En la teoría de sistemas mundiales, los países centrales son los países capitalistas de los que dependen los países periféricos y los países semiperiféricos. Los países centrales controlan y se benefician del mercado global. Generalmente son reconocidos como naciones ricas con una amplia variedad de recursos y se encuentran en una ubicación favorable en comparación con otros estados. Tienen fuertes instituciones estatales, un poderoso ejército y poderosas alianzas políticas globales.[1]

Mapa que muestra a los países por estado comercial a fines del siglo XX utilizando la diferenciación del sistema mundial en países centrales (azul), países semiperiféricos (amarillo) y países periféricos (rojo), según la lista en Dunn, Kawano y Brewer (2000).

Características editar

A los países centrales se las caracteriza por:

  • Son los más económicamente diversificados, ricos y poderosos (económica y militarmente).[2][3]
  • Tienen gobiernos centrales fuertes, controlando burocracias extensas y poderosas fuerzas armadas.[2][3]
  • Tienen instituciones estatales más fuertes y complejas que ayuden a gestionar los asuntos económicos interna y externamente.
  • Tienen una base impositiva suficiente para que las instituciones estatales puedan proporcionar infraestructura para una economía fuerte.
  • Son altamente industrializados y producen productos manufacturados en lugar de materias primas para la exportación.[2]
  • Cada vez más se especializan en industrias de información, finanzas y servicios.
  • Están a la vanguardia de las nuevas tecnologías y las nuevas industrias. Los ejemplos actuales incluyen industrias electrónicas y biotecnológicas de alta tecnología. Otro ejemplo sería la producción de automóviles en línea de montaje a principios del siglo XX.
  • Tienen fuertes clases burguesas y obreras.[2]
  • Tienen medios significativos de influencia sobre los países semiperiféricos y periféricos.[2]
  • Son relativamente independientes del control externo.

Según el sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein, un país central es dominante sobre todos los demás cuando tiene una ventaja en 3 formas de dominio económico durante un período de tiempo:

  • El dominio de la productividad permite a un país producir productos de mayor calidad a un precio más barato, en comparación con otros países.
  • El dominio de la productividad puede conducir al dominio comercial. Ahora, hay una balanza comercial favorable para la nación dominante ya que más países están comprando los productos del país dominante que comprándoles.
  • El dominio comercial puede conducir al dominio financiero. Ahora, entra más dinero al país. Los banqueros de la nación dominante tienden a recibir un mayor control de los recursos financieros del mundo.[4]

El dominio militar también es probable después de que una nación alcance estos 3 rankings. Sin embargo, se ha postulado que en todo el sistema mundial moderno, ninguna nación ha podido usar sus fuerzas armadas para obtener el dominio económico. Cada una de las naciones dominantes del pasado se hizo dominante con niveles bastante pequeños de gasto militar y comenzó a perder el dominio económico con la expansión militar más adelante.[5]

El sociólogo francés Daniel Chirot enumera los 5 beneficios más importantes que llegan a las naciones centrales por su dominio de las naciones de la periferia:

  • Acceso a una gran cantidad de materia prima.
  • Mano de obra barata.
  • Enormes ganancias de inversiones directas de capital
  • Un mercado para las exportaciones.
  • Trabajo profesional calificado a través de la migración de personas provenientes de fuera de los países centrales.[6]

Países centrales antiguos y actuales editar

A lo largo de la historia, las naciones centrales han estado cambiando y se han agregado nuevas a la lista.[1]​ Los países más influyentes en el pasado han sido lo que se consideraría centrales. Estos fueron los imperios de Asia y Medio Oriente (especialmente India y China) hasta el siglo XVI, cuando las potencias europeas tomaron la delantera, aunque las principales potencias asiáticas como China seguían siendo muy influyentes en la región. Europa se mantuvo por delante hasta el siglo XX, cuando las dos guerras mundiales se volvieron desastrosas para las economías europeas. Es entonces cuando Estados Unidos y la Unión Soviética, hasta fines de la década de 1980, se convirtieron en las 2 superpotencias hegemónicas, creando un orden mundial bipolar.

Los siguientes son los países centrales según el estudio de Chase-Dunn, Kawano y Brewer (2000):[1][7][8]

  Alemania   Australia   Austria   Bélgica   Canadá
  Dinamarca   España   Estados Unidos   Finlandia   Francia
  Irlanda   Italia   Japón   Noruega   Nueva Zelanda
  Países Bajos   Portugal   Reino Unido   Suecia   Suiza

Y esta es la lista de países centrales según el estudio de Babones (2005), quien señala que esta lista está compuesta por países que «han sido clasificados consistentemente en una sola de las tres zonas [núcleo, semiperiferia o periferia] de la economía mundial sobre todo el período de estudio de 28 años»:[1][9]

  Alemania   Austria   Bélgica   Canadá   Dinamarca   España
  Estados Unidos   Finlandia   Francia   Grecia   Hong Kong   Islandia
  Irlanda   Israel   Italia   Japón   Luxemburgo   Noruega
  Nueva Zelanda   Países Bajos   Reino Unido   Singapur   Suecia   Suiza

Referencias editar

  1. a b c d «Core Countries» (en inglés). Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  2. a b c d e Barfield, Thomas (2000). «Teoría del sistema mundial». Diccionario de Antropología. Siglo Veintiuno Editores. pp. 466-467. ISBN 9789682322389. Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  3. a b Halsall, Paul (Agosto de 1997). «Modern History Sourcebook: Summary of Wallerstein on World System Theory» (en inglés). Fordham University. Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  4. Wallerstein, Immanuel (2017). El moderno sistema mundial II: El mercantilismo y la consolidación de la economía-mundo europea, 1600-1750 (tercera edición). Madrid: Siglo XXI España. ISBN 978-84-323-1855-9. Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  5. Kennedy, Paul (1987). The Rise and Fall of the Great Powers: Economic Change and Military Conflict From 1500 to 2000 (en inglés). Nueva York: Random House. ISBN 978-0-307-77356-2. Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  6. Chirot, Daniel (1986). Social Change in the Modern Era. Harcourt Brace Jovanovich. ISBN 9780155814219. Consultado el 4 de octubre de 2019. (requiere registro). 
  7. Chase-Dunn, Christopher; Kawano, Yukio; Brewer, Benjamin (Febrero de 2000). «Trade Globalization since 1795: Waves of Integration in the World-System». American Sociological Review (en inglés) (Washington: American Sociological Association) 65 (1): 77-95. ISSN 0003-1224. Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  8. «Appendix to "Trade Globalization since 1795: waves of integration in the world-system"» (en inglés). Consultado el 4 de octubre de 2019. 
  9. Babones, Salvatore (Febrero de 2005). «The Country-Level Income Structure of the World-Economy». Journal of World-Systems Research (en inglés) (Pittsburgh: Universidad de Pittsburgh): 29-55. ISSN 1076-156X. Consultado el 4 de octubre de 2019. 

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