Nanaya o Nanaia (sumerio 𒀭𒈾𒈾𒀀, DNA.NA.A; también transcrita como Nanâ, Nanãy o Nanãya; en griego: Nαναια o Νανα; arameo: ננױננאױ) es una diosa que personificaba la voluptuosidad y sensualidad y fue adorada por los sumerios y acadios.[1]

Kudurru del rey Meli-Shipak presentando su hija a la diosa Nanaya, sentada en su trono. La estrella representa a Ishtar, la luna creciente a Sin y el sol a Shamash.
Tablilla de fundación de un templo de Nanaya construido por los reyes de Larsa, siglo XIX a. C.

Está atestiguada desde la época de la tercera dinastía de Ur (finales del II milenio a. C.. Nanaya fue adorada particularmente en Uruk, al lado de su hija, Kanisura y de la gran diosa de la ciudad, Inanna/Ishtar, que a veces es presentada como su madre, siendo su padre el dios An. También tenía un santuario en Kish.

Al igual que Inanna, Nanaya parece estar asociada al amor, la lujuria y la sexualidad, aspectos conmemorados en diversas inscripciones e himnos que la evocan. Con el tiempo, Nanaya tendió a perder su individualidad para convertirse en un aspecto de Inanna/Ishtar, que la asimiló como fue el caso de otras diosas sumerias.

Fue objeto de un culto importante que llegó a extenderse hasta Siria e Irán. Más tarde llegó a estar sincretizada con la diosa babilónica Tasmetu.

Véase también

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Referencias

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  1. Westenholz, 1997.

Bibliografía

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  • Michael Jordan, Encyclopedia of Gods, Kyle Cathie Limited, 2002.
  • Westenholz, Joan Goodnick (1997). «Nanya: Lady of Mystery». En I. L. Finkel y M. J. Geller, ed. Sumerian Gods and their Representations. Cuneiform Monographs 7 (Styx Publications edición). Groningen. pp. 57-84. ISBN 90-5693-005-2. 
  • P. A. Beaulieu, The Pantheon of Uruk during the Neo-Babylonian Period, Leyde, 2003, p. 182-216.