Usuario:Cecilia Cabrera Gadea:Zona de pruebas/1

La enfermedad de Vang Gogh … en las cartas a Theo Mediante un estudio de la correspondencia que tuvo Van Gogh durante años con su hermano Theo se conoce que el artista sufría de alucinaciones y episodios de agitación confusional que se agravaron con los años, atentando contra los demás y su propia persona hasta ocasionarle la muerte. Estas correspondencias dan una idea de una agitada vida relatada en el curso de varios años de su puño y letra, específicamente desde 1873 hasta poco antes de su muerte el año 1890. Van Gogh sufría de crisis explosivas que comentaba a su hermano, preocupado de no poder contenerse, lo cual había creado una atmósfera desfavorable para él entre pintores y personas que lo conocían, quienes comenzaron a denominarlo “el loco”. Subtitulo…. Situaciones vividas descriptas por Vincent

Enero de 1882, «fui paciente y esto no pareció ayudarme en nada; entonces me volví a veces impaciente hasta el punto de pisotear mi carbón y de perder todo el valor». 

Mayo de 1888 escribe: «No tendría miedo de nada si no fuera por esta maldita salud. Y no obstante voy mejor que en París, y si mi estómago se ha vuelto excesivamente débil, es un mal que he atrapado allá, probablemente por el mal vino, del que he bebido demasiado». Más adelante agrega: «Mira, está claro que nuestra neurosis, etc. ... procede también de nuestra manera de vivir un poco demasiado artística, pero que además es una herencia fatal, puesto que en la civilización uno se va debilitando de generación en generación. Si nosotros queremos encarar de frente el verdadero estado de nuestro temperamento, tenemos que alinearnos en las filas de aquellos que sufren de una neurosis que viene ya de lejos. Yo creo que Gruby está en lo cierto en estos casos - comer bien, vivir bien, ver pocas mujeres, en una palabra, vivir por anticipado como si uno tuviera ya una enfermedad cerebral y una enfermedad de la médula, sin contar la neurosis, que existe realmente. Cierto que esto es tomar el toro por los cuernos, lo cual no es una mala política» En el mes de Septiembre de 1888 le escribe: «Por momentos tengo una lucidez terrible, cuando la naturaleza es tan bella como en estos días, y entonces dejo de sentirme y el cuadro me viene como en un sueño. Tengo un poco de temor de que esto traiga su reacción de melancolía, cuando venga la mala estación, pero trataré de sustraerme a ello por medio del estudio de esta cuestión de dibujar figuras de cabezas» “Situaciones complicadas”… el tema se hace público La vida de ambos pintores en «la casa amarilla» en un comienzo transcurre con aparente tranquilidad. Vincent trata de controlar sus impulsos de mal humor que solía tener, sin embargo, este carácter fuerte, explosivo, donde pretende imponer sus ideas, se hace notar bajo los efectos del alcohol. Es así como a pocos días de la Navidad de 1888, encontrándose ambos en un café en plena tertulia, Vincent arroja en forma inesperada el vaso de ajenjo, que tiene en la mano, a la cara de su amigo Gauguin y cae al suelo sin sentido. Lo que sucedió después se conoce cuando Gauguin escribe sus memorias y relata lo ocurrido: “Había cruzado casi toda la plaza, cuando oí detrás de mí unos pasos ligeros. Eran rápidos y desiguales y yo los conocía bien. Giré en el preciso momento en que Vincent se me venía encima con una navaja en su mano. Le debí mirar con mucho dominio, porque se quedó quieto, bajó la cabeza, se dio media vuelta y retornó corriendo a la Casa Amarilla”. En el tercer acontecimiento interviene la policía, la prensa local informa del asunto, contando cómo (la misma noche del intento de ataque a Gauguin) Vincent había aparecido en el burdel cercano a la «Casa Amarilla» y había dado un paquete, conteniendo la mitad inferior de su oreja, a una mujer llamada Rachel, mientras le decía: «Guarda esto con cuidado». La muchacha se desmayó cuando vio el trozo de oreja y, según la información del periódico, la policía encontró a Vincent inconsciente a la mañana siguiente en su cama. Le llevaron al Hospital de Arlés, acompañado de su amigo Roulin.

Unos días después, el 9 de enero de 1889, escribe a su hermano: «Físicamente estoy bien; la herida se cierra muy bien». Le dice que lo más temible es el insomnio, pero que él mismo lo combate con una dosis fuerte de alcanfor en su almohada y colchón. Se lo recomienda a su hermano y agrega: «Temía mucho dormir sólo en la casa y he tenido miedo de no poder dormir” Sus síntomas en cartas En otra carta, fechada el 23 de enero de 1889, le dice: «Durante mi enfermedad he vuelto a ver cada cuarto de la casa de Zundert, cada sendero, cada planta en el jardín, los aspectos de los alrededores de los campos, los vecinos, el cementerio, la iglesia, nuestra huerta de atrás - hasta el nido de urraca en una alta acacia del cementerio. Eso será que tengo todavía los recuerdos más primitivos que todos vosotros; para acordarse de todo esto así, no hay más que la madre y yo». Más adelante añade: «Ya que seguimos con el invierno, escúchame; déjame continuar tranquilamente mi trabajo; si es el de un loco, ¡a fe mía! ... tanto peor. No puedo evitarlo entonces. Las intolerables alucinaciones han cesado, sin embargo; actualmente se reducen a una simple pesadilla, a fuerza de tomar bromuro de potasio, creo... Una vez más aún; o bien me encerráis sin más trámite en una cabañuela de locos; no me opongo, en caso de que me engañe; o bien dejadme trabajar con todas mis fuerzas, tomando las precauciones que menciono” El 30 de enero de 1889 le escribe: “Terminaré esta carta como la de Gauguin, diciéndote que en verdad hay todavía signos de la sobrexcitación precedente en mis palabras; pero que esto no tiene nada de extraño, ya que en esta buena región tarasconesa todo el mundo está un poco tocado”. En el transcurso del mes de Febrero el estado de Vincent se agrava. Él se imagina que le habían querido envenenar. Theo, solicitando noticias, recibe esta respuesta del Dr. Rey: “Vincent bastante mejor, esperando curarle lo retenemos aquí, no se preocupe de momento”. Algunos días más tarde Theo recibirá una carta de Vincent, que le dice: «Mi querido Theo: en tanto que mi espíritu estaba completamente falto de asiento, habría sido en vano que hubiera intentado escribirte para responder a tu buena carta. Hoy acabo de regresar provisionalmente a mi casa; espero que será de veras”. Despreciado por los vecinos El 19 de marzo de 1889 escribe: “ Te escribo en plena posesión de mi presencia de espíritu y no como un loco; como el hermano que tú conoces. Esta es la verdad; un cierto número de personas de aquí ha dirigido al alcalde (creo que se llama Tardieu) una nota (había más de 80 firmas) señalándome como un hombre indigno de vivir en libertad o algo por el estilo. El comisario de policía o el comisario central, entonces, ha dado orden de que me volvieran a internar. Con que ya llevo aquí muchos días encerrado bajo llaves, cerrojos y guardianes en el manicomio, sin que mi culpabilidad esté probada o sea probable»... «Ya podrás suponer hasta qué punto ha sido esto para mi como un mazazo en pleno pecho, cuando he visto que había tantas personas aquí que eran lo bastante cobardes para meterse en gran número contra uno sólo y aún enfermo. Bueno - así quedas enterado; en cuanto a lo que concierne a mi estado moral, me siento fuertemente quebrantado; pero recobro así mismo una cierta serenidad para no enfadarme” Su decisión de internarse

	Vincent comienza a sentir temor a presentar nuevas crisis, a encontrarse sólo en su «casa amarilla». Sin saber qué consecuencias puedan ocasionarle, no olvida los hechos ocurridos anteriormente y se enfrenta a la realidad de su enfermedad. Es así como el 21 de abril de 1889 le escribe a su hermano Theo: «Para fin de mes desearía ir otra vez al hospicio de Saint-Rémy o a otra institución de este genero, de la cual el Sr. Salles me habló» ... «Y provisionalmente deseo quedar internado; tanto para mi propia tranquilidad, como para la de los demás. Lo que me consuela un poco es que comienzo a considerar la locura como una enfermedad como cualquier otra y acepto la cosa como tal; mientras que, en las crisis mismas, me parecía que lo que imaginaba era la realidad. En fin, justamente no quiero pensar ni hablar de ello. Permíteme evitar las explicaciones; pero a ti, a los Sres. Salles y Rey les pido que para fin de mes o para los comienzos del mes de mayo me admitan allá como pensionista internado»...

En el internado “No sé si te escribiré muy, muy seguido, porque todos mis días no son bastante lúcidos como para escribirte con un poco de lógica”... “Yo estoy “atravesado” en la vida y mi estado mental no sólo es sino que ha sido también abstracto, de manera que cualquier cosa que se haga por mí, no puede pensar en equilibrar mi vida. Cuando debo seguir una regla como aquí en el hospicio, me siento tranquilo. El Dr. Peyron que trata a Vincent escribe : “Lo que ha sucedido a este paciente sería solamente continuación de lo que ha sucedido a varios miembros de su familia” El 25 de mayo de 1889 Vincent escribe sus impresiones del hospital: “Pero no te engaño, el miedo de la locura se me pasa considerablemente viendo de cerca a aquellos que ya andan aquejados, con la misma facilidad con que luego pueda aquejarme a mí, puedo a continuación estarlo muy fácilmente»... «Y entre nosotros nos comprendemos muy bien; yo puedo, por ejemplo, hablar alguna vez con alguien que no me responde más que con sonidos incoherentes porque no tiene miedo de mí. Si alguno cae en una crisis, los otros lo cuidan e intervienen para que no se lastime”. Estas crisis son vivenciadas y narradas por Vincent: “ Durante muchos días he estado absolutamente extraviado como en Arlés, tanto sí no peor, y es de presumir que estas crisis aún se irán repitiendo; es abominable. Llevo ya cuatro días sin poder comer, tengo la garganta inflamada(…) Esta nueva crisis, mi querido hermano, me cogió en pleno campo, y cuando estaba pintando, un día de viento. Te enviaré la tela que he terminado a pesar de todo» La pintura continúa Pinta en el Sanatorio los mejores de sus admirables cuadros; le cuenta a su hermano que está trabajando con un furor sordo, más que nunca y piensa que esto ayudará a curarlo. Posteriormente agrega:” ¡Uf! ... El segador está terminado; yo creo que éste será uno que guardarás para ti - es una imagen de la muerte, tal como nos habla en el gran libro de la naturaleza - pero lo que he buscado, es el «casi sonriente». Es todo amarillo, salvo unas líneas de colinas violetas, de un amarillo pálido y rubio. A mí eso me divierte, después de haberlo visto así a través de las rejas de una casa de locos”(...) «Mientras estaba enfermo, hice aún algunas pequeñas telas de cabezas que verás más tarde, recuerdos del Norte; y ahora, acabo de terminar un rincón de pradera lleno de sol, que yo creo más o menos vigoroso. Lo verás muy pronto». Vincent, bajo los cuidados de su nuevo médico, trabaja de manera incansable; durante 70 días elabora casi 70 óleos y 30 dibujos. La opinión de expertos

El primer diagnóstico es el de una epilepsia, propuesto por el director de la clínica en Saint Remy, el doctor Peyron, 54coniciendo en el artista  características de enfermos epilépticos psicomotores con  trastornos psíquicos inter críticos de tipo esquizoide. Describe sus crisis psicomotoras, los estados confusionales: Confusión mental simple, confusión mental agitada y/ o alucinatoria, los equivalentes menores de la epilepsia temporal, trastornos del carácter y del comportamiento observados en el intervalo de las crisis. 


Referencias bibliográficas: -Dr. F. Morante Goachet ;LA ENFERMEDAD EPILÉPTICA DEL PINTOR VAN GOGH Rev. Per. Neurol. - Vol 2 Nº 2-3 1996

Visto en;http://sisbib.unmsm.edu.pe/bvrevistas/neurologia/v02_n2-3/enfermedad_I.htm

-LUGONES BOTELL, Miguel. Personajes célebres y enfermedad: Van Gogh y sus trastornos mentales (II). Rev Cubana Med Gen Integr, Ciudad de La Habana, v. 22, n. 2, jun. 2006 . Disponible en <http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252006000200020&lng=es&nrm=iso>. accedido en 05 nov. 2012. -Barriles F. Vincent, un ensayo sobre Van Gogh. Disponible en: http:// www.sexovida.com/arte/vangogh.htm -Vang Gogh; Vincent, Ultimas cartas desde la locura. Disponible en http://edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/V/Van%20Gogh,%20Vincent%20-%20Ultimas%20cartas%20desde%20la%20locura.pdf