Mapa del desierto de Atacama elaborado por Francisco San Román.[1]

5.— Aguas termales de la altiplanicie atacameña

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Los nacimientos del río de San Pedro de Atacama que riega los campos cultivados de ese pueblo y sus inmediaciones, debe contener desde sus nacimientos en las faldas del volcan Machuca y del Putana, las materias minerales que abundan en esas cumbres, como los alumbres y otras sales.

Mas abajo, entre este río, que recorre un trayecto de 60 á 80 kilómetros, en los cañones ó profundas quebradas que forman las capas de arcillas coloradas impregnadas de sal gema que las aguas disuelven en gran cantidad, y al pasar por los mantos de barrilla de cobre reciben tambien un pequeño contigente de sales de ese metal.

No se conoce análisis de estas aguas. Lo daremos en otra ocasión.

Por el lado oriente del gran salar de Atacama desemboca el rio de Aguas Blancas que baja de las faldas del volcan Láskar y otros que en sus crateres tienen grandes bancos de alumbre. Los naturales aseguran que estas aguas no han podido ser aplicadas a la agricultura porque queman las raices de las plantas.

Todos los ríos, en fin, que desaguan en sus respectivas cuencas de la altiplanicie son en su mayor número de composición mineral, pero al mismo tiempo, puras y límpídas fuentes de agua potable abundan formando pequeños arroyos en las faldas de las montañas. Otras aunque frías, están fuertemente cargadas de sales diversas.

Hacer la enumeración de todas ellas sería entrar en una relación demasiado prolija y vaga en cuanto á su clacificación entre frías ó termales, dulces ó minerales. Solo apuntaremos aquellas que son visiblemente calientes.

La vista del mapa hidrográfico, por lo demás, lo indicará todo con presición y en sus detalles.

I. — En los nacimientos del río de Aguas Calientes, que desemboca en la Laguna Verde; situada esta liltima al pie oriente del pico Ilamado Licaucaur, hay unas vertientes de agua termales, solo tibias, sin desprendimientos de gases. Estos nacimientos se encuentran situados directamente al este y á 28 kilómetros de Licancaur, y á 60 kilómetros con el mismo rumbo, de San Pedro de Atacama.

Las aguas son un poco salobres, muy cargadas de sales de soda y potasa, al parecer, pero potables.

2. — A 20 kílómetros de estas últimas vertientes y con rumbo al este, en el río de GuaiyaqueSy hay unas pequeñas vertientes termales, cargadas de sales de fierro y con desprendimientos de gases sulfurosos, pero muy insignificantes.

3. — En el río Rosario que se desprende de los nevados de Coyaguaima, situada á 127 kilómetros al este del Licancaur, (cordillera real de los Andes) y á 5 kilómetros al sur del caserio del Rosario, asiento de los famosos lavaderos de oro del mismo nombre, hay unas abundantes vertientes de aguas termales cargadas de sales de fierro de sabor alcalíno, con desprendimientos de gases, de temperatura muy elevada que las mantiene termales en una extensión como de 4 kilómetros más abajo de sus nacimientos.

4. — En los nacimientos del estero de Ojo Grande, que se desprende de la falda norte del nevado del Diamante, en la línea chilenoargentino, al NE. de Antofagasta de la Sierra, hay unas vertientes de aguas termales que hacen elevar las del río de Aguas Calientes en una extensión de mas de 2 kilómetros hacía abajo, hasta su conjunción con el estero del Ojo Chico. Los dos esteros citados forman el río de Aguas Calientes que se diríje al norte á desembocar al costado E. del salar de Ratones.

5. — AI sur de estas ültimas vertientes, entre la junta de los esteros Ojo Grande y Ojo Chico y la laguna del Diamante y al pié oriente del nevado de Cancha Argolla ó Toconque, en un llanito, hay unas pequeñas vertientes de aguas termales, con desprendimiento de gas sulforoso, del género de las llamadas salsasy que apenas se levantan de la superficie del terreno. Estas afectan formas conicas en forma de crater en un terreno blando de limo finísimo arcílloso.

6. — A 15 kilómetro al NO. de Potrero Grande y á 22 kilómetros al O, del famoso lavadero del Volcan de Antofalla y en el lugar llamado del Agwi CalienU hay unas vertientes termales de aguas más ó menos cargadas de sales, pero potables, que alimentan las vegas, estero y salar del mismo nombre. Estas vertientes son abun dantes y su temperatura es considerable, pues apenas pueden ser soportadas por el hombre que pretende bañarse en ellas.

7. — En el rio Juncalito, que va á desembocar al gran salar de Pedernales, y como á 5 kilómetros mas arriba del alojamiento de Corrales, hay dos pozos con aguas termales de alta temperatura con desprendimiento de gas hidrógeno sulfurado y con sedimento ferrujino, son muy propias para baños.

8. — A orilla poniente del largo salar de Antofalla y en el lugar Ilamado Botijuelas hay varios pozos de aguas un poco tibias, que alimentan las vegas del mismo nombre. Estas aguas son potables y no hay desprendimiento de gas.

9. — En el camino del salar de Incahuasí á Socaire y como á un tercio del total de la distancia entre estos puntos, del primero, hay un gran pozo de agua termal, Ilamado del Agua Caliente, de temperatura elevada y cargada de saíes.

10. — En la punta S. E. del gran salar de Atacama hay grandes pozos de aguas tibias, Ilamados de Tilopozo, algo cargados de sales, pero potables, que alimentan las vegas del mismo nombre.

1 1. — Al pié occidental del volcan Tíízler, contra la cordillera limítrofe con la Republica Argentina, camino de Susques á Chorrillos, corre un arroyo que en largo trecho de su curso se ve dibujado por una blanca silueta de vapor acuoso. A sus orillas está el caserio de Castilla, de indios indígenas de la mas pura raza de los quichuas.

12. — Al pié del volcan Lastarria, cuyas columnas de vapor sulfuroso se divisan desde remota distancia en el desierto atacameño, yace una laguna profunda y sinuosa en sus contornos y de cuyos bordes se desprenden á borbotones ó tranquilamente, surgidores de agua caliente que no permiten jamas lá congelación de la laguna en muchos metros de extensión á la redonda.

13. — Baños termales de Puritama. De San Pedro de Atacama al N E., á 3 T J^ kilómetros de distancia, siguiendo por el río Vilama hastas sus nacimientos, hai cinco fuentes de aguas termales, que brotan del pié ó costado naciente del cajon abierto por dislocamiento de los cerros traquíticos, que se desprenden de los picos volcánicos vecinos, llamados de Puritama. En lengua cunza puri, agua; tama, caliente.

Estas fuentes, situadas a 3,950 metros sobre el nivel del mar, se hallan dispuestas, como sigue: 1.° poza grande de 5 metros de diámetro por uno de hondura, con aguas de 34° grados de temperatura; 2.° vertiente inmediatamente al sur de la anterior, con aguas de la misma temperatura; 3.° vertiente situada á pocos metros al este de la anterior, con aguas de igual temperatura; 4.° vertiente situada en el costado naciente de la quebrada, como á un kilómetro al sur de la 1° un poco mas abajo de la conjunción del arroyo formado por las vertientes anteriores y el arroyo helado de la quebrada del poniente, con aguas de 31 grado de temperatura; y 5.° poza grande de baños, como la 1.° en medio del riachuelo Puritama, un poco mas abajo de la conjunción citada i un poco al norte de la vertiente núm. 4. Las aguas de esta última poza son de 25 grados centígrados de temperatura solamente, talvez por no proceder de vertiente directa, sino del agua enfriada en un trayecto mas o menos largo y mezclada con las del arroyo helado.

Estas termas son muy visitadas por familias de Atacama, principalmente por los indios bolivianos que van á curarse de las sífilis, enfermedad muy comun entre ellos, de la que, segun fama, curan pronto ó sienten algun alivio inmediato. También sirven para los reumatismo crónicos, algunas enfermedades de la piel, del estómago y del hígado, constribuyendo además, á la mejoría de los enfermos el clima, que es templado en verano. Muestras de estas aguas serán anaüzadas en oportunidad.

Las dos quebradas citadas, la de Puritama y la del arroyo helado, contienen bastante vegetación.

Referencias

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  1. Francisco San Román, el geógrafo del desierto de Atacama