Parlamento popular

El término Parlamentos o Asambleas populares empezó a usarse en 1940 para referirse a aquellas legislaturas implementadas mediante elecciones acusadas de amañadas en Lituania, Letonia y Estonia para ofrecer legitimidad a la ocupación soviética de las Repúblicas Bálticas al poco tiempo de producirse la invasión a Polonia en 1939.[1][2]

En los tres países, las elecciones a los respectivos parlamentos siguieron el mismo camino dictado por funcionarios desde Moscú siguiendo el ejemplo de la incorporación de Bielorrusia y Ucrania.

Ocupaciones editar

Los días 15 y 16 de junio de 1940, la Unión Soviética lanzó varios ultimátums a los tres estados, los cuales ya habían sido invadidos por el Ejército Rojo. Finalmente, los gobiernos legítimos fueron reemplazados por gobiernos populares comunistas. Una vez ordenaron el cese de las actividades parlamentarias, anunciaron nuevas elecciones, las cuales se celebrarían el 14 de julio, sin embargo, a causa de la escasa participación del electorado, la jornada de votación continuó hasta el día siguiente.[3]

Elecciones editar

Resultados de las elecciones[4]
País Participación Votos para
Partido Comunista
Estonia 81,6% 92,2%
Letonia 94,7% 97,6%
Lituania 95,5% 99,2%

Tan solo aquellas candidaturas propuestas por las instituciones legales podían presentarse a las elecciones. En aquel entonces, todos aquellos partidos políticos y/u organizaciones no comunistas fueron ilegalizados.[4]​ Pronto empezarían a surgir de la clandestinidad varios partidos locales leales al recién instaurado régimen formados por: 1500 miembros en Lituania, 500 en Letonia y 133 en Estonia.[5]

De esta manera, solo el Partido Comunista proponía a los candidatos, exactamente uno por escaño. Por otro lado, hubo intentos de presentar alternativas que fueron rechazadas.[4]​ Durante aquellos días hubo represiones contra activistas políticos y críticos contra dichas elecciones. Por ejemplo, el 11 de junio, en Lituania, cerca de 2000 activistas fueron arrestados,[3][4]​ y otros tantos fueron obligados a votar. Para asegurarse de que así fuere, aquellos que acudían a votar, se les estampaba un cuño en el pasaporte, mientras que los que se negaban pasarían a ser considerados "enemigos del pueblo" con graves consecuencias.[6]

Las papeletas solo tenían una opción: el candidato propuesto por las autoridades comunistas. De acuerdo con los resultados manipulados, los candidatos afines obtenían más del 90% de los votos, tal como publicó el enviado soviético a Londres, el cual ofreció los resultados mucho antes de que se procediese con el cierre de la votación.[3][7]

Sesiones parlamentarias editar

Los tres parlamentos se reunieron el 21 de julio de 1940. En la primera sesión adoptaron de forma unánime resoluciones para pasar a ser repúblicas constituyentes. En otro decreto dirigido al Soviet Supremo solicitaron la adhesión de las recién establecidas RSS a la Unión Soviética. Cada respectiva Cámara escogió a su representante en Moscú.[3]

También se aprobaron otras leyes al respecto de las nacionalizaciones de las grandes empresas, propiedades, terrenos y otras políticas de sovietización sin oposición alguna.[4]

El 1 de agosto, una vez en la capital rusa, los delegados se dirigieron al Soviet Supremo, donde tras una aparente deliberación, se les concedió a las tres repúblicas el ingreso a la Unión: Lituania el 3 de agosto, Letonia el día 5 y Estonia el 6.[4]​ Posteriormente, los parlamentos pasarían a ser denominados Soviets Supremos en sus respectivas RSS. De esta manera, se completó el proceso de legitimación de la ocupación.[3]​ Incluso después de la disolución de la Unión Soviética, el Gobierno ruso mantiene que las repúblicas bálticas se adhirieron "voluntariamente".[8]

Referencias editar

  1. International Political Science Association. Research Committee of Legislative Specialists; Commonwealth Parliamentary Association (1998). World encyclopedia of parliaments and legislatures. Congressional Quarterly. p. 409. ISBN 1-56802-365-0. «In July Soviet authorities held a rigged election for a puppet legislature, the People's Parliament». 
  2. Senn, Alfred Erich (2007). Lithuania 1940: Revolution from Above. On the Boundary of Two Worlds. Identity, Freedom, and Moral Imagination of the Baltics. Rodopi. p. 205. ISBN 978-90-420-2225-6. 
  3. a b c d e Vardys, Vytas Stanley; Judith B. Sedaitis (1997). Lithuania: The Rebel Nation. Westview Series on the Post-Soviet Republics. WestviewPress. pp. 52. ISBN 0-8133-1839-4. 
  4. a b c d e f Misiunas, Romuald J.; Rein Taagepera (1993). The Baltic States: Years of Dependence 1940–1990 (expanded edición). University of California Press. pp. 26–29. ISBN 0-520-08228-1. 
  5. O'Connor, Kevin (2003). The history of the Baltic States. Greenwood Publishing Group. p. 117. ISBN 0-313-32355-0. 
  6. «RUSSIA: Justice in The Baltic». Time. 19 de agosto de 1940. Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. 
  7. Mangulis, Visvaldis (1983). «VIII. September 1939 to June 1941». Latvia in the Wars of the 20th century. Princeton Junction: Cognition Books. ISBN 0-912881-00-3. 
  8. Bugajski, Janusz (2004). Cold Peace. Greenwood Publishing Group. p. 109. ISBN 0-275-98362-5.