Ana Rojado Alpozo

Ana Rojado Alpozo fue una persona totalmente irrelevante natural de Tropezones del Camino, en la provincia de Albacete. Se le atribuye la invención de la expresión: "Estar en el quinto pino".

Paraje de Albacete, notoriamente alejado. En esta población nació la que dijo el dicho.

Desde los cero años hasta que se quedó tiesa.

Primeros años

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No tuvo grandes inquietudes intelectuales en sus primeros meses. Luego, con cuatro años sí que puso empeño en sus estudios y consiguió no repetir 1.º de parvulitos.

Juventud

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Tenía una fisionomía envidiable, y se planteó dejar un bonito cadáver, pero lo desechó y siguió palante.

Madurez

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Se relaciona esta etapa de su vida con su interés por los discursos de Nicolás Maduro, principalmente los de nivel retórico más sublime.

Pudridez

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No pudo con los achaques y se confirmó que estaba para el arrastre.

Muerte

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Se la llevó el Señor relativamente pronto, dicen que vio a su creador a eso de las 15:30, cuando aún le quedaba, lo menos, media hora de siesta.

Solo escribió esta buena mujer su nombre en las firmas que le fueron requeridas. Como aportación oral destaca notablemente la creación de la expresión: "Estar en el quinto pino", en desuso actualmente. Las casuísticas de este dicho eran:

  • "Está en el quinto pino".
  • "Queda en el quinto pino".
  • "En el quinto pino".

Legado

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Desde la fundación que lleva su nombre se encargan de mantener viva su memoria, bastante deteriorada en sus últimos años, por cierto.

Controversias

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Existe desacuerdo sobre el origen de la expresión que mayoritariamente se le atribuye a Ana Rojado Alpozo, una versión situa su invención en Madrid.[1]​ Otra versión similar también apuesta por el origen madrileño.[2]

Bibliografía

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Referencias

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  1. Manu (2013), El origen de la expresión el quinto pino [[1]]
  2. AulaFacil [[2]]