El ojo del juicio, también conocido como ojo de los habitantes del medio infierno, es una condición especial de la pupila que se caracteriza por la facultad de dilatarla o contraerla a voluntad de una manera poco común.

El grimorio anónimo del siglo XVII conocido como la "Clavicula Salomonis"[1] o la "Llave de Salomón" dice en su versión original que esta facultad se ha manifestado de forma natural en escasas personas, y pocos han logrado desarrollarla.

Según los relatos, las personas que poseían esta extraña condición ocular tenían la capacidad de irrumpir en los pensamientos de otras personas y manipularlas a voluntad dependiendo de su habilidad con este don, el cual mantenían muy en secreto, puesto que les había sido otorgado por medio de prácticas ocultistas o seres demoníacos del medio averno que pasaban a ser parte de su cuerpo.