Reglamentarismo de la prostitución

El reglamentarismo de la prostitución es un modelo teórico jurídico que considera que la prostitución es necesaria socialmente y debe ser controlada por el Estado. El reglamentarismo utiliza un sistema de control sanitario y policial, que es ejercido únicamente sobre las prostitutas y no sobre los clientes consumidores, con el objetivo de prevenir contagios masivos de enfermedades venéreas.[1]​ La prostitución es permitida en ciertas zonas delimitadas.[2]

Aspectos policiales (erradicación de elementos potenciales de desorden social) y sobre todo médicos (preocupación creciente de los higienistas ante el gran miedo de las enfermedades venéreas) confluyeron en la gestación de tal normativa, y el prostíbulo reglamentado vino a ser el resultado de un compromiso estratégico entre Familia y Estado, en una sociedad de vigilancia y disciplina social.[3]

El reglamentarismo sostiene la despenalización del trabajo sexual.

Referencias editar

  1. Daniela Heim y Núria Monfort «Vigilar y castigar: las nuevas propuestas de políticas públicas para la prostitución en Europa; análisis de los modelos de Suecia y los Países Bajos.1».  Revista Nueva Doctrina Penal, 2005, Buenos Aires, Editores del Puerto, 2005, páginas 771-812.
  2. Santamaría, Daniel Castellano; Gómez, Alicia Gil; Magdaleno, Pau Serrano (2004). Mujeres. La mediación social: Las diferentes realidades.. Universitat Jaume I. ISBN 978-84-8021-480-3. Consultado el 11 de agosto de 2020. 
  3. Jean Louis Guereña,«Los orígenes de la reglamentación de la prostitución en la España contemporánea. De la propuesta de Cabarrús (1792) al Reglamento de Madrid (1847)». DYNAMTS. Acta Hisp. Med. Su. Hist iliw., 15, 1995, páginas 401/441