La Peluda (también llamada Bestia Lanuda o La Velue -"La Peluda" en francés-) era un supuesto monstruo mitológico o dragón que aterrorizaba a La Ferté-Bernard, en Francia. Se decía que merodeaba el río Huisne (de la cuenca del Sarthe).

Bestia Lanuda

Apariencia editar

Se decía que era del tamaño de un toro y tenía cabeza de serpiente. Su cuerpo era redondo y estaba cubierto de pelaje verde, y tenía aguijones cuya picadura era mortal. Sus patas eran anchas, similares a las de una tortuga de agua dulce. Tenía cola de serpiente, con la que podía matar a personas y animales.

Leyenda de su origen editar

Se decía que este animal sobrevivió al Diluvio sin haber entrado en el Arca. Noé decidió dejar fuera a la bestia debido a que era peligrosa para los demás animales, ya que tenía mal carácter y cuando se enojaba exhalaba fuego y escupía un ácido mortal a sus enemigos. Noé engañó a la criatura para que creyera que zarparían al atardecer, pero al final el Arca zarpó al amanecer.

El monstruo, conocido como la Peluda, luchó para salvarse y prometió vengarse de los humanos por abandonarlo. Siendo anfibio y teniendo piel gruesa, la Peluda nadó usando su cola gruesa y serpentina. Nadó hasta debilitar su cola, provocando que sea el único punto vulnerable en el cuerpo acorazado de la criatura.

Historia de sus ataques editar

La Peluda surgió de su cueva en la Edad Media y se escondió en la ribera del río Huisne en Francia. En venganza por haber sio abandonada en el Diluvio, comenzó a atacar humanos puros e inocentes, prefiriendo a las doncellas y niños. Buscaba a las doncellas más virtuosas, y a aquella que era capturada la llamaban la Corderita (l'agnelle). Se la llamó entonces en francés La Velue. Atacó granjas, establos y pueblos. Arruinó cosechas con su aliento de fuego y pisoteaba a sus víctimas con sus poderosas patas.

Cuando era perseguida por los campesinos, se sumergía en el Huisne, haciéndolo desbordar, e inundando toda la zona. Un día, atrapó a una doncella y la arrastró herida al lecho del Huisne. El novio de la joven decidió rescatarla,y fue ayudado por varios herreros que hicieron la espada con hoja ancha más afilada y ligera de todas. El joven practicó día y noche hasta que pudo manejar bien la espada, antes de salir a matar a la bestia acorazada. Finalmente se enfrentó al monstruo y cortó con la espada la cola de la Peluda, su único lugar vulnerable. El monstruo murió y fue embalsamado. Se festejó su muerte con tambores, pífanos y danzas.

En la cultura popular editar

Véase también editar

Referencias editar