Plantilla:Portada Bueno/622
Los sacramentos —en la teología de la Iglesia católica— son signos sensibles y eficaces de la gracia invisible de Dios a través de los cuales se otorga la vida divina, es decir, ofrecen al creyente el ser hijos adoptivos de Dios. Fueron instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia.
Los sacramentos se administran en distintos momentos de la vida del cristiano y simbólicamente la abarcan por entero, desde el bautismo (que se suele administrar a los niños) hasta la unción de los enfermos (que antes del Concilio Vaticano II se aplicaba sólo a los que estuvieran en peligro de muerte).