Proyecto Cocaína

Estudio global sobre la cocaína

El Proyecto Cocaína de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para la Investigación de la Delincuencia y la Justicia (UNICRI) es el mayor estudio a escala global sobre el uso de la cocaína y otros derivados de las hojas de las plantas de la coca (Erythroxylum coca y Erythroxylum novogranatense).[1]​ El estudio se realizó de 1992 a 1994 en 22 ciudades de 19 países alrededor del mundo, entre ellas Nueva York, El Cairo, Sídney y Lagos.[2]

Proyecto Cocaína OMS/UNICRI
Editores Organización Mundial de la Salud, Instituto Interregional de las Naciones Unidas para la Investigación de la Delincuencia y la Justicia
Terminado marzo de 1995
Publicado por Transnational Institute
Fecha de publicación 14 de junio de 2009

En marzo de 1995 se lanzó un dosier de prensa en donde se resumieron los aspectos destacados, la metodología utilizada, y las conclusiones y recomendaciones.[3]​ Dentro del dosier se señalaba que «los problemas de salud derivados del uso de sustancias legales, en particular el alcohol y el tabaco, son mayores que los problemas de salud derivados del consumo de cocaína» y que «los enfoques que enfatizan demasiado las medidas punitivas de control de drogas en realidad pueden contribuir al desarrollo de problemas relacionados con la salud».[4]

En la reunión n.° 48 de la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS llevada a cabo del 1 al 12 de mayo de 1995, el Gobierno de Estados Unidos a través de su representante, Neil Boyer, se mostró preocupado por las conclusiones solicitando al «Director General que le garantizara que la OMS se desvincularía de las conclusiones del estudio y que, en las actividades de abuso de sustancias, no se adoptaría un enfoque que pudiera utilizarse para justificar la producción continua de coca».[5][6]

El estudio fue obtenido por el Transnational Institute y publicado el 14 de junio de 2009.[7][8]

Objetivos editar

El objetivo del estudio fue recoger información acerca del uso de cocaína y otros derivados de la hoja de coca, quienes los usan, cuáles son los efectos en los usuarios y sus comunidades, y cómo responden los gobiernos a través de sus políticas y estrategias ante el problema de la cocaína.[9]

Países participantes editar

Los países que participaron en el estudio global se clasificaron en 4 tipos:[10]

Aspectos destacados editar

Dentro de los aspectos destacados del estudio se encuentran los siguientes:

  • El uso de hojas de coca no parece tener ningún efecto negativo a la salud, tiene efectos positivos medicinales y cumple funciones sociales y sagradas para las poblaciones originarias de los Andes.[11]

Conclusiones editar

Sobre los patrones de consumo, se establece que:

Una de las conclusiones más evidentes del proyecto Cocaína de la OMS y el UNICRI es que es imposible describir a un «usuario medio de cocaína». El estudio encontró una gran variedad en lo que se refiere al tipo de persona que usa cocaína, la cantidad de droga usada, la frecuencia de uso, la duración y la intensidad del uso, y los motivos que inducen al uso. A pesar de ello, en los países participantes se observaron tres patrones generales de uso:


  1. La inhalación de clorhidrato de cocaína es, con mucho, el uso más popular de los productos de la coca en todo el mundo. La mayoría de países y centros participantes no documentaron problemas significativos relacionados con la cocaína entre este grupo de usuarios.


  1. El hábito de fumar pasta de coca y crack, y la inyección de clorhidrato de cocaína representan comportamientos minoritarios en los países estudiados, y suelen darse entre desempleados, personas sin techo, sectores pobres y otros grupos minoritarios y marginados socialmente, como trabajadores sexuales y jóvenes de la calle. Los usuarios de estos productos de la coca suelen verse como personas degeneradas moralmente y como delincuentes.


  1. El último patrón es el uso tradicional de hojas de coca entre algunos pueblos indígenas de la Argentina, Bolivia, norte de Chile, Ecuador y el Perú, así como entre algunos grupos del Brasil y Colombia. El consumo de la hoja de coca forma parte integral de la tradición cultural andina y su cosmovisión. Para la mayoría de usuarios, la hoja de coca sigue teniendo un carácter sagrado. Aumentar la energía está entre sus usos principales y tiene funciones terapéuticas, sagradas y sociales.

Paquete Informativo sobre el Proyecto Cocaína OMS/UNICRI (1995)[12]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Amira. «Coca leaf: A Political Dilemma». www.druglawreform.info. Consultado el 21 de enero de 2020. 
  2. Organization, World Health (1995-07). «Cocaine use: the largest global study ever undertaken». World Health (en inglés) 48 (4): 25. ISSN 0043-8502. Consultado el 20 de enero de 2020. 
  3. «La OMS: seis llaneros solitarios». Transnational Institute (en inglés). 5 de octubre de 2010. Consultado el 21 de enero de 2020. 
  4. Goldacre, Ben (12 de junio de 2009). «Bad science: cocaine study that got up the nose of the US | Ben Goldacre». The Guardian (en inglés británico). ISSN 0261-3077. Consultado el 20 de enero de 2020. 
  5. «The WHO cocaine project». Transnational Institute. 4 de febrero de 2010. Consultado el 20 de enero de 2020. 
  6. «WHA48/19995/REC/3». Summary Records and Reports of Committees (Ginebra: Organización Mundial de la Salud). 1995. Consultado el 20 de enero de 2020. 
  7. Brownstein, Henry H. The handbook of drugs and society. p. 108. ISBN 978-1-118-72666-2. OCLC 911618368. Consultado el 20 de enero de 2020. 
  8. «World Health Organization global Cocaine Project Study suppressed by the United States for 13 years, 1995 - WikiLeaks». wikileaks.org. Consultado el 21 de enero de 2020. 
  9. Aza Jácome, Alfonso,. Drogas y políticas públicas : ¿legalización o prohibición?. p. 164. ISBN 978-958-12-0436-6. OCLC 1083692430. Consultado el 21 de enero de 2020. 
  10. «WHO/UNICRI Cocaine Project». www.brucekalexander.com. Consultado el 20 de enero de 2020. 
  11. Introduction and contents (1995): 2.
  12. Paquete informativo sobre el Proyecto Cocaína (ES). Organización Mundial de la Salud. 1995. p. 37. Archivado desde el original el 28 de enero de 2020. Consultado el 20 de enero de 2020. 

Bibliografía editar

Enlaces externos editar