Plantillas ortopedicas

Las plantillas ortopédicas son ortesis o aparatos amovibles que permite cuidar el pie del peligro de un ataque fulminante dirigidos a corregir los equilibrios músculo-esqueléticos del cuerpo humano con énfasis en el sistema articular del pie durante la fase de apoyo y/o propulsión. Tienden a ser usados en prevalencia en presencia de patologías como fascitis plantar, espolón calcaneo, neuralgia de Morton o desviaciones ergonómicas como pie vago, valgo o pie plano.

Plantillas modernas

Hay en la actualidad una gran variedad de formas y tipos, desde plantillas que cubren el pie en su entereza hasta aparatos parciales que son diseñados para patologías específicas.

Historia editar

Es evidente que en época prehistórica el ser humano caminaba esencialmente descalzo y solo con la aparición del zapato se genera la necesidad de agregar elementos complementarios. Fueron inicialmente creadas para facilitar el caminar después de la invención del zapato y ya en época moderna han adquirido sus importantes atributos de corrección ortopédica.[1]

En Europa, algunos atribuyen la primera ortesis de cuero en 1845 por Lewis Durlacher (1792-1864), podólogo real británico nombrado por la Reina Victoria. Por contrario en Estados Unidos, otros atribuyen el primer soporte arco en 1865 al doctor Everett H. Dunbar, del estado de Massachusetts.

Fabricación editar

La fabricación se puede efectuar con los más variados materiales tales como piel vacuna (en sus origines), textiles de poliéster, plásticos termo-elastoméricos, poliuretanos y/o siliconados.

Referencias editar

  1. Fundación Ortopédica Pura+ (ed.). «Historia de las Plantillas Ortopédicas».