Mirador (arquitectura)

Un mirador es un elemento arquitectónico en forma de galería exterior o balcón cerrado en toda su altura que sobresale del muro del edificio dotándolo de un espacio con grandes vistas al exterior. El mirador sirve además para conservar el calor y proteger el edificio frente a los vientos y la humedad.

Miradores en el paseo de Pereda de Santander.
Miradores en Vitoria.

Los miradores no son habituales en la arquitectura antigua o medieval, aunque se dice que la forma del balcón es originaria de Mesopotamia y Grecia, y que se usaron balcones y galerías cerradas en la arquitectura de la Antigua Roma y en la arquitectura gótica a partir del siglo XIII. Más claro es su uso a partir de finales del Renacimiento y especialmente en el Barroco. No obstante, de hecho, sólo hasta el siglo XIX surgen los miradores acristalados con grandes vidrios y estructuras uniformes.

Distintos tipos de miradores se conocen con los nombres Ventanas miradores, bay window, oriel y bow window.

Uso del término en turismo y recreación editar

En turismo y recreación el término mirador igualmente está dado a lugares o estructuras que disponen de una vista amplia de su entorno, los cuales suelen estar ubicados generalmente en lugares de alturas; por ejemplo, la cima de cerros o acantilados, a la orilla del mar o de un río.

Tipos de miradores editar

Miradores en España editar

En España, los miradores son característicos especialmente de la zona norte del país, donde el clima frío y la menor cantidad de horas de sol con respecto a otras zonas hacen de este elemento arquitectónico un elemento muy popular. Constituyen una seña de identidad de algunas ciudades como La Coruña, Santander, Burgos y Vitoria. En La Coruña y Santander se trata de construcciones que protegen las casas de los vientos húmedos. En Vitoria, pueden apreciarse en todo el ensanche de la ciudad, obra del siglo XIX.[1]

El Código Técnico de la Edificación aprobado en España en el año 2007 ha provocado el resurgir del mirador al que llama invernadero adosado y lo recomienda como mecanismo de sistema energético al economizar en gasto de calefacción.[2]

Referencias editar

  1. El correo digital. 6 de abril de 2007
  2. «Código Técnico de Edificación - Ahorro de energía». Archivado desde el original el 10 de octubre de 2008. Consultado el 13 de octubre de 2008.