Portal:Edad Antigua/Biografía destacada

Muro de piedra con inscripción en letras griegas.
Una sección del código legal de Gortina, circa V a. C.

Epíclera (ἐπίκληρος) (epíkleros, plural epikleroi) era el término utilizado en la antigua Atenas, y en otras ciudades-Estado griegas, para referirse a la heredera de un padre que, en el momento de su muerte, no dejaba herederos varones. En Esparta y Gortina eran denominadas patrouchoi (πατρούχοι).

Las mujeres atenienses no tenían permitida la posesión de propiedades en su nombre, lo que derivaba en varias posibilidades con respecto a la herencia de una epíclera: si estaba casada y tenía al menos un hijo varón, el marido debía actuar como administrador del patrimonio del suegro hasta que el hijo tuviese edad suficiente para manejar la herencia; si era soltera, debía casarse con el familiar más cercano a su padre, con el fin de dar a luz al heredero. Este familiar no estaba obligado a aceptar el matrimonio y, en previsión tanto de este caso como del de la existencia de múltiples candidatos, existía una secuencia previamente definida para la elección del futuro esposo. Por último, si la epíclera estaba casada pero no tenía hijos varones, la evidencia sugiere que podía serle requerido el divorcio si el marido no cumplía con ciertas obligaciones. En todos los casos el patrimonio era propiedad del hijo y a él se adjudicaba; el padre del niño, ya fuese ajeno a la familia o familiar, debía actuar como simple administrador temporal, y la epíclera, como mera transmisora de la herencia paterna.[1]

Las espartanas, a diferencia de las atenienses, sí tenían derecho a la posesión de propiedades en su nombre, por lo que la herencia en Esparta estuvo sujeta a reglas mucho menos restrictivas. El conocimiento de lo que sucedía en otras ciudades-estado es más fragmentario, y se deriva principalmente de las polis de Gortina y Regio de Calabria.

Platón, en sus Leyes, trató este caso, y un gran número de mujeres mitológicas e históricas parecen haberse encontrado en dicha situación. Fueron epícleras, entre otras, Agarista de Sición y Agiatis, viuda del rey espartano Agis IV. La existencia de epícleras ha sido usada para explicar la cantidad de yernos que heredaron directamente de sus suegros en la mitología griega. Por su parte, la Tercera Guerra Sagrada se originó, en parte, por una disputa sobre epícleras.


  1. Schaps, 1979, p. 29.