Orocomay

cacica de una comunidad del centro-oriente de Venezuela

Orocomay (siglo XVI) fue la cacique de una comunidad en la actual zona centro-este de Venezuela, cerca del río Unare. Comandó un palenque de 5000 indígenas.[1]

Orocomay
Información personal
Nacionalidad Venezolana
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Ocupación Cacica Ver y modificar los datos en Wikidata

Los cronistas Gonzalo Fernández de Oviedo, fray Pedro de Aguado y Juan de Castellanos la describieron en sus crónicas:[2]

El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo escribió la Historia general y natural de las Indias,[3]​ según la cual, hacia 1536, Jerónimo Dortal, gobernador de la provincia de Paria, promovió una expedición en busca de El Dorado en la que se encontraron con la cacique Orocomay.[4]​ En un pasaje de Fernández de Oviedo se expresa el poder de Orocomay:

En aquellas provincias hallaron los cristianos en muchas partes, pueblos donde las mujeres eran reinas o cacicas e señoras absolutas, e mandan y gobiernan, e no sus maridos, aunque los tengan: y en especial una llamada Orocomay, que la obedescían más de treinta leguas en torno de su pueblo, la cual fue muy amiga de los cristianos. E no se servía sino de mujeres, y en su pueblo y conversación no había hombres, salvo los que ella enviaba a llamar para les mandar alguna cosa, o los enviar a la guerra. La tierra y estado desta reina, e todo lo que por allí es en sus confines, es tierra fértil e sana, e de muy buenas aguas e de mucho maíz e yuca e otros mantenimientos, de gentiles aires e templada región.[4][5]

Por su parte, Juan de Castellanos en sus Elegías de varones ilustres de Indias (1589) exaltó la belleza de esta mujer y su supuesta apertura sexual. Según autoras como Remedios Mataix, estas retóricas ahondaron en la fantasía colonial de las amazonas:

Orocomay es «hermosa, varonil, cabal, en todas proporciones elegante, y para guerra y paz mujer bastante», es «Señora de grandísimo talento, y á cualquier español aficionada», pues «en general es este mujeriego de bien compuestos miembros y lozanos, ninguna cosa duras al entrego: que suelen recibir lascivas manos derretidas en amoroso fuego, grandes aficionadas a cristianos».[6]

Referencias

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  1. Rincón-Soto, Lucía del Carmen (18 de diciembre de 2014), «Las mujeres indígenas venezolanas y sus logros en los albores del Siglo XXI», Temas de Nuestra América Revista de Estudios Latinoaméricanos (30): 73-89, ISSN 2215-5449 .
  2. Álvarez, María del Mar (2010), Historias de lucha de la mujer venezolana, Venezuela: Fundación editorial el perro y la lana, pp. 22-23, ISBN 978-980-14-0865-9 .
  3. López de Mariscal, Blanca (1997), I. El descubrimiento en las islas y en "La Tierra Firme", El Colegio de México, ISBN 978-607-564-086-0 .
  4. a b Luna, Lola G. (1982), «Las amazonas en América», Boletín americanista (32): 279-305, ISSN 0520-4100 .
  5. Cardoza Sáez, Ebert (2007), «El trabajo de los pueblos originarios de Venezuela en la visión de cuatro cronistas del siglo XVI», Presente y Pasado. Revista de Historia (24): 221-246, ISSN 1316-1369 .
  6. Mataix, Remedios (2010), «Androcentrismo, Eurocentrismo, Retórica Colonial: Amazonas en América», América sin nombre (15): 118-136, ISSN 1577-3442 .