Tranquilino Sandalio de Noda

Tranquilino Sandalio de Noda Martínez, notable sabio naturalista, geográfo, agrimensor, agrónomo, periodista y ensayista cubano. Nació en Puerta de la Güira, actual municipio de Artemisa, provincia de igual nombre, entonces perteneciente a la Jurisdicción de Guanajay, el 3 de septiembre de 1808, y falleció en San Antonio de los Baños, el 23 de mayo de 1866.

Formación autodidacta editar

Creció en las estribaciones de la Sierra del Rosario en una hacienda llamada San José de Manantiales en las cercanías de la actual Soroa. Vivió en diferentes etapas de su vida en varias haciendas de Vueltabajo (actuales provincias de Pinar del Río y Artemisa (cerca del propio pueblo de Pinar del Río, San Diego de los Baños, San Andrés, Galafre), en La Habana y en San Antonio de los Baños, en sus últimos años.

Fue agrimensor, agrónomo y geográfo de formación fundamentalmente autodidacta. Tuvo acceso a la biblioteca de un emigrado francés y al asesoramiento del agrónomo José María Dau, en cuya vivienda recibió lecciones de gramática, aritmética, álgebra y latín, desde 1823, y ya en 1824 entrante lo auxiliaba en la medición de tierras. Se presentó a la Comisión de Examen y alcanzó el título de agrimensor, en 1832, también el de agrimensor titular de la Academia Pretorial, en 1840.

Obra profesional editar

Desde temprana edad se aficionó a la medición de terrenos y caminos. Elaboró el mapa topográfico de la región occidental de Cuba (llamada entonces Vueltabajo), al oeste de la ciudad de La Habana. Exploró la Sierra del Rosario y los mogotes de la Sierra de los Órganos, y su sistema cavernario. Fue el primer explorador conocido del Pan de Guajaibón, la mayor altura del occidente cubano. Exploró y describió las costas de Pinar del Río y dibujó mapas de muchas haciendas de Vueltabajo. Elaboró el "Proyecto General de Caminos de Vueltabajo” e “Itinerarios para vapores”. Fue el descubridor en 1831 de los peces ciegos en las cavernas del sur de La Habana, de nombre común: cusk-eel, de etimología: Fugere lucem (L). Hizo el primer reporte de Amblyopsis spelaea. Colaboró con Felipe Poey en el aseguramiento de los especímenes que este usó en su primera descripción publicada.

Se dedicó al estudio de diferentes cultivos agrícolas. En 1829, la Sociedad Económica de Amigos del País premió su Memoria sobre las causas que producen la alternación de cosechas en el café, y lo eligió Socio de Mérito. En 1831, premió su trabajo "Memoria sobre el modo de exterminar la hormiga bibijagua".

Como figura pública ocupó la jefatura de la oficina de Estadística del gobierno colonial de la isla de Cuba en 1852, hasta su muerte en 1866.[1]

Obra literaria editar

Fue además políglota y traductor al español de obras literarias desde el inglés, el francés y el griego. Comprendió varias lenguas africanas habladas por los esclavos en Cuba y confeccionó un diccionario del idioma Congo. Trabajó además en un diccionario inacabado de la lengua Siboney (Ciboney se escribía entonces) que se considera perdido. A Noda se le atribuye por Esteban Pichardo una influencia decisiva en el asentamiento de la ortografía de la ciudad y provincia de Pinar del Río, en lugar de "Pinal" del Río.

Entre su obras literarias se cuentan relatos de viajes (“La excursión al Guajaibón”) escenas costumbristas y leyendas folklóricas (“Tradiciones Cubanas” publicada en 1843; “Cartas a Silvia”), novelas (“El Cacique de Guajaba”) y poemas.

Bibliografía editar

Sus trabajos científicos fueron recogido en publicaciones periódicas como "Las Memorias de la Sociedad Económica de Amigos del País" y en "Los Anales de la Junta de Fomento". Escribió notables trabajos de Geografía, Estadística, Economía, Política e Historiografía. Entre ellos: “Un tratado de economía política en aplicación a la Isla de Cuba”, “Los guajiros de Vueltabajo”, “Riqueza y raíz de Cuba”, “La Historia del Marién”. Entre sus obras principales se encuentra “El Atlante Cubano”, sobre Agricultura y Agronomía. Elaboró, además, un Atlas matemático, físico y político, una Memoria sobre el sistema métrico decimal y ventajas de su implantación[2][3]

Dejó múltiples obras inconclusas o perdidas en parte e inéditas, entre ellas: Diccionario Siboney, Educación Elemental, Nuevo Arte de la Taquigrafía; Traducciones de Voltaire: La Henriade, Adelaide du Gueselin, La mort de Cesar, y el estudio que sobre este autor realizó. Quedó inconclusa también su novela "El Cacique de Güines: Habanaguex” y un Elogio sobre Luis de Camoens.[4][5]

Fue muy elogiado por José Martí, escritor y héroe de la independencia de Cuba,[6]​ quien lo llamó "el pasmoso Noda". En un artículo publicado en el periódico "Patria", el 19 de marzo de 1892, al criticar una medida colonial que impedía la formación de doctores en Cuba, Martí escribió que "... la tierra que da Nodas puede pasarse sin doctores". En su honor el Museo de Historia Natural de Pinar del Río lleva su nombre. Se le reconoce como el mayor sabio de esta región del país.[7]

Referencias editar

  1. Sección ULTRAMAR, AHN. El gobernador superior civil de Cuba somete a la aprobación del Ministerio de Ultramar el nombramiento que ha hecho a favor de Mariano Carles y Casadevall para cubrir la plaza de oficial mayor jefe de negociado de tercera clase en la Sección de Estadística del Gobierno Superior Civil de la isla, que quedó vacante al fallecer Tranquilino Sandalio de Noda. ES.28079.AHN/16//ULTRAMAR,4713,Exp.26. 
  2. Científicos Relevantes de Cuba
  3. «Tranquilino Sandalio de Noda: Un genio precursor de las ciencias». Archivado desde el original el 23 de mayo de 2010. Consultado el 1 de agosto de 2011. 
  4. Somos Jóvenes. Presentación y estimativa inicial del “Pasmoso Noda”
  5. Tranquilino Sandalio de Noda / por Emeterio S. Santovenia
  6. José Martí Obras Completas Tomo 22 Ed. 1975, pág. 170
  7. Tranquilino Sandalio de Noda. El sabio Vueltabajero. Pedro L. Hernández, Gerardo Ortega y Jorge E. Ramírez. Editorial Científico Técnica, La Habana 2009. ISBN 978-959-05-0552-2