El romance heroico o endecasílabo es una agrupación estrófica de la métrica española que tuvo curso desde el primer cuarto del siglo XVII hasta la actualidad.

Está compuesto por versos de once sílabas (endecasílabos) y rima en asonante solo los versos pares, como en el romance octosílabo. Surgió por vez primera en la traducción libre de José Pellicer de Salas y Tovar de la Argenis del escocés John Barclay (1626)[1]​ y desde entonces se utilizó mucho (Tirso de Molina, Francisco Manuel de Melo, Bernardino de Rebolledo, Francisco de Trillo y Figueroa), también en los siglos XVIII (donde fue frecuente en la tragedia neoclásica, por ejemplo en la Raquel de Vicente García de la Huerta) y en el XIX. Suele dividirse en grupos o estrofas de cuatro versos:

«Sócrates, sin salir jamás de Grecia / pretende ser de todo el universo; / yo, que con los extraños he vivido, / morir entre los propios apetezco» (Bernardino de Rebolledo, siglo XVII).

El romance heroico no se destina, como su nombre parece indicar, a asuntos épicos, pero sí suele emplearse en temas nobles, serios y meditativos.

Véase también editar

Referencias editar

  1. Antonio Carreira, "Hacia un genuino arte del verso", en Robert Jammes (coord.), Literatura Española en tiempos de los Novatores, Presses Univ. du Mirail, 2008, p. 296. https://books.google.es/books?id=s16hYSaMAjsC&dq=%22romance+heroico%22+Pellicer&hl=es&source=gbs_navlinks_s
  • José Domínguez Caparrós, Métrica española, Madrid: UNED, 2014.