Las Relaciones Bolivia y Chile entre 1878 y 1904 describen la interacción y las políticas entre ambos estados en un periodo marcado por la ausencia de un tratado fronterizo aceptado por ambas partes tras la imposición por parte de la Asamblea Constituyente de Bolivia el 14 de febrero de 1874 de un impuesto a la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta (CSFA) que contradecía el Tratado limítrofe de 1874 y que llevaría mas tarde a la Guerra del Pacífico.

Durante la guerra, Chile intentó que el gobierno boliviano rescindiera el Tratado de Alianza Defensiva (Perú-Bolivia) (1873) que la unía a Perú, pero a pesar de una corriente interna favorable a esa opción, Bolivia continuó la guerra, aunque solo formalmente por razones pecuniarias. Finalmente, tras la derrota de Perú y de la firma del Tratado de Ancón (1883), que con la cesión de Tarapacá a Chile prácticamente le cerraba el paso al Oceáno Pacífico por Antofagasta, Bolivia firmó el Pacto de Tregua de 1884.

Tras la guerra, Bolivia, Chile y Perú debieron negociar sus nuevas fronteras asi como las fronteras con sus respectivos vecinos. El Litigio de la Puna de Atacama, la Cuestión de Tacna y Arica, definir la frontera entre Bolivia, Perú y Brasil. Por su parte Bolivia debió resolver la [Disputa de Tarija]]. Las tensiones fronterizas influyeron en la creación de pasajeras alianzas que unian intereses comunes y azuzaban los temores entre las partes.

Las negociaciones continuaron y en 1895 parecieron alcanzar un resultado, pero mas exigencias y temores impidieron un acuerdo que solo se alcanzó con el Tratado de 1904 entre Chile y Bolivia.

Los acuerdo logrados en 1904 han sido la base de las relaciones entre ambos países desde entonces.

Antecedentes editar

  • el tratado de 1866
  • las licencias para la explotación del salitre
  • caída de Melgarejo y anulación de las licencias
  • Daza asume el poder
  • monopolio peruano del salitre: A tiempo de suscribirse este convenio, las relaciones boliviano-peruanas eran, como siempre lo habían sido, difíciles y conflictivas. Estaba fresco el recuerdo de las guerras de la Confederación, las invasiones de Gamarra en 1828 y 1842 y los pleitos comerciales no resueltos, rodeados de frecuentes amenazas, de lado y lado, siempre al borde de nuevas acciones bélicas. Esas permanentes fricciones eran causadas por el auxilio recíproco que los caudillos rivales que ... p 18-19
  • licencias del Toco
  • los intentos anteriores de establecer un impuesto

14 febrero 1878 al 11 febrero 1879 editar

  • en 1878 Arce viaja a Santiago para buscar apoyo a la construccion de un FFCC hasta el altiplano(no amistad, pag 33)
  • el impuesto
  • la anulación de las licencias y la confiscación

14 febrero 1879 al 8 octubre 1879 editar

El impuesto de los 10 centavos editar

En 1875, el municipio de Antofagasta había intentado imponer un impuesto de 3 centavos a la CSFA, pero el Consejo de Estado, presidido por Serapio Reyes Ortiz, quien sería durante la crisis Ministro de RR.EE. y posteriormente Presidente de Bolivia, había rechazado el impuesto "por violar el Tratado de Límites de 1874 y la licencia de noviembre de 1873".[1]

En 1878, el congreso de Bolivia se abocó al estudio de la licencia a la CSFA de noviembre de 1873, basándose en una interpretación de la ley del 22 de diciembre (que dio lugar a la licencia de 1873) que entendía que todas las renegociaciones debían ser aprobadas por el congreso. La empresa sostenía que solo en caso de desavenencia entre el gobierno y la empresa. Finalmente la Asamblea Nacional Constituyente boliviana mediante una ley del 14 de febrero de 1878 aprobó la licencia a condición de que la compañía pagara un impuesto mínimo de 10 centavos por quintal de salitre exportado.

Para la CSFA, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba la licencia de noviembre de 1873 y el artículo IV del Tratado de límites de 1874 en que Bolivia se comprometió a no subir durante 25 años los impuestos a las empresas chilenas. Por ello, la compañía se negó a pagar el impuesto, solicitó y obtuvo la representación del gobierno chileno, desencadenándose un conflicto diplomático, amén de un conflicto interno en el gobierno chileno pues algunos de sus miembros eran accionistas en la CSFA y otros tenían intereses invertidos en Bolivia que temían perder si el conflicto llegaba a mayores.

A lo largo de los meses siguientes, el gobierno boliviano se abstuvo de implementar la ley mientras se discutían las objeciones presentadas por el gobierno chileno. El 8 de noviembre, el canciller chileno envió una nota al gobierno boliviano indicando que el Tratado de 1874 podría declararse nulo si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de Chile anteriores a 1866. Aunque ambas partes propusieron la resolución del conflicto por vía de un arbitraje, tal como lo contemplaba el Protocolo de 1875, este no llegó a realizarse ya que mientras el gobierno de Chile exigía que se suspendiera la ejecución de dicha ley hasta que su legalidad fuese determinada por un árbitro, el gobierno de Bolivia exigía que el blindado Blanco Encalada y sus fuerzas navales se retiraran de la bahía de Antofagasta.

Rescisión de contrato, cobro de impuestos y ocupación chilena de Antofagasta editar

El 6 de febrero, aduciendo que la CSFA no había aceptado la nueva ley, el gobierno de Bolivia rescindió el contrato con la CSFA y ordenó embargar y rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de 1878.

En la mañana del 11 de febrero durante una sesión especial del gabinete chileno, se recibió un mensaje del ministro plenipotenciario chileno en Bolivia en que se comunicaba la cancelación de la licencia, el embargo y el remate de los bienes de la CSFA por parte del gobierno boliviano. Ante esa situación el presidente chileno Aníbal Pinto ordenó la ocupación de Antofagasta, que fue realizada sin resistencia el 14 de febrero de 1879 por 200 soldados chilenos entre el aplauso de la población mayoritariamente chilena. La guarnición boliviana del lugar ante la imposibilidad de resistir se retiró al interior.

Mediación de Perú, declaraciones de guerra y casus foederis editar

La medida de fuerza del gobierno chileno inició gestiones diplomáticas en las tres cancillerías. Sin embargo, la mutua desconfianza aumentaba con los preparativos bélicos en los tres países, y las demostraciones "patrióticas" en las calles impedían un acercamiento de las posiciones. En los tres países había fuertes corrientes públicas que pregonaban la guerra y hacían temer a los mandatarios que si no iban a la guerra serían depuestos por los partidarios de la guerra. Más aún, Hilarión Daza, el dictador boliviano, a pesar de ser el peor preparado para la guerra, decretó una serie de medidas contra residentes chilenos en Bolivia y sus propiedades.

El 16 de febrero, llegó a Lima el ministro boliviano Serapio Reyes a fin de exigirle al gobierno peruano que cumpliera con el tratado de alianza defensiva de 1873. Las noticias de la ocupación de Antofagasta llegaron a La Paz el 22 de febrero, por una carta enviada por el cónsul boliviano en Tacna. El 26 de febrero, Daza decretó el estado de sitio en Bolivia.

El Perú, que había suscrito el Tratado de Alianza Defensiva con Bolivia de carácter secreto en 1873 y al que Argentina no se adhirió finalmente, trató de persuadir al gobierno de La Paz para someterse a un arbitraje con la misión de José Luis Quiñones,[2]​ y ordenó preparar su armada y alistar su ejército[3]​ mientras intentaba obtener de Argentina por lo menos barcos de guerra como empréstito o en compra.[4]​ Para mediar en el conflicto, envió a su ministro plenipotenciario José Antonio de Lavalle a Chile con una oferta de mediación bajo la condición de que Chile se retirase de Antofagasta, pero sin garantía de que Bolivia levantaría el embargo de la propiedad o suspendería el impuesto.[5]​ El canciller chileno inquirió al plenipotenciario peruano sobre la existencia de un "Tratado Secreto" firmado con Bolivia en 1873. Lavalle, que a más tardar lo conocía desde el inicio de su viaje, soslayó la pregunta y le indicó que en la comisión diplomática del congreso a la que él había pertenecido no se había tocado ese tema.

El 1 de marzo, el gobierno de Bolivia emitió un decreto en el que declaró en estado de guerra, la interrupción del comercio y las comunicaciones con Chile, la expulsión de los residentes chilenos, el embargo de sus bienes, propiedades e inversiones, y reversión de toda transferencia de intereses chilenos hecha con posterioridad al 8 de noviembre, cuando el gobierno chileno había advertido de las consecuencias de la no suspensión del impuesto en cuestión.

El 17 de marzo el ministro plenipotenciario de Chile en Lima exigió al gobierno peruano una declaración perentoria de neutralidad. Tres días más tarde, el presidente peruano reconoció ante el representante chileno que el tratado secreto existía y que convocaría al congreso peruano para el 24 de abril a razón de evaluar qué actitud tomar ante Chile y Bolivia.[6][7]​ Ambas medidas, la mediación y la convocación al congreso, fueron entendidas en Chile como un ardid peruano para ganar tiempo.[8]

Por otra parte, tras la ocupación de Antofagasta, las fuerzas chilenas habían consolidado la ocupación de los territorios comprendidos entre los paralelos 23ºS y 24ºS que Chile consideraba suyos tras la violación del tratado. Luego a consecuencia de la declaración de guerra de Bolivia se continuó el avance sobre el litoral boliviano hasta la desembocadura del Río Loa, la frontera sur del Perú. El 21 de marzo fueron ocupados, de forma paralela, los puertos de Cobija y Tocopilla, ambas sin resistencia. El 23 de marzo, tuvo lugar el combate de Calama, en la que los soldados chilenos vencieron a un grupo de milicianos bolivianos organizados en el sector, y ocuparon dicho poblado. El gobierno chileno consideró este avance solo como temporal a causa de una necesidad militar y ofreció a las autoridades civiles bolivianas continuar en sus funciones lo que fue rechazado.[nota 1]

El 5 de abril, Chile declaró la guerra a Bolivia y Perú. Al primero por la imposibilidad de lograr un acuerdo con las autoridades bolivianas y al segundo por no declarar su neutralidad y considerar la espera de la resolución del congreso peruano como un mero ardid para prepararse militarmente para una confrontación. El 6 de abril Perú declaró el casus foederis conforme al tratado de alianza con Bolivia.[12]

  • orden chilena de ocupar Antofagasta
  • carta de Justiniano Sotomayor a Daza solicitando el rompimiento de la alianza
  • solicitud chilena de permanencia de los empleados fiscales bolivianos
  • Luis Salinas Vega y Gabriel René Moreno
  • La Conferencia de Paz de Arica

9 octubre 1879 a la Conferencia de Arica editar

  • caída de Daza
  • reunión secreta entre Arce y Lillo
  • sometimiento a la política de Piérola, cita de Querejazu

Campaña de Lima al Tratado de Ancón editar

Mientras Arce y Baptista encarnaban la corriente conservadora que se llamó "practicista", dispuesta a un entendimiento directo con Chile, Campero y Camacho, fundadores del partido liberal, fueron identificados como "belicistas" (p17)

  • apoyo boliviano a Perú
  • Ocupación de Tacna y Arica:
  • Bolivia abandona el terreno militar
  • Chile concede permiso a Bolivia para la importación por Arica
  • Carta de Arce a José Pol, residente en Cochabamba, a quien le confesó:
La única tabla de salvación para Bolivia es la necesidad que tiene Chile de ponerla a su vanguardia para asegurar sus conquistas. Por eso mismo, nuestra actitud debía ser silenciosa, digna y de labor paciente"'
  • relegación de Arce
  • Tratado de Ancón: Intereses bolivianos no son considerados. Si bien el tratado de Ancón entregó a Chile los territorios al sur de la quebrada de Camarones que habían sido peruanos, también hacía imposible una salida al mar a Bolivia a través de los territorios que habían sido su provincia del Litoral sin cortar el territorio chileno. Por otra parte, los territorios de Arica y Tacna quedaron ocupados por Chile pero en compás de espera por un plesbicito que debía decidir su pertenencia. Según Gonzalo Bulnes, la postergación del asunto de Arica y Tacna fue solo un compromiso para luego entregar esa zona Bolivia sin hacer mas dificíl para el gobierno de Miguel Iglesias la aprobación del tratado de Ancón por el parlamento peruano.

Durante la Guerra Civil de 1891, el gobierno boliviano del presidente Arce reconoció al gobierno chileno asentado en iquique.[13]

1895 editar

En 1895 Bolivia y Chile acordaron el 18 de mayo de 1895 firmar tres tratados (los protocolos fueron acordados diez días después):

  • Un tratado de paz y amistad, por el que Bolivia cede a Chile el Litoral perdido en la Guerra del Pacífico
  • Un tratado de transferencia de territorios y comercio: por el que Chile se compromete a ceder a Bolivia la zona de Tacna y Arica (a cambio de 5 millones de pesos de plata de 25 gramos de peso y nueve décimos de fino), si el plebiscito acordado con el Perú en el Tratado de Ancón, le era favorable, obligándose en caso contrario, a dar a Bolivia la "Caleta Vítor u otra caleta análoga" y también al pago de la suma anterior esta vez, a Bolivia.
  • Dos protocolos complementarios firmados el 9 de diciembre (https://books.google.de/books?id=ewQVh_YtBToC pág.84)


Tratado de Tregua de 1884 editar

Ocupación de Mollendo, Ayacucho y Puno editar

Los tratados inconclusos de 1895 editar

El tratado de 1904 editar

Bibliografía editar

Roca, José Luis; Messmer Trigo, Fernando; Gumucio Granier, Jorge; Torres Armas, William; Baptista Gumucio, Mariano (Marzo 2004). «A cien años del Tratado de Paz y Amistad de 1904 entre Bolivia y Chile». Opiniones y Análisis I. 


Enlaces externos editar

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  1. Querejazu, 1979, p. 177
  2. Basadre, 1964, p. 28 Cap. I "La débil gestión de la legación peruana en La Paz ante el conflicto boliviano-chileno"
  3. Sater, 2007, p. 37
  4. Villalobos, 2004, p. 151
  5. Basadre y 1964, Cap. 1, Los tres obstáculos para el éxito de la mediación:
    la condición impuesta por el gobierno peruano en sus instrucciones para que Chile fuese a la desocupación previa del litoral ocupado sin prometer la suspensión del decreto boliviano sobre expropiación de los bienes de la Compañía de Antofagasta o la modificación del impuesto de los 10 centavos
  6. Bulnes, 1911, p. 148
  7. Querejazu, 1979, p. 330
  8. Villalobos, 2004, p. 152
  9. Querejazu, 1979, pp. 281 versión pdf
  10. Querejazu, 1979, pp. 220-21 versión pdf
  11. Enrique Flores Rosales, Génesis de la Campaña de Lima durante la Guerra del Pacífico (1879-1883), BIRA 31, Lima, págs. 195-222, 2005, página 197-
  12. Basadre, 1964, p. 49 Cap.I "La declaración de casus foederis y los protocolos de subsidios y contingentes"
  13. Conrado Ríos Gallardo, Chile y Bolivia definen sus fronteras, 1842-1904, pág., 144


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