Usuario:Adrianrv16/Taller

A simple vista éste es un templo más de los que hay en Mula, pero la verdad es que se trata del más antiguo de la zona.

Su fachada de arco de triunfo con tres hornacinas que muestran las imágenes de Santo Domingo, San Pedro y San Francisco de Asís, además las columnas de algunas capillas o las nervaduras de la entrada. A los pies de la iglesia destaca la capilla del Rosario. Las capillas laterales muestran las modificaciones y retoques que se realizaron para adaptarlas al gusto barroco.

En el altar mayor encontramos dos cuadros del pintor barroco Mateo Gilarte: "La Adoración de los Reyes" y "La Huida a Egipto".[1]

El conjunto arquitectónico del templo de Santo Domingo, situado en la parte alta de la ciudad de Mula, determina, en uno de sus laterales donde se encuentra la puerta que da acceso al mismo, un gran espacio abierto que constituye la plaza que lleva su nombre.

El templo de Santo Domingo de Guzmán está construido sobre los cimientos de una antigua mezquita árabe que fue cristianizada por el rey Alfonso X el Sabio, por lo que estaría vinculado a la fundación real. El edificio actual se puede datar gracias a una inscripción de la portada en la que se da como fecha inicial de las obras el año 1557 si bien, pese a que las obras comenzaron en el siglo XVI, se sumaron posteriores remodelaciones, como la construcción de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario en el siglo XVIII.

En la actualidad pertenece a la Diócesis de Cartagena.[2]

CARACTERÍSTICAS

La Iglesia de Santo Domingo de Guzmán es una iglesia de estilo Renacentista-Barroco construida entre los siglos XVI-XVIII.[3]

La tradición sitúa en este emplazamiento la otra de las dos mezquitas que tuvo Mula en época musulmana y tras la conquista cristiana fue consagrada a Santo Domingo de Guzmán. Pero nada nos recuerda a lo que debió ser la iglesia medieval, ya que tanto la portada de piedra de la fachada sur como la disposición de la planta, condicionada por las irregularidades de la ladera en la que se asienta, pertenecen a las remodelaciones del siglo XVI.

La portada está hecha con travertino rojo de la Almagra y responde a esquemas renacentistas. Forma un arco de triunfo flanqueado por columnas jónicas que sustentan un arquitrabe en el que se lee que 1557 fue el año de inicio de estas obras. En la parte superior tres hornacinas resguardan las imágenes de Santo Domingo, en el centro de San Pedro y San Francisco.

Ya dentro del templo accedemos a la única nave que compone el edificio y cambiamos los dogmatismos renacentistas de la fachada por los derroches decorativos del barroco. Eran normales estas adaptaciones a las nuevas modas arquitectónicas, sobre todo en épocas de resurgimiento económico. La bóveda de esta única nave está sustentada por gruesas pilastras corintias que permiten abrir entre ellas las capillas laterales.

No fue posible, como seguramente debió preverse, abrir un crucero porque los desniveles de la montaña no lo permitían, pero lo que sí se llevó a cabo fue la construcción de una nueva capilla a los pies de la Iglesia dedicada a la Virgen del Rosario. La orden dominica impulsó la devoción a la Virgen del Rosario, lo que causó que se dedicase una capilla a esta advocación en prácticamente todas las iglesias dedicadas a Santo Domingo. Comenzó a construirse en torno a 1740 y para ello fue necesario eliminar la torre del XVI que había existido a los pies del edificio y que debió tener un aspecto similar a la que se conserva en el Convento de la Encarnación. La capilla es un pequeño templo con planta de cruz griega cubierta por una cúpula sobre pechinas en las que aparecen representados santos de la orden dominica. Los paramentos están enmarcados con los típicos azulejos barrocos restaurados tras el incendio que sufrió la capilla en 1971. No menos interesantes son la imaginería, las pinturas y parte del ajuar litúrgico que contiene esta iglesia. Tras la Guerra Civil se dotó de nuevo a las capillas de imágenes procesionales realizadas por artistas de primera fila seguidores de Francisco Salzillo que las realizaron en la década de los 40. Entre ellas destacan la Flagelación y la imagen de Santo Domingo que preside el altar mayor, obras de González Moreno, y la Inmaculada, San José y la “La Virgen de la Piedra” realizados por Sánchez Lozano.

En el altar mayor, a modo de retablo y sustituyendo el anterior, se disponen una serie de cuadros entre los que destacan dos lienzos de mitad de siglo XVII del pintor valenciano Mateo Gilarte que representan la Adoración de los Reyes y la Huída de Egipto. Destaca también el cuadro pintado por el pintor murciano Joaquín Campos y que nos habla de la tradición de la Cofradía de animeros que existió en esta parroquia.[4]

  1. «Iglesia de Santo Domingo de Guzmán - Región de Murcia Digital». www.regmurcia.com. Consultado el 29 de febrero de 2024. 
  2. Murcia, Instituto de Turismo de la Región de. «Iglesia de Santo Domingo de Guzmán : Web oficial turismo Región de Murcia». turismoregiondemurcia.es. Consultado el 29 de febrero de 2024. 
  3. Murcia, Instituto de Turismo de la Región de. «Iglesia de Santo Domingo de Guzmán : Web oficial turismo Región de Murcia». turismoregiondemurcia.es. Consultado el 29 de febrero de 2024. 
  4. «Iglesia de Santo Domingo». 25 de abril de 2013. Consultado el 29 de febrero de 2024.