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Memorial del Periodismo Nicaragüense editar

Compilación y notas por LILLY SOTO VÁSQUEZ

Revista Temas Nicaragüenses en su 15 aniversario inicia la concreción de la idea anhelada por el periodismo de Nicaragua, como lo es la creación del Memorial de los hombres y mujeres que han dedicado su vida a contribuir a la Historia de Nicaragua. Esta idea fue originalmente fruto de las conversaciones entre un grupo de periodistas que permitió elaborar un listado de todos aquellos hombres y mujeres que han fallecido con la finalidad de fortalecer la Historia del periodismo de Nicaragua. La lista fue realizada con la participación de todo el periodismo nacional, pero se destacan los siguientes: Guillermo Cortés, María Helena Cerpas, Beatriz Céspedes que con su página web contribuyó a que todos fueran indicando los fallecidos de cada región del país. De igual forma debe recordarse a Carlos Salgado quien elaboró la primera lista de 16 fallecidos. Especial mención debe darse a la Peña de Periodistas. La peña del Periodista Nicaragüense |  Su servidora ha publicado retratos sobre los periodistas fallecidos y que hoy inicia la publicación del Memorial desde las páginas de la Revista Temas Nicaragüenses. Se presenta la vida y obra del Dr. Danilo Aguirre Solís, hombre destacado en la fundación de El Nuevo Diario y luchador incansable por la libertad de expresión a través de cuatro documentos. “Danilo Aguirre Solís: hombre-estandarte de la lucha por la libertad de expresión en Nicaragua.”;  Danilo Aguirre fue un gran hombre” Afirmó el magistrado de la CSJ, doctor Rafael Solís Cerda. Escrito por Edgar Solorzano. Obituario Danilo Aguirre Solís, voz crítica del Nicaragua de Carlos Maldonado, publicado en el Diario El País, España [1]​y Danilo Aguirre Solís: El hombre "que era un periódico " de Octavio Enriquez  publicado en Confidencial el 10 de noviembre de 2022.[2]

   


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Pedro Joaquín Chamorro y Danilo Aguirre en el Diario La Prensa

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Fundador de El Nuevo Diario, diario nicaraguense desaparecido

Danilo Aguirre Solís: hombre-estandarte de la lucha por la libertad de expresión en Nicaragua .Lilly Soto Vásquez editar

Danilo es de los hombres que pasan por la vida y se quedan en la historia. Su muerte es sólo una modalidad de la vida para continuar en el pensamiento y en la memoria de los nicaragüenses y particularmente del periodismo nacional.  Su obra es polifacética. Como abogado, -su actuar fue sobre las causas justas; como periodista, un maestro no solo de la prensa escrita sino en todas las formas: prensa escrita, radial, televisada y de la web. Conoció y aplicó todas las formas y modalidades de la comunicación y todas fueron con acierto. Como padre de familia, siempre estuvo al tanto de la misma procurando con su trabajo propiciar el sustento de la prole. Respetuoso de la misma y valorando a cada uno de sus hijos y nietos. 
 Con vida efectiva en la esfera política de la nación. Amigo y luchador junto con Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. En la lucha clandestina, desde la prensa, desde su defensa de reos políticos, contribuyendo siempre. Con el gremio, no escatimaba nada. Siempre colocó la lucha gremial antes de sus propios intereses. Defensor  contundente de los trabajadores de El Nuevo Diario.  Amante de la tertulia, del tango y de los vinos y tragos. Con una personalidad transformada para acaparar la atención con su canto y con su larga trayectoria de veladas nocturnas. Conocedor de los vericuetos, andanzas, maledicencias y acciones cubiertas y encubiertas de los políticos. Acucioso y puntilloso con el lenguaje.
 Tenía la divina facultad de elaborar títulos cortos y sencillos para la comprensión de todos los nicaragüenses. Firme en su actuar. No dudó en ningún instante en fundar El Nuevo Diario y llevar su vida con el desarrollo de su creación conjunta a la par de  Javier Chamorro Cardenal, Ricardo Trejos Maldonado, Ernesto Aburto, Luis Rocha y tanto otros compañeras y compañeros fundadores y luchadores de El Nuevo Diario. Disfrutó hasta la saciedad el triunfo de la Revolución Popular Sandinista como todo militante de la vieja guardia del Frente. Como diputado del FSLN en la Asamblea Nacional siempre contribuyó a elaborar leyes acordes con el sistema jurídico nacional sin violar las normas ni pretender quedarse en el poder a costillas de otros.  Claro y diáfano en sus participaciones políticas, tanto en la fundación de la Unión de Periodistas de Nicaragua (UPN), al igual que en la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) donde dignamente nos representó como Secretario General de la misma. 
 Cuando consideró que los dirigentes comenzaban a desviarse del Programa Histórico del FSLN, no dudó en decírselos con su actuar y con su participación política. Crítico tenaz de las desviaciones del poder. No toleraba la corrupción en el somocismo, mucho menos que lo iba a tolerar en un gobierno dizque dirigido por sandinistas.  Merecedor de todos los honores del periodismo nacional, pero por envidias de los detentadores del poder y por falta de tino jamás le fue entregada la Orden Rubén Darío en vida, la que le será entregada de manera póstuma por el gobierno que valore al periodismo como Dios manda.  Estas palabras son en honor a Danilo Aguirre Solís, hombre estandarte de la lucha por la libertad de expresión en Nicaragua. Sirvan las mismas como condolencias al pueblo nicaragüense, al periodismo nacional y a su familia, de manera especial a su esposa y mi gran amigo y compañero, Erick Aguirre y a la militancia del sandinismo histórico.  Guatemala de la Asunción, 11 de noviembre de 2015

Danilo Aguirre fue un gran hombre” Afirmó el magistrado de la CSJ, doctor Rafael Solís Cerda. Escrito por Edgar Solorzano. editar

Miércoles 11 de noviembre de 2015 “Danilo Aguirre fue un gran hombre, una gran persona y un gran periodista”, afirmó el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, doctor Rafael Solís Cerda, al ser consultado por los periodistas sobre el sensible deceso del doctor Aguirre Solís. Fue un gran abogado y un gran parlamentario, agregó el doctor Solís Cerda. “Considero que su desaparición física es una gran pérdida para el país”, dijo de manera categórica el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, doctor Rafael Solís Cerda. Recordó que hace algunos días había hablado con él porque estaba en las recurrencias de sus enfermedades, pero para mí fue un gran susto cuando me encontré con esa triste noticia. El doctor Danilo Aguirre Solís falleció a las ocho y media de la noche de ayer martes, producto de un infarto múltiple, según informó su hijo, el escritor Erick Aguirre Aragón. “Yo lamento profundamente su muerte”, dijo el magistrado Solís Cerda.

El doctor Danilo Aguirre Solís y el doctor Rafael Solís Cerda, trabajaron juntos en el Consejo de Estado y en los primeros años de la Asamblea Nacional, donde cosecharon una gran amistad. “Considero que su desaparición física es una gran pérdida para el país”, dijo de manera categórica el magistrado de la Suprema Corte. Como una manera de plasmar la personalidad del doctor Danilo Aguirre Solís a solicitud de los periodistas, el magistrado Solís Cerda expresó que “fue un hombre de una gran firmeza, con una gran defensa de sus convicciones, de gran inteligencia e integridad moral”. Recuerdo que discutimos fuertemente cuando estábamos elaborando la Constitución Política de 1987 y eso nos hizo más amigos todavía, expresó el doctor Solís Cerda. “

Aunque disentimos en distintos puntos de vista y cada quien los defendió, fuimos grandes amigos”, dijo sensiblemente emocionado. “Danilo Aguirre fue un gran hombre, una gran persona y un gran periodista”, afirmó el magistrado de la Corte Suprema de Justicia, doctor Rafael Solís Cerda. “Realmente es una pérdida para el país”, reiteró el magistrado de la CSJ. “El doctor Danilo Aguirre fue una persona estudiosa, acuciosa y defensora de sus posiciones”, reiteró el doctor Solís Cerda. “Últimamente tenía una actitud muy positiva para con nosotros de diálogo. Llegaba a la Corte Suprema y teníamos unas grandes discusiones. Se había retirado bastante de la política y estaba en una posición muy madura y muy constructiva en relación al gobierno y al mismo Frente Sandinista”, expresó el doctor Solís Cerda. “Él no quería que se manipularan sus posiciones ni mucho menos”, explicó. “Danilo fue un gran defensor de la libertad de expresión, fundó El Nuevo Diario del cual estuvo al frente hasta que este rotativo se vendió. Fue un gran hombre”, finalizó el magistrado Rafael Solís Cerda. [3]



Obituario.Danilo Aguirre, periodista, voz crítica de Nicaragua. Carlos Maldonado.17 Noviembre 2015 editar

- Fundó ‘El Nuevo Diario,’ al que convirtió en la segunda cabecera del país centroamericano, y plantó cara a Somoza y Ortega

 
Conferencia sobre Libertad de expresion en Nicaragua

Danilo Aguirre, periodista nicaragüense, durante una conferencia en 2013.MARIO LÓPEZ (EFE) El periodista y exlegislador nicaragüense Danilo Aguirre Solís murió el pasado 10 de noviembre a los 76 años en su casa de Managua a causa de un infarto. Era uno de los maestros del periodismo de Nicaragua, fundador de El Nuevo Diario en la década de los ochenta —el segundo periódico más importante del país y en su momento estandarte de los valores de la izquierda— en pleno fulgor de la revolución sandinista. Como editor convirtió la titulación en un arte supremo: sus titulares marcaban el pulso de la realidad nacional. Fue un férreo opositor de la dictadura somocista —que atacaba con sus titulares desde la redacción del diario La Prensa, siempre amenazada por el somocismo— y apoyó con pasión al sandinismo, en cuya lucha guerrillera murió uno de sus hijos. “Vencimos y adelante”, fue el titular con el que celebró el triunfo revolucionario.

Tras el regreso al poder del presidente Daniel Ortega, en 2007, Aguirre se convirtió en uno de sus críticos más fieros, denunciando los abusos de poder del Frente Sandinista. Aguirre fue uno de los impulsores de la reforma de la Constitución que, tras la derrota del sandinismo, a inicios de la década de los noventa del siglo pasado, prohibió la reelección presidencial en Nicaragua. Quienes lo conocieron afirman que era un amante de los tangos y los boleros, que gustaba cantar en sus tertulias. “Con una personalidad transformada para acaparar la atención con su canto y con su larga trayectoria de veladas nocturnas. Conocedor de los vericuetos, andanzas, maledicencias y acciones cubiertas y encubiertas de los políticos. Acucioso y puntilloso con el lenguaje. Tenía la divina facultad de elaborar títulos cortos y sencillos para la comprensión de todos los nicaragüenses”, dijo de él la periodista Lilly Soto Vásquez.

Aguirre amaba el periodismo con intensidad y pasó toda su vida dentro de las redacciones, enseñando a varias generaciones de periodistas nicaragüenses. Era un observador de la realidad del país y conocía en profundidad la historia caudillesca de Nicaragua, los pactos políticos, las eternas disputas entre liberales y conservadores, primero, y el proceso de deterioro del Frente Sandinista, el partido en el que militó, pero que dejó a inicios de la década de los noventa para fundar el Movimiento Renovador Sandinista junto el exvicepresidente y escritor Sergio Ramírez, que lo recuerda como “un gran periodista, gran amigo, compañero de tantas aventuras, tanto que voy a extrañarlo”. Hombre de ideas “

El talento periodístico de Danilo Aguirre se puso a prueba mil veces en ese instante singular que los editores llaman la agonía a la hora del cierre, y nos enseñó que aun en los momentos de máximo dolor y privación, el periodista debe prevalecer y atender después los duelos personales”, escribió el pasado miércoles el periodista Carlos Fernando Chamorro. “Danilo nutría su talento de una amalgama de ese temperamento volcánico, el humor negro a flor de piel, y su memoria de elefante. Pero no debe soslayarse su condición de intelectual y hombre de ideas, comprometido hasta el último día con los cambios sociales que demanda Nicaragua, en libertad y democracia”, agregó. Dejó la redacción de El Nuevo Diario en 2011, cuando los dueños del periódico vendieron el rotativo a un poderoso grupo financiero de Nicaragua y la política editorial, hasta entonces progresista, combativa y opuesta con el Gobierno, pasó a una posición edulcorante, donde la orden de los nuevos jefes era no criticar al régimen de Ortega. Uno de sus amigos más cercanos, el también periodista Ernesto Aburto, dijo que “deja un legado de periodismo apasionado, que se vivía en la sangre, en el corazón y en el cerebro las 24 horas del día”. [1]l

Danilo Aguirre Solís: El hombre “que era un periódico” Octavio Enríquez.10 de noviembre 2022 editar

Se enfrentó al poder con valentía, una máquina de escribir y titulares precisos. Su vasto legado periodístico sigue vigente a siete años de su muerte La mañana del 10 de enero de 1978, mientras el cadáver de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal (PJChC) yacía en la morgue del Hospital Oriental de Managua, el jefe de la redacción del diario La Prensa, Danilo Aguirre Solís, estaba al mando de la edición del magnicidio. Según los testimonios de entonces, Ernesto Aburto acompañó a las 8:25 de la mañana en su carro a Aguirre Solís, hasta el lugar donde fue asesinado el entonces director del periódico, un crimen que ocurrió en los alrededores de lo que hoy son las instalaciones de la Asamblea Nacional. Vieron el carro café placa MA-2C454 marca Saab estrellado contra un poste tras el atentado. Después salieron para el centro hospitalario para confirmar el desenlace de aquel ataque a balazos contra un hombre que sigue siendo un símbolo continental de la lucha de Nicaragua contra la tiranía de la dictadura somocista. Aburto recuerda a Aguirre Solís en la redacción, repartiendo asignaciones entre los reporteros, preguntando sobre los acontecimientos y pendiente de la carpintería de lo que hubiera sido un día imposible en cualquier redacción del mundo. “Debió echarse el dolor en un bolsillo”, describe Aburto, de 74 años, cuando han trascurrido 44 desde el asesinato. La edición vespertina circuló con un título principal a dos líneas, escrito por el doctor Aguirre Solís: “¡Mandaron a asesinarlo!”. La segunda nota de aquella portada histórica advirtió: “Conciencia nacional reclama justicia”. El día del entierro de PJChC, el jefe de redacción tituló: “Los enterrados serán ellos”, que resultó ser premonitorio porque la revolución popular contra la dictadura somocista triunfó un año y medio después. Titulares como esos —altamente impactantes para los ciudadanos— relataron páginas de las más memorables de la historia de Nicaragua. Erigieron también al autor de los mismos encabezados en uno de los maestros del oficio.

Danilo Aguirre Solís entró con su esfuerzo a una galería de los grandes periodistas que ha dado Nicaragua, entre los que se cuenta Rigoberto Cabezas, Enrique Gottel, Anselmo Rivas y Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Fue hijo también de una época con nombres destacados como el poeta Pablo Antonio Cuadra, Jaime Chamorro Cardenal, Filadelfo Martínez, Agustín Fuentes, Anuar Hassan, Manuel Eugarrios, Horacio Ruiz, Ernesto Aburto, Ángela Saballos, Filadelfo Alemán y otros más.

El periodismo “combativo” de Danilo Aguirre Solís Ese tipo de periodismo crítico al poder, Aguirre Solís lo llamó “combativo” en varias entrevistas a lo largo de su vida. “Danilo era un periódico con cabeza, tronco y extremidades. Desde la mañana en que se levantaba en su casa, estaba pensando en el periódico que iba a hacer. Él vivía la pasión del periodismo”, afirma Aburto sobre este hombre, con quien compartía el buen humor, cantaba tango y boleros en reuniones fuera del diario. Según tres excolegas del doctor Aguirre Solís, consultados para este perfil, su valentía fue una marca personal durante más de medio siglo ejerciendo el periodismo, desde inicios de 1960, cuando fue un reportero desconocido de Radio Mundial. La fiscalización al poder la ejerció con firmeza como jefe de redacción de La Prensa y después de la revolución que apoyó desde las páginas de El Nuevo Diario, el periódico que fundó el 19 de mayo de 1980 con Xavier Chamorro Cardenal, y que fue su última casa editorial. Si García Márquez dijo alguna vez que para escribir sus novelas solo necesitó las letras del alfabeto, el maestro nicaragüense ocupó su máquina de escribir para plasmar la crónica de Nicaragua. Sus armas para cumplir ese cometido fueron su talento, una inteligencia nata para adelantarse a los acontecimientos inmediatos y su conocimiento enciclopédico. Resistió a la dictadura de los Somoza, sobreviviendo a la masacre de los estudiantes el 22 de enero de 1967 con su hermano Sergio Aguirre Solís. Perdió a su hijo, Danilo, asesinado a manos de la Guardia Nacional en 1979.

En su caso, periodismo y política fueron de la mano a lo largo de su vida. Fue diputado entre 1984 y 1997, la primera parte como miembro de la bancada del Frente Sandinista y la segunda del Movimiento Renovador Sandinista, disidente del FSLN. Por un lado, fue uno de los firmantes de la Constitución Política de 1987, que concentró el poder en el Ejecutivo, pero ocho años después respaldó la prohibición de la reelección presidencial reformando la carta magna. Un hito.

Aguirre Solís se desencantó con el FSLN, criticó a Daniel Ortega y denunció la instalación de una nueva dictadura. Se retiró en 2012, después de la venta de El Nuevo Diario en mayo de 2011 —confirmada por la familia Chamorro— al empresario Ramiro Ortiz Gurdián, propietario del Banco de la Producción (Banpro). Ortiz es uno de los grandes capitales de Nicaragua que respaldó el entendimiento del sector privado con el régimen promoviendo el modelo de “diálogo y consenso”, compró el diario y mantuvo una relación no confrontativa hasta el día en que los empresarios cuestionaron la represión en 2018 y pidieron un adelanto de elecciones para resolver la crisis. En 2019, END cerró víctima de las presiones de una dictadura cada vez más radicalizada. Muchos entonces recordaron a Aguirre Solís y su legado de denunciar al poder, fomentando de manera paralela el desarrollo social con justicia para Nicaragua. “Fue un hombre de ideas, comprometido con el cambio social en Nicaragua, proclamando que la justicia social es inseparable de la democracia con libertad”, dijo Carlos Fernando Chamorro, director de CONFIDENCIAL y el programa televisivo Esta Semana, el 11 de noviembre de 2015, un día después del inesperado fallecimiento del maestro, producto de un infarto.

Su muerte fue una sorpresa para todos los que lo conocieron. En la redacción de El Nuevo Diario, lo llamaban Bananón, Danilo, el maestro, o el doctor a secas —incluido en este último caso Félix, Erick y Sergio, tres de sus hijos— porque era abogado. Su periódico estuvo poblado de personajes como una señora que se dedicaba a recibir las denuncias de los pobladores, que muchas veces le decían que solo habían llegado porque querían ser escuchados. También ahí laboró el asistente Carlos Gutiérrez “el tranquilo”. “Extraño a los dos (al padre y al periodista). Al segundo porque, si bien en mis primeros 15 o 16 años como periodista traté de formarme algo alejado de él, nunca pude de verdad alejarme de su influencia y sus enseñanzas, y al final terminamos trabajando juntos en El Nuevo Diario. Pero extraño más al segundo.

Las pláticas en reuniones familiares, las tertulias, la cantadera y esa costumbre que él tenía de reírse de todo”, cuenta el escritor Erick Aguirre. Despertaba tanto respeto en la competencia, que conocí periodistas que me dijeron que les hubiera gustado que Aguirre Solís titulara sus notas, aunque hubiese sido solamente una vez, como aquel bolero de Agustín Lara. El director que de niño fue voceador de periódicos El doctor nació el 22 de octubre de 1939 en Managua, una ciudad que ya no existe y que creció desordenada después del terremoto de 1972. Según Erick Aguirre, su padre creció viendo de cerca a las catedrales de la información en el barrio San Sebastián de Managua, en referencia a Radio Mundial y los diarios La Flecha, La Estrella de Nicaragua y La Prensa. Lo creó su madre Donatila Aguirre, igual que a su hermano Sergio. Desde muy pequeño fue un lector voraz. Trabajaba para colaborar en casa.

Según Erick, a los nueve años el doctor tomaba la Calle 15 de Septiembre de la vieja Managua y regresaba por la calle paralela en la noche, después de haber voceado los principales diarios del país. Recorría los últimos confines de la capital. Así se enamoró del periodismo y de la ciudad que se alojó para siempre en su corazón. Con mucho esfuerzo, se graduó de primaria alimentando su conocimiento con la lectura exploratoria de los diarios que voceaba, y lo que aprendía en sus libros, fuente para su memoria prodigiosa. En las calles, en sus tiempos libres, se divertía jugando béisbol, sin guante, porque no había dinero para comprar uno. “Se graduó como contador y trabajó como tal en el ferrocarril. Pero pronto dejó eso para trabajar como periodista en Radio Mundial y estudiar Derecho por las noches en la Universidad Centroamericana (UCA). Fue el mejor alumno de la primera graduación”, explica Erick. Ángela Saballos, una de las periodistas más respetadas de la generación de Aguirre Solís en La Prensa, lo describe como sagaz y agudo periodísticamente, pero también como un hombre de mundo, metido en la bohemia, que compartía con los redactores a su mando ricas discusiones sobre la vida y la profesión. Para Saballos, el doctor hizo una dupla extraordinaria con Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, a la que se sumó el poeta Pablo Antonio Cuadra, convirtiendo la sala de redacción en “un posgrado” para los periodistas.

Aguirre Solís fue un “hombre de bien”, que era el mejor reconocimiento que se podía hacer a cualquier ser humano según el periodista y abogado. Así se lo dijo en una larga entrevista a Saballos que ella tituló “Al maestro con cariño”, y que él enmarcó y colgó orgulloso en las paredes de su oficina de El Nuevo Diario.

“Alto, voluminoso, exuberante, pícaro, Danilo Aguirre tenía un extraordinario sentido del humor; se reía con frecuencia, mostraba fuerza y vitalidad en sus decisiones noticiosas”, agrega Saballos. Siete años después de su fallecimiento, Aburto asegura que extraña su manera de analizar los acontecimientos. Para él, Aguirre Solís le enseñó a cultivar su instinto y audacia discutiendo las noticias. Aburto opina que su mentor era asombroso, porque tenía una capacidad de lectura que duplicaba el número de palabras por minuto que absorbe alguien normal. En un día cualquiera, poco a poco el escritorio del doctor se iba llenando con las impresiones de las notas que los redactores dejaban para su corrección manual. Después de dedicarles el tiempo necesario a la edición de cada noticia, estas regresaban con sus respectivas anotaciones a Aburto y en hojas engrapadas venían también los títulos para que lo digitalizaran, porque el maestro no usaba computadora. En 2017, el reportero Joaquín Tórrez Arauz, de 46 años, se encontró con media página amarillenta en una caja llena de libros en su casa en Managua. Esa es una prueba de ese sistema de trabajo del maestro del periodismo. La media cuartilla encontrada dice “EmbUSA corta cabezas” como título y tiene tres asteriscos informativos. Aguirre Solís se refería a la cancelación de visas de Estados Unidos a dos exfuncionarios del Gobierno corrupto de Arnoldo Alemán (1997-2002): el expresidente del Banco Central, Noel Ramírez, y al exdirector del Instituto de Desarrollo Rural, Eduardo Mena.

Un memorioso y conocedor de los deportes Edgard Tijerino, el gran cronista deportivo, asegura que no ha conocido un periodista, en sus 52 años de vida profesional, como Aguirre Solís: un hombre polifacético, que le podía hablar de deportes con la misma propiedad con que contaba la revolución francesa. Fue él quien le conversó sobre Danton, Marat, Robespierre, Camilo Desmoullins, Mirabei y María Antonieta. Antes de compartir una redacción como compañeros de trabajo, Tijerino fue un lector de la columna de deportes “Calentando el brazo”, que Aguirre Solís publicaba en el diario La Flecha o La Noticia. Fue testigo también de cómo, por su conocimiento, podía sugerir ángulos en deportes o advertir sobre vacíos informativos. En su libro De Cayasso a Nemesio, el cronista deportivo asegura que el prólogo de Aguirre Solís se convirtió en un libro dentro de otro. Relató cincuenta años del béisbol en Nicaragua. “Se jactaba de poder realizar una evaluación precisa sobre cada uno de los redactores. Por las noches durante años era el último en irse: 'Es obligación de un jefe de redacción', decía, y Pedro Joaquín (Chamorro) confiaba en su capacidad y verlo combinar su capacidad de esfuerzos con Horacio Ruiz. Para mí, Danilo es el periodista más completo que ha producido Nicaragua”, afirma Tijerino.

El paseo semanal con los nietos El otro Danilo Aguirre era el de pater familias. Conoció jovencito a Alba Luz Aragón Dávila, quien se convirtió en su esposa y convivieron durante 56 años hasta 2015. Ambos procrearon diez hijos. La descendencia creció. Tuvieron diez nietos y tres bisnietos, con quienes solía llenar el microbús blanco cada fin de semana para visitar los Pueblos Blancos, en el oriente de Nicaragua.

Danilo Aguirre Sequeira, periodista como el abuelo y su padre Erick, asegura que el doctor sabía diferenciar los espacios profesionales y personales. Estuvo pendiente siempre de sus travesuras y las comparaba con la de otros miembros de la familia, valiéndose de su memoria. 

A medida que fue creciendo, Danilo nieto convirtió el domingo en un desayuno con el abuelo para analizar las noticias. A él le debe el razonamiento de porqué se hizo periodista. “¿Y cómo no vas a serlo?, si desayunás, almorzás y cenás noticias”, asegura que le dijo. Consejos para editar un texto También conoció al editor. Corregía con humildad, pero con firmeza, a quienes mandaba a llamar a su despacho. Aún le parece escuchar a su abuelo cuando le señaló sus equivocaciones: “Usá oraciones cortas. Ideas cortas. Trata de contarlo lo más simple posible, que todo mundo te pueda entender” y el clásico de todos: “¡No perdás de vista cuál es la noticia!”. Aunque Aburto dice que los titulares—que algunos llaman “danilescos” en el gremio— buscaban cómo impactar e informar a los lectores para atraerlos a comprar el ejemplar de El Nuevo Diario, el escritor y periodista Erick Aguirre Aragón asegura que la poesía fluía en los mismos. Su padre le dijo una vez, sin embargo, que ese arte no le atraía mucho. “Yo le decía: ‘¿Cómo es eso?, si sos un poeta consumado’. Porque para titular como titulaba había que tener dotes de poeta. A lo mejor no le gustaba mucho la comparación, pero es cierto: se requiere de dominio del lenguaje y del tema tratado, inspiración y una gran capacidad de síntesis”, afirma. Cinco años después de que encontró la media cuartilla amarillenta con el titular de Aguirre Solís en su caja de libros, el periodista Joaquín Tórrez Arauz está convencido de que ese documento debe ser parte de un museo sobre la libertad de prensa donde quepan fotografías, grabadoras y otros objetos, grandes nombres y, por supuesto, ¡encabezados periodísticos!... como aquel “Mandaron a asesinarlo!” que resuena en nuestros oídos más de cuatro décadas después.

Alba Aragón, viuda del Danilo Aguirre Solís: “Su esencia fue el periodismo” El exdirector de El Nuevo Diario fue un hombre entregado durante su vida al oficio, y su familia Alba Luz Aragón Dávila, de 82 años, compartió 56 años de matrimonio con Danilo Aguirre Solís hasta que él falleció el 10 de noviembre de 2015. Se conocieron cuando eran estudiantes del Instituto Miguel de Cervantes en Managua y entonces iniciaron su historia de amor. “Todo él me gustó, yo lo vi primero y dije ese es el mío”, recuerda entre risas. ¿Qué era la familia para el doctor Aguirre? Era casi todo. Tenía también otras cosas en que ocuparse. Le importaba la gente, su entorno, lo que podía hacer por el país. ¿Qué era lo que más alegría le daba? Su cumpleaños era alegrísimo. Siempre se preparaba todo el año para celebrarlo. Las cosas que lo alegraban era reunirse con sus amigos, cambiar impresiones con ellos. Conversar. Le gustaba cantar cuando hacían sus reuniones. ¿Su canción favorita? Tenía tantas. No puedo decir de alguna, pero me cantaba una canción y yo a veces le cantaba otra. Le gustaba mucho últimamente la Luna Tucumana (Mercedes Sosa) y la Samba de mi Esperanza. Le encantaba escuchar tango y rancheras mexicanas. ¿Qué era lo que más le disgustaba? Que sus hijos no hicieran lo correcto. Eso le molestaba mucho. ¿Cuál era su principal manía? Al principio no le gustaba el Internet, no se acercaba a la computadora. Después le fue agarrando gusto, pero casi no usaba el correo. Solo lo ocupaba para informarse. ¿Cuál era su esencia? El periodismo. Fue abogado, pero se dedicó al periodismo. Le gustaba tanto que trabajó en eso toda su vida. No lo sentía como un trabajo, no se sentía cansado.[2]/

Referencias editar

Enlaces externos editar

https://www.poderjudicial.gob.ni/prensa/notas_prensa_detalle.asp?id_noticia=6416

https://elpais.com/internacional/2015/11/16/actualidad/1447699138_689339.html

https://confidencial.digital/nacion/danilo-aguirre-solis-el-hombre-que-era-un-periodico/