Propelente de aerosol

El propelente de aerosol es un gas que contiene finamente atomizado un líquido.

Desde el punto de vista físico, un aerosol es una suspensión de un líquido atomizado finamente en un gas (el propelente de aerosol), como por ejemplo la niebla. Uno de los propelentes de aerosol que ha sido más utilizado es el CFC (clorofluorocarbono), en particular el R22, un derivado de hidrocarburo saturado de alta estabilidad. Actualmente el CFC está prohibido por el daño que provoca al ser liberado: al llegar a la estratósfera (50 km sobre el nivel del mar) interrumpe el ciclo de renovación del ozono, debilitando la capa de ozono.

Otro propelente utilizado por aerosoles es el butano. También se usa mezcla de gases como propano o butano que también sirve para alejar mosquitos

Véase también editar

Referencias editar