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La sustentabilidad y la visión sistémica editar

Historia editar

Desde el inicio de la difusión y puesta en marcha de la producción de biocombustibles a nivel mundial tres temas han estado en la mesa de discusión y controversia:

Estos cuestionamientos se están expandiendo hacia otros productos de la mano de crecientes exigencias por parte de grandes cadenas de supermercados. La acción de diferentes centros de investigación, organismos no gubernamentales ecologistas y partes interesadas han instalado con fuerza el tema de las amenazas que se presentan ante una expansión irrestricta de la producción de biocombustibles en el mundo así como el impacto de la producción agrícola.[2]

Preocupación sobre la sustentabilidad editar

La creciente preocupación acerca de la sustentabilidad de los biocombustibles ha llevado a instituciones científicas, académicas así como a ciertos gobiernos e instituciones a trabajar intensamente en estos temas. Dada la significativa participación de Argentina como primer exportador mundial de biocombustibles se analiza con suma atención su evolución así como otras posibles fuentes de biomasa lo cual implica una nueva demanda.[3]

Esta temática se ha trabajando en el marco de la red panamericana de sustentabilidad de biocombustibles y bioenergía que contempla expertos e instituciones de diferentes países de américa.[4]​ En la última conferencia internacional llevada a cabo en Buenos Aires se arribaron a diez puntos principales como conclusiones del tema que merecen ser expuestos.[5]

La última década ha sido caracterizada por un crecimiento exponencial de los biocombustibles y la biomasa sólida a escala comercial. Inicialmente estuvo fuertemente apoyada por el ambientalismo pero luego esto ha cambiado difundiéndose por los medios masivos de comunicación una visión negativa que influyó sobre la percepción pública en muchos países especialmente en la Unión Europea. Estas variaciones de la percepción pública han ocasionado cambios significativos en la imagen y consecuentemente modificaciones en los mecanismos de promoción y comercialización que están afectando seriamente a la industria. Actualmente dado los continuos cambios a los cuales se suma un complicado panorama proveniente de la lucha de intereses en el sector petrolero que ha provocado importantes variaciones en el precio del crudo estas industrias no pueden sobrevivir si no tienen muy en claro un escalamiento en el agregado de valor y colocación de toda una serie de productos provenientes de la industrialización de las materias primas biomásicas[6]​.

Si se analizan los fundamentos científicos empleados en cuestiones ligadas a impactos ambientales y sociales se nota claramente que los trabajos sobre los cuales se edifican las argumentaciones se caracterizan por carecer de un análisis de estos vectores energéticos en un contexto sistémico de la producción agropecuaria. Los análisis de ciclo de vida con los consecuentes balances energéticos de gases efecto invernadero y agua se ven alterados también. La producción de biomasa no puede ser estudiada como hecho aislado desligándola de los fuertes vínculos con toda la cadena de producción y transformación de agro productos con un abordaje sistémico. Como se mencionó anteriormente en la mayor parte de los casos el uso de biomasa únicamente para energía es totalmente inviable si no está contemplada dentro de una compleja cadena de transformación agropecuaria y agroindustrial.[7][8]

 
Planta de biodiesel en la provincia de Santa Fe

Estrategias de la industria editar

El seguimiento de las industrias del sector del biodiesel integradas verticalmente ha mostrado como se han ido perfeccionando en la producción de productos alimenticios de mayor complejidad así como especializándose en los requerimientos de diferentes mercados. El aumento del precio de estos nuevos productos les ha permitido sobrevivir y crecer en este complejo mundo globalizado sobre todo a aquellas empresas que se encuentran localizadas lejos de los puertos tradicionales de exportación.[9]

Para el caso de las nuevas plantas de bioetanol de maíz la estrategia ha sido multiplicar fuentes de energía e integrar diferentes tecnologías como ser el aprovechamiento de residuos y cultivos energéticos con biodigestores generando corrientes de gas, electricidad y calor que pueden optimizar los procesos. Un ejemplo de esto se puede ver en Rio Cuarto con la integración entre las empresas bioelectrica dedicada al biogás y Bio4 productora de burlanda y bioetanol.[10]

Otro ejemplo es la de la multiplicación y aprovechamiento de co productos como es el caso del dióxido de carbono producido en grandes cantidades y con una pureza importante en los procesos de fermentación. En este caso el aprovechamiento redunda en un ahorro considerable de energía que usan plantas generadoras de dióxido de carbono por medio de la quema de gas en calderas. Un ejemplo se da en Villa María con la integración entre la empresa Gas carbónico Chantore y ACABIO.[11]

Por el lado de los destilados húmedos y secos de maíz (DDGS y DGS) se ha generado un nuevo producto y se han encontrado mercados internacionales que demandan el mismo. Del lado de las plantas de biodiesel el refinado y obtención de parafinas le ha permitido a la Argentina ingresar en un nuevo mercado internacional.[12]​ El camino a recorrer en el escalamiento de valor de estas fuentes ricas en proteínas o en los productos derivados de la alcoquímica y oleoquímica recién están en sus comienzos.

Los 10 puntos de la sustentabilidad de los biocombustibles y la bioenergía[13] editar

1. Debe diferenciarse la explotación de biomasa tradicional ligada a la destrucción del ambiente y los recursos naturales. de la moderna bioenergía que permite obtener una diversidad de beneficios y servicios ambientales al mismo tiempo que incrementar las oportunidades de empleo y crecimiento económico.

2. Es fundamental, para alcanzar las metas mundiales de desarrollo sustentable tener en cuenta la moderna bioenergía derivada de la captura y transformación de la energía solar mediante la fotosíntesis. La biomasa tiene un gran potencial para superar la “pobreza energética” para ello debe incrementarse su uso en escala pasando de los 23 a los 93 EJ a nivel mundial.

3. La aceptación y promoción de la bioenergía está íntimamente ligada a la comunicación a los ciudadanos. Se remarca la necesidad de alcanzar una correcta percepción pública sobre sus bondades y beneficios en relación a las alternativas fósiles.

4. La sustentabilidad ha pasado a transformarse en un aspecto indivisible de la producción y uso de la bioenergía moderna.

5. Existe una urgente necesidad de incrementar la superficie de captura solar sobre la superficie terrestre aumentando de ese modo la producción de biomasa en todas sus formas, con el objetivo de cumplir las metas del milenio y los compromisos de la COP Paris. Cultivos de cobertura y adecuadas rotaciones se plantean como alternativas de crecimiento. Nos enfrentamos asimismo, con una nueva revolución de productividad de biomasa y su transformación mediante el mejoramiento de plantas C4. Sin embargo para mantener una producción sustentable a lo largo del tiempo se deben implementar medidas y sistemas de monitoreo y estudio sobre los agro ecosistemas.

6. La baja densidad energética y la alta dispersión geográfica imponen grandes desafíos a la producción, transporte y logística. La asistencia satelital y el empleo de los sistemas de información geográfica son fundamentales para alcanzar un desarrollo sustentable de diferentes formas de biomasa.

7. La bioenergía genera múltiples impactos con beneficios económicos, ambientales y sociales que deben ser medidos y monitoreados en el tiempo. Es necesario realizar estudios de carácter sistémico y holístico con consideraciones sitio específicas de manera de poder contemplar la afectación de pluriproductos, plurimercados y multirequerimientos.

8. Existen razones políticas, estratégicas y económicas detrás de toda medida de fomento de la bioenergía y los biocombustibles por los diferentes países. Tanto los consumidores como los productores de todas las escalas deben ser tenidos en cuenta incluyendo al sector de productores agropecuarios.

9. Los estándares y esquemas de certificación son útiles para fomentar la sustentabilidad en la producción y transformación de biomasa. Sin embargo no siempre logran mejorar la sustentabilidad. Estos esquemas deben evolucionar teniendo en cuenta las particularidades del sector agropecuarios como la posibilidad de poder ser implementados por actores de todos los tamaños y recursos. Los esquemas de certificación deben ser prácticos, adaptados al funcionamiento de los agros ecosistemas y accesibles contemplando demandas y requisitos de los países consumidores y productores.

10. Se están produciendo mejoras en los biocombustibles de todas las generaciones con positivas externalidades que deben ser profundamente estudiadas y promovidas. Las mejoras en las tecnologías ligadas a la bioenergía en toda la cadena de producción y transformación están produciendo impactos económicos, ambientales y sociales positivos. Los correctos incentivos en todas las generaciones de biocombustibles generaran mejoras en los tres pilares de la sustentabilidad a largo plazo.

Directiva Europea en sustentabilidad editar

La DIRECTIVA 2009/28/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO [14]​relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, establece criterios para el uso de biocombustibles dentro de la UE y la potencial aplicación a programas de asistencia financiera . Esta Directiva abrió una oportunidad para la República Argentina para abastecer este mercado. Pero por otra parte, también la misma Directiva, plantea en su Artículo 17, los Criterios de sostenibilidad para los biocarburantes y biolíquidos, “independientemente de que las materias primas se hayan cultivado dentro o fuera del territorio de la Comunidad”. Esto plantea un gran desafío de analizar y demostrar la sustentabilidad de los sistemas productivos de los biocombustibles para exportar a la UE.

Dentro de los criterios de sustentabilidad, uno de los analizados es la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) derivada del uso de biocombustibles. En particular la Directiva plantea que se deberá asegurar una reducción como mínimo del 35% para poder acceder a los beneficios impositivos correspondientes , planteando luego un nivel de reducciones creciente a partir del 2017 (50%) y a partir del 2018 (60%).

El caso biodiesel de aceite de soja Argentino[15] editar

El valor de emisiones de soja calculado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria INTA tanto como promedio simple como ponderado de acuerdo a la participación las principales empresas Argentinas durante tres años fue de 245,4 kgCO2/Tonelada de soja con un máximo de 261,9 y un mínimo de 229,9. La expresión de los valores de emisión por Mj de biodiesel producido se ve afectada por la relación entre el total de soja procesado y la cantidad de biodiesel generado ya que en varias empresas la proporción de biodiesel generado como subproducto es bajo. Los valores medios se ubican 10,6 gm CO2/Mjoule de biodiesel con un máximo de 16,3 y un mínimo de 6,8 según campaña y empresa.

La comparación con los valores default agrícola provisto por la Unión Europea de 19 gm CO2/Mjoule que se venía empleado hasta la fecha por parte de las empresas para el cálculo del valor total de emisiones arroja una diferencia porcentual del 46,7 % remarcando las ventajas del sistema productivo Argentino por su bajo nivel de uso de combustibles y de fertilizantes. Los valores de emisiones de transporte aportadas por las empresas fruto de las determinaciones realizadas mediante calculadores homologados por la Unión Europea y auditados externamente tuvieron un promedio ponderado de 3,1 gm CO2/Mjoule con un máximo de 5,6 y un mínimo de 2,3 Los valores de emisiones de industria aportadas por las empresas fruto de las determinaciones realizadas mediante calculadores homologados por la Unión Europea y auditados externamente tuvieron un promedio ponderado de 12,3 gm CO2/Mjoule con un máximo de 13,9 y un mínimo de 8,5.

La sumatoria de todos los componentes arrojó valores de emisiones promedios ponderados de 25 gm CO2/Mjoule con un máximo de 26,2 y un mínimo de 23,6 para todas las series y empresas analizadas.Dado que la limitante al comercio está dada por la reducción total final alcanzada por el biocombustible exportado con relación a uno de referencia que tiene un valor de 83,8 gm CO2/Mjoule se calculó el mismo arrojando un valor FOB (sobre buque en puerto de despacho) de 70,09 % con un máximo de 71,8 y un mínimo de 68,7. Estos valores superan los niveles de exigencia establecidos por la Unión Europea para importaciones a partir del año

Se analizaron las fuentes de mayor diferencia entre los valores argentinos y los defaults calculados por la unión europea encontrándose las mayores en el sector logística y transporte lo cual resulta lógico dada la incomparable cercanía de la cuenca de abastecimiento de las plantas que originan la mercadería en un radio de 300 km en el area de Rosario. La industria tiene ventajas comparativas por su escala y la agrícola por el sistema de producción Argentino bajo siembra directa. Del análisis porcentual de la composición de las emisiones totales del biodiesel Argentina surge de este estudio que el 48 % corresponde a la industria, 40 % a la parte agrícola y 12 % al transporte.

Referencias editar

  1. Kline, Keith L.; Msangi, Siwa; Dale, Virginia H.; Woods, Jeremy; Souza, Glaucia M.; Osseweijer, Patricia; Clancy, Joy S.; Hilbert, Jorge A. et al. (14 de junio de 2016). «Reconciling food security and bioenergy: priorities for action». GCB Bioenergy (en inglés) 9 (3): 557-576. ISSN 1757-1693. doi:10.1111/gcbb.12366. Consultado el 28 de agosto de 2018. 
  2. «Percepción publica: Relevamiento sobre bioenergía en la Argentina». 
  3. «Impactos socioeconómicos de la producción de biocombustibles». 
  4. «Red panamericana de sustentabilidad de biocombustibles». 
  5. «Conclusiones taller de sustentabilidad en biocombustibles». 
  6. «The use of Soybean by-products as a biofuel: The Argentine Case en el libro Socio-Economic Impacts of Bioenergy Production». 
  7. «Bioenergy and Latin America: A multi Country Perspective». 
  8. «Manual “Metodología para optimizar el análisis de materias primas para biocombustibles en los países del Cono Sur”. Montevideo: PROCISUR». 
  9. «Soy Market and Derivates. Context and Recent Evolution». 
  10. Hilbert, Jorge; Galbusera, Sebastian (25 de enero de 2018). Análisis de Emisiones Producción de Bioetanol y subproductos. doi:10.13140/rg.2.2.34282.21446. Consultado el 28 de agosto de 2018. 
  11. Hilbert, Jorge; Galbusera, Sebastian; Jonatan, manosalva; Carballo, Stella (19 de junio de 2018). Análisis de Emisiones, Huella Hídrica y Balances Energéticos de la Producción de Bioetanol y co-Productos ACABIO Coop. Limitada 2016-2017. doi:10.13140/rg.2.2.23552.89606. Consultado el 28 de agosto de 2018. 
  12. «Producción de biodiesel a partir de aceite de soja. Contexto y evolución reciente ISBN 978-987-679-113-7». 
  13. «Los 10 puntos del RCN». 
  14. «Pagina oficial de las directivas de la Union Europea». 
  15. Hilbert, Jorge; Galbusera, Sebastian; Manosalva, Jonatan; Carballo, Stella (20 de mayo de 2018). Calculo de la reducción de emisiones del biodiesel Argentino. doi:10.13140/rg.2.2.22550.86080. Consultado el 28 de agosto de 2018.