Laguna por el este hasta San Roque. Desde aquí por el barranco de la Carnicería hasta enlazar con el barranco del Hierro, y de aquí al mar.[7]

Las zonas más pobladas eran los valles de San Andrés, Igueste de San Andrés, las cercanías de Taganana y el barranco de Santos.[8]

Se ha calculado en 1800 el número aproximado de habitantes para el menceyato en tiempos de la conquista, con una esperanza de vida al nacimiento de entre 20 a 33 años.[6]

La existencia de un tagoror en Taganana indica que esta era la «capital» del menceyato.[8]​ Por otra parte, la documentación del siglo xv aporta también referencias a las moradas del mencey de este bando, que estarían en el valle de San Andrés[9]​ y en la zona de Los Campitos.[10]

Menceyes

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Los reyes o menceyes conocidos fueron Serdeto, primer monarca de Anaga, y Beneharo, que regía durante la conquista de la isla.[1]

Historia

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La llamada "Momia de San Andrés" es una momia guanche encontrada en una cueva a las afueras del pueblo de San Andrés, de ahí su nombre. Es el principal vestigio de la historia aborigen de la región y en la actualidad se conserva en el Museo de la Naturaleza y el Hombre de Santa Cruz de Tenerife.

El menceyato surge como tal a finales del siglo xiv tras la división de la isla en nueve bandos a la muerte o vejez del último mencey único de Tenerife.[1]

A lo largo del siglo xv el menceyato fue escenario de numerosas razias debido a su cercanía a la isla de Gran Canaria y a sus puertos naturales.[1]

En 1464 tiene lugar en el barranco del Bufadero la toma de posesión simbólica de la isla por el Señor de las Canarias Diego García de Herrera. Este firma un tratado de paz con los menceyes, permitiéndole poco después el mencey de Anaga construir una torre en sus tierras, donde guanches y europeos tienen tratos hasta que es demolida hacia 1472 por los mismos anagueses.[1]

En 1492 el gobernador de Gran Canaria Francisco Maldonado organiza una razia que termina en desastre para los europeos, pues son derrotados por los guanches de Anaga. Poco después de esta incursión, Maldonado envía a negociar paces con el menceyato a Lope de Salazar, quien lo consigue en poco tiempo. Anaga queda así incluida en los denominados bando de paces, asegurándose la libertad de los asaltos esclavistas.[1][nota 1]

Para el poeta-historiador Antonio de Viana, Anaga y Tacoronte se encontraban en guerra con el bando de Taoro, haciendo las paces justo antes de la llegada de los conquistadores.[12]

En el mes de mayo de 1494 desembarcan en Añazo Alonso Fernández de Lugo y las tropas conquistadoras, teniendo Lugo que reafirmar las paces con Anaga pues en el verano precedente unos esclavistas del Puerto de Santa María habían llevado a cabo una razia en el menceyato, incumpliendo el acuerdo establecido entre Salazar y los guanches. Lugo envió como negociador a Fernando Guanarteme y, dado que había traído consigo a los guanches que habían sido capturados, el mencey aceptó las paces nuevamente.[1]

Para el historiador Juan Núñez de la Peña, en 1495 tuvo lugar una incursión de doce soldados castellanos por Anaga, resultando un enfrentamiento con los guanches al mando del mencey, siendo derrotados estos.[13]​ Por su parte, el investigador Juan Álvarez Delgado propone la hipótesis de que, aunque Anaga había accedido a las paces, las razias llevadas a cabo en tierras del menceyato en los días posteriores a la matanza de Acentejo llevaron a los anagueses a atacar el campamento de Añazo.[14][nota 2]

Terminada la conquista en 1496, Anaga se convirtió en refugio de guanches rebeldes o alzados de los bandos de guerra sometidos.[1]

Como bando de paz, los guanches de este menceyato no podían ser tomados como esclavos. Sin embargo, en 1497 Lugo tomó a doscientos anagueses, que fueron embarcados y vendidos.[1]​ Ante las quejas en la corte por estos hechos, los Reyes Católicos ordenaron la liberación de los guanches de las paces, encomendando el cumplimiento de esta orden al gobernador de Gran Canaria Lope Sánchez de Valenzuela, quien la llevaría a cabo en julio de 1498.[15]

Véase también

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  1. Para los historiadores Antonio de Viana y José de Viera y Clavijo, Anaga no fue bando de paz, sino que se unió a Bencomo de Taoro en la defensa de la isla.[11]​ Sin embargo, los documentos contemporáneos a los hechos no dejan lugar a dudas sobre la pertenencia de Anaga a los bandos de paces.[1]
  2. Este autor sitúa la negociación de Fernando Guanarteme con el mencey de Anaga después del segundo desembarco de Alonso Fernández de Lugo.[14]

Referencias

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  1. a b c d e f g h i j Rumeu de Armas, Antonio (1975). «VI-XIII-XV». La Conquista de Tenerife (1494-1496) (1ª edición). Aula de Cultura de Tenerife. pp. 155-171; 291-294; 350-354. ISBN 84-500-7108-9. 
  2. Pérez Pérez, Buenaventura (2007). La Toponimia Guanche (Tenerife). Nueva aportación a la lingüística aborigen de las Islas Canarias. Ediciones Idea. ISBN 978-84-83823-28-6. 
  3. Reyes, Ignacio (14 de agosto de 2012). «Anaga». Diccionario histórico-etimológico del amaziq insular (Canarias). Archivado desde el original el 1 de febrero de 2014. Consultado el 12 de marzo de 2013. 
  4. Trapero, Maximiliano (2008). «Topónimos y antropónimos guanches en el "Poema" de Viana». Anuario del Instituto de Estudios Canarios (50-51). ISSN 0423-4804. 
  5. Serra Ràfols, Elías (1978). Las datas de Tenerife: (libros I a IV de datas originales). San Cristóbal de La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. ISBN 84-88919-08-5. 
  6. a b Rodríguez-Martín, Conrado (2000). «Estudio demográfico de la población guanche de Tenerife». Chungara, Revista de Antropología Chilena 32 (1). ISSN 0717-7356. 
  7. Martín Hernández, Ulises (2006). Historia general de la comarca de Anaga (1ª edición). Ediciones Idea. ISBN 978-84-96740-00-6. 
  8. a b Cuscoy, Luis Diego (1968). «IX». En Publicaciones del Museo Arqueológico de Tenerife, ed. Los Guanches: vida y cultura del primitivo habitante de Tenerife (1ª edición). Santa Cruz de Tenerife: Cabildo Insular de Tenerife. pp. 127-129.  Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Luis Diego» está definido varias veces con contenidos diferentes
  9. Moreno Fuentes, Francisca (1992). Las datas de Tenerife: libro primero de datas por testimonio. San Cristóbal de La Laguna: Instituto de Estudios Canarios. p. 235. ISBN 84-88366-09-4. 
  10. Rosa Olivera, de la, Leopoldo (2006). Idea, ed. El siglo de la conquista. ISBN 84-96570-62-2. 
  11. Viera y Clavijo, José de (1950). Elías Serra Ráfols, ed. Noticias de la historia general de las Islas Canarias (definitiva edición). Santa Cruz de Tenerife: Goya Ediciones. 
  12. Viana, Antonio de (1968). Alejandro Cioranescu, ed. La Conquista de Tenerife. Aula de Cultura de Tenerife. 
  13. Núñez de la Peña, Juan (1847). Conquista y antiguedades de las islas de la Gran Canaria y su descripción. Santa Cruz de Tenerife: Imprenta Isleña. pp. 149-150. 
  14. a b Álvarez Delgado, Juan (1960). «La conquista de Tenerife: un reajuste de datos hasta 1496 (Continuación)». Revista de historia canaria (131-132). ISSN 0213-9472. 
  15. Rumeu de Armas, Antonio (1983). «La colaboración del mencey de Güímar en la conquista de Tenerife». Anuario de estudios atlánticos (29). ISSN 0570-4065.