Una salvadera, era un pequeño recipiente parecido a un salero, que servía para conservar la arena secante. Las salvaderas solían tener las tapas cóncavas para que fuera más fácil volver a poner la arena dentro del recipiente.

Una salvadera en el Museo de la Ciencia de Londres

Arena secante

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La arena secante era una arena fina que se espolvoreaba sobre la tinta húmeda, para acelerar su secado, en la época previa a la invención del papel secante. Esta arena fina se preparaba a partir de sustancias como sal finamente molida, arena o polvo de minerales blandos, tales como talco o calcita. Una mezcla de goma sandáraca y piedra pómez o concha triturada sirve como arena secante. Esta mezcla también se puede utilizar como apresto para el papel o ciertos tejidos.[1]

Referencias

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  1. Jeanne Rose (2004). Sandarac/Pounce. Consultado el 4 de abril de 2008. 

Véase también

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