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La Constitución del Imperio de Japón (Kyūjitai: 大日本帝國憲法 Shinjitai: 大日本帝国憲法 Dai-Nippon Teikoku Kenpō), más conocida como Constitución Meiji, fue una carta otorgada dada, a modo de gracia, por la Casa Imperial al pueblo nipón. Considerada como la primera constitución de estilo occidental de Oriente, fue promulgada sorpresivamente el 11 de febrero de 1889, aunque como se había dispuesto en su preámbulo, no entró en vigor hasta que se produjo la primera reunión de la Dieta, que tuvo lugar el 29 de noviembre de 1890.
Sin embargo, la decisión de convertir a Japón en un estado constitucional de iure no se debió a la expresa voluntad del Emperador, sino que este actuó motivado por presiones tanto internas como externas. A nivel interno, fueron las fuertes presiones sociales y la necesidad de legitimar el gobierno imperial las que llevaron a la promulgación del texto constitucional, mientras que externamente, fueron las potencias europeas las que instaron a Japón para que desligase completamente del anterior régimen mediante la adopción de una estructura constitucional.
Integrada por un total de 76 artículos, divididos en siete capítulos, y un modesto preámbulo, la Constitución se caracterizó por combinar aspectos provenientes de la política occidental (derechos y deberes de los súbditos, ligera separación de poderes, establecimiento de impuestos mediante ley) con las ideas políticas japonesas tradicionales (figura del emperador).
Notas editar
Fuentes editar
Referencias editar
Bibliografía editar
http://www.ugr.es/~feiap/ceiap2v2/ceiap/capitulos/capitulo39.pdf