Usuario:Lnegro/prueba1
más allá
BANCA DE RESERVA FRACCIONAL
Definicion de Encaje
http://www.bcrp.gob.pe/sobre-el-bcrp/preguntas-frecuentes.html#19 (banco central del Peru)
http://es.mimi.hu/economia/encaje.html (varias)
http://www.economia.puc.cl/docs/009wagna.pdf (acerca de su uso. U Cat de Chile)
http://www.eco-finanzas.com/diccionario/E/ENCAJE.htm (encajes, reservas, etc)
http://economy.blogs.ie.edu/archives/2011/12/el-bce-reduce-el-coeficiente-de-caja-al-1-¿que-es-el-coeficiente-de-caja.php Nivel de reservas actuales en the EU
Orígenes
Durante la edad media europea comenzó a divulgarse un sistema que permitía a los individuos tanto el cambio de monedas como el transporte de dinero con alguna facilidad y seguridad: cambistas expedían documentos cambiables por monedas en otras localidades o momentos. Estos documentos (letras de cambio) correspondían exactamente a la suma depositada menos un descuento -en lo que puede ser considerado una cierta tasa de interés - por el servicio que el cambista proporcionaba. Esto, por supuesto, implica que el “banco” tenia fondos en metales preciosos equivalentes a la totalidad del monto de sus letras de cambio.
Con el pasar del tiempo y la expansión de las actividades económicas, esa letras de cambio comenzaron a ser emitidas en forma estándares o fijas. Aparecieron así los primeros Billetes de banco. De importancia en esa evolución fueron los “billetes o letras de cambio comercial” de los “bancos” de los orfebres de oro en Londres -sistema que perduró en Inglaterra hasta aproximadamente 1649. La emergencia de billetes confiables del Banco de Amsterdam -empezando en 1609 [1] - y los “billetes de banco” en denominaciones fijas del Banco de Estocolmo en 1656 [2].
Ya los orfebres habian notado que el oro depositado por sus clientes podía ser prestado (en la forma certificados de crédito o "notas promisorias" ) a otros. Dado que los clientes depositantes tenían otras letras de crédito por el monto de sus depósitos, esta práctica creo, de hecho, un sistema en el cual los bancos no tenían un respaldo total en oro o metales preciosos por sus certificados, introduciendo así el sistema de reserva fraccional [3].
Lo anterior introdujo el sistema conocido como “de banca libre", caracterizado por la proliferación de "bancos privados locales o regionales", mínimamente regulados, lo que llevo a una situación que ha sido llamada caótica: las monedas, incluso las teoricamente denominadas en la misma unidad monetaria de algun pais, ya sea en papel o metalico, tenian diferente valor de acuerdo a quien y cuando las emitieran [4]. Aun cuando eso no siempre significaba que el papel “valía” menos que el equivalente en monedas de metal - por ejemplo, los “billetes de banco” del Banco de Amsterdam valían más que la monedas de oro en circulación normal (dado que el banco siempre redimía sus obligaciones en moneda nueva, es decir, no recortada o gastada [5] - implica que una misma unidad monetaria puede tener valores diferentes, lo que dificulta el comercio en general y el funcionamiento del sistema financiero en particular. A Smith nota la importancia crucial que la confianza tiene en el sistema [6]. El problema obvio es cual confianza se puede depositar en monedas que sean denominadas en algun sistema comun pero cuyo emisor es desconocido, o distante, etc.
El caso se ejemplifica en los EEUU de mediados del siglo XIX: existian sobre ocho mil diferentes tipos de billetes [7], emitidos por numerosos bancos privados, empresas de seguros, e incluso empresas de ferrocarril, cada cual con sus propios depósitos y respaldos pero todos denominados en dólares.[8] Pero, en la practica, cuando alguno de esos “bancos” dejaba de funcionar, quienes poseían esos billetes perdían todo, a pesar de que estaban denominados en “moneda legal”.
Lo anterior causo el pánico de 1837 y mantuvo el sistema económico estadounidense en crisis que perduro hasta 1843[9] Esa situación - que no fue realmente resuelta en EEUU hasta 1913.[10]- dio origen a la demanda por un “respaldo de ultima instancia”. Es decir, un sistema que garantice que un billete denominado, por ejemplo, en dólares, tenga un valor estable y confiable en cualquier momento en los países que usan esas divisas como medio de intercambio.
Consecuentemente se ha argumentado que: "Naturalmente que los abusos en la emisión de papel moneda han conducido a catástrofes financieras, empezando por las de John Law en Francia y las de Daniel Defoe en Inglaterra a comienzos del siglo XVIII, pero el restablecimiento de su convertibilidad ha dado los resultados apetecidos, como en los casos de Inglaterra en 1821, los Estados Unidos en 1879, Francia en 1878, el Japón en 1886 e Inglaterra en 1925, en que el papel moneda recuperó su estabilidad y fue nuevamente preferido por el público sobre la moneda metálica." [11]
Sistema de reserva fraccional y bancos centrales
editarLo anterior lleva al auge de los “Bancos Nacionales”. Estos -por ejemplo: el Banco de Inglaterra, fundado en 1694 [12], el Banco de San Carlos en España, fundado en 1782 [13] , el Banco de Francia (1800 [14]) ; el Banco de Noruega (1816 [15]), etc, eran instituciones privadas cuya función principal era actuar como banqueros del gobierno, sirviendo de "apoyo financiero al Estado facilitando la circulación de los vales reales (deuda pública) y convirtiéndolos en efectivo”, etc, a cambio del monopolio en la acuñacion de moneda e impresion de billetes en ciertas regiones (no necesariamente a través de todo un pais: es decir, el banco obtenia el derecho monopolico a imprimir moneda en uno o varios centros economicos de importancia, lo no impide el derecho de algun otro banco a emitir en algun otro lugar del mismo pais).
La intencion de los monarcas al introducir ese sistema era, como Adam Smith nota, posibilitar el gasto nacional -por ejemplo: guerras- mediante la deuda publica, deferiendo al pago de la misma a la tasa de recaudacion de ingresos impositivos. De hecho, algunos argumentan que la creacion de tales bancos fue instrumental en la extencion del credito gubernamental (en la medida que se presta a un banco, el que, a su vez, presta al Rey. Ese banco no tiene la prerogativa real -costumariamente ejercida en esa epoca- de proclamar derecho soverano a renegar de su deuda [16]. Sin embargo el sistema tiene tambien otros resultados:
En la medida que los certificados de los bancos nacionales son utilizados por la administraciones de monarquias modernas, que ejercen soberanía o tienen autoridad a través de la totalidad de reinos o imperios, empiezan a adquirir el caracter de ser "moneda nacional legal", con el mismo valor a través de la totalidad de las regiones bajo el control real. Los centros regionales o locales comienzan a pagar sus impuestos en esas monedas o billetes. En otras palabras, los certificados emitidos por el Banco de Francia de Napoleón Bonaparte o el Banco de San Fernando de Fernando VII comienzan a ser monedas nacionales, en el sentido moderno de la palabra.
En la medida que los gastos “nacionales” de esos monarcas exceden las posesiones en metales preciosos que tanto La Corona como esos bancos nacionales poseian, la emision de billetes por esos bancos (con el fin de financiar el gasto estatal) era deficitaria: es decir, y a pesar que se suponia que los bancos no podian emitir certificados por un monto superior a sus depositos en metales preciosos, el funcionamiento del aparato estatal demandaba la extension de "prestamos" contra futuros ingresos al rey o estado, lo que implica que hay dinero por sobre la cantidad de metales preciosos en existencia, en otras palabras, se basa en la existencia de un sistema de reserva fraccional, lo que conduce al problema de la cantidad del circulante [17].
Consecuentemente se sugirio que el respaldo no necesita ser solamente en metales preciosos, sino tambien puede ser en "propiedades fisicas", lo que dio origen a la llamada doctrina de respaldo hipotecario o por "documentos de Garantía real (Real bills doctrine en inglés, Doctrine des effets réels en francés) [18] [19], originalmente propuesta por Adam Smith [20]. (en el caso de reyes absolutos , esas propiedades son, por supuesto, la totalidad del "reino" y los ingresos, presentes y futuros, que de esa propiedad emanen).
Sin embargo esa propuesta no fue generalmente aceptada a nivel teorico [21] (especialmente en Inglaterra [22]) lo que dió origen a una situacion confusa, en que en la practica los bancos operaban de hecho con un sistema de reserva fraccional mientras que teoricamente adherian a un sistema de "convertibilidad en demanda" a metales preciosos (oro o plata).
A medidados del siglo XIX (ver Ley de Peel (1844) [23]) se empieza a adoptar generalmente tanto el sistema del patron oro, que impone convertibilidad de la unidad monetaria a una tasa fija y estable con una cierta cantidad de oro, como que la aplicacion de ese patron implica que debe haber un emisor unico en cada pais -lo que era generalmente asumido, pero no universalmente aceptado [24].-
Sin embargo, Stuart Mill sugiere que el problema no es tanto la cantidad fisica de circulante, sino el crédito [25]: "Es mi opinion que los billetes de banco, facturas o cheques, como tales, no actúan sobre los precios en absoluto. Lo que actua sobre los precios es el crédito, en cualquier forma que se dé, y tome o no la forma de instrumentos negociables capaces de pasar a la circulación" [26] y "Ha habido una gran cantidad de debates y argumentos sobre la cuestión de si algunas de estas formas de crédito y, en particular, si los billetes de banco, debe ser considerado como el dinero. El asunto es tan puramente verbal que apenas vale la pena plantearlo, y uno tendría cierta dificultad en comprender por qué se le atribuye tanta importancia, si no hubiera algunas autoridades que, adhiriendose todavía a la doctrina de la infancia de la sociedad y de la economía política, que la cantidad de dinero en comparación con la de los productos básicos, determina los precios en general, creen que es importante demostrar que los billetes de banco y no otras formas de crédito son dinero, a fin de apoyar la inferencia que los billetes de banco y no otras formas de crédito influyen sobre los precios. Es obvio, sin embargo, que los precios no dependen del dinero, sino de las compras. El dinero dejado con un banquero, y que contra el cual no se creen debitos, o que sea debitado para fines distintos a la compra de mercancias, no tiene ningún efecto sobre los precios, al igual que un crédito que no se utiliza. Crédito que se utiliza para la compra de productos afecta a los precios de la misma manera que el dinero. El dinero y el crédito estan, pues, exactamente a la par, en su efecto sobre los precios; y si optamos clasificar los billetes en una o la otra, es en este sentido por completo indiferente. [27]
Jesús Huerta de Soto nota que el punto fue ahondado y especificado por Ludwig von Mises: «Es característica del gold standard el no permitir que los bancos incrementen la cantidad de billetes, sin el correspondiente respaldo de oro, por encima del total que ya existía en circulación cuando el sistema fue introducido. La Ley de Peel de 1844 y las diversas leyes bancarias que se basan en mayor o menor medida en la misma, representan intentos para crear un patrón-oro puro de este tipo. El intento fue incompleto porque sus restricciones a la circulación incluían solamente los billetes de banco, dejando fuera los saldos de las cuentas bancarias contra los que se pueden librar cheques. Los fundadores de la Escuela Monetaria fracasaron a la hora de reconocer la similitud esencial existente entre los pagos efectuados mediante cheque y los efectuados mediante billetes de banco. Como resultado de este error, los responsables de la mencionada legislación no fueron capaces de conseguir sus objetivos ... (las cursivas son mías)» [28]
En otras palabras, dado que la adopcion del patron oro no se aplicó al credito, legitimó, de hecho, el sistema de reserva fraccional actual (en la medida que el Agregado monetario es no solo el Dinero en efectivo sino que incluye cosas tales como pagarés, cheques, letras promisorias y otras formas de títulos de crédito (ver Oferta de dinero). El resultado fue que, aun cuando la cantidad fisica de dinero en existencia podia corresponder extrictamente a la cantidad de metales preciosos en existencia en las cajas fuertes bancarias, el circulante como tal excedia esa relacion.
Algo acerca de como emisor unico obliga a otros bancos a mantener depositos en el Nacional, lo que lo transforma en Central: necesidad de chequear depositos y reservas, etc.
A partir de eso, los bancos nacionales comenzaron a adquirir, incrementalmente, las caracteristicas de los Bancos Centrales modernos: el monopolio de imprimir y acuñar dinero implica que esos bancos son el respaldo de ultima instancia al circulante: no importa de cual banco se obtenga una moneda o billete, ese dinero conserva su valor mientras sea denominada en moneda nacional legal. Al mismo tiempo otros bancos, a fin de obtener tales unidades financieras, encuentran conveniente mantener cuentas y depositos en el banco nacional. Es decir, ese banco comienza a actuar como banco de los banqueros. Finalmente, esos bancos nacionales comienzan a actuar como prestamistas de respaldo o ultima instancia a otros bancos . A travez de ese proceso -que comenzando a fines del siglo XIX se concreta en la primera mitad del siglo XX- se ha notado que “las explicaciones politicas predominan sobre las explicaciones economicas en la literatura acerca de Bancos Centrales” [29]
Refs
editar- ↑ Stephen Quinn and William Roberds (2005): The Big Problem of Large Bills: The Bank of Amsterdam and the Origins of Central Banking
- ↑ Davies, Glyn, ‘’A History of Money’’, University of Wales, 1994, p.172, 339.
- ↑ SUBCOMITTEE ON DOMESTIC FINANCE COMMITTEE ON BANKING AND CURRENCY HOUSE OF REPRESENTATIVES (SEPTEMBER 21, 1964) MONEY FACTS Chapter III, question 41
- ↑ Al respecto ver: Adam Smith – An Inquiry into the Nature And Causes of the Wealth of Nations – CHAPTER III – PART I – Disgreciones en relacion a los Bancos de Deposito, Particularmente el de Amsterdam (en inglés)
- ↑ U de Málaga: “PAPEL MONEDA” en Diccionario económico de nuestro tiempo (P)
- ↑ A. Smith: "Existen diferentes clases de papel moneda, pero los billetes en circulación de los bancos y banqueros son los más conocidos y, por otra parte, los que mejor se acomodan a nuestro propósito. Tan pronto como los habitantes de un país llegan a depositar la confianza necesaria en el patrimonio, la probidad y la conducta de un banquero particular, hasta el punto de creer que siempre estará dispuesto a pagar a la vista cualquier pagaré suyo que le sea presentado, no importa en qué momento, esos efectos circularán lo mismo que si fueran monedas de oro y plata, en virtud de la confianza que inspiran (ver A. Smith: Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (México DF: Fondo de Cultura Económica.- p 256).
- ↑ por ejemplo: Federal Reserve Bank of Boston :"HISTORY AT YOUR FINGERTIPS" AND "SPIRIT OF THE NATION"
- ↑ Para un ejemplo de la variedad de billetes, ver: ejemplos de billetes
- ↑ KENNETH SILBER: The Tumultuous 19th Century
- ↑ FEDERAL RESERVE BANK OF BOSTON, op. cit.
- ↑ U de Málaga: “PAPEL MONEDA” en Diccionario económico de nuestro tiempo (P)
- ↑ About the Bank
- ↑ Banco de España.- Del Banco de San Carlos al Banco de España
- ↑ Banque de France
- ↑ Norges Bank - Historie
- ↑ J. Lawrence Broz (1998): The Origins of Central Banking: Solutions to the Free-Rider Problem
- ↑ Alexis Direr (2009): "A finales del siglo 18 en Gran Bretaña, la masa monetaria ha dejado de consistir únicamente en piezas de metal. Los billetes de banco comienzan a aparecer. Pero no se trata de billetes tales como los conocenos hoy en dia. Incluso si son convertibles en efectivo metalico, no tienen curso legal (aceptacion universal) o circulacion asegurada (aceptacion obligatoria). Entonces comienza a surgir un tema central en la teoría monetaria, cual es el estatus de la moneda escriptural (billetes de banco). El problema es que la cantidad de billetes en circulación es mucho menos restringido que cantidad de dinero basada en las reservas de oro. ¿Cómo evitar la creación excesiva de crédito que conduce a las fluctuaciones excesivas de la oferta monetaria y el nivel de precios? - en Politiques monétaires p 19 punto 2.2 La doctrine des effets réels (real bills doctrine) (en francés en el original)
- ↑ Mike Sproul: Backed Money, Fiat Money, and the Real Bills Doctrine (ABSTRACT)
- ↑ Alexis Direr (2009): Politiques monétaires p 19 punto 2.2 La doctrine des effets réels (real bills doctrine) en francés en el original)
- ↑ Adam Smith: Adam Smith Book II: On the Nature, Accumulation, and Employment of Stock Chapter II (continuation): On Money considered as a particular Branch of the general Stock of the Society, or of the Expense of maintaining the National Capital (en in inglés en el original)
- ↑ NewSchool The Bullionist Controversy
- ↑ Mike Sproul, op cit
- ↑ La ley de Peel de 1844 o Acta de Establecimientos Bancarios -propuesta por Robert Peel, restringio la capacidad de los bancos a emitir sus propias monedas, otorgando el poder exclusivo al Banco de Inglaterra. Al mismo tiempo ese banco solo podia emitir si tenia un respaldo de 100% en oro o deuda estatal hasta un maximo de 14 millones de libras esterlinas. Ver «Bank Charter Act 1844». Bank of England. Consultado el 27 de octubre de 2010. (resumen)
- ↑ Ver, al respecto, el analisis de Stuart Mill: The Currency Question (1844)
- ↑ Stuart Mill consideraba que solo el metalico era dinero propiamente tal. Billetes son "pagares" y, junto con otras "notas promisorias" -bancarias o individuales, ya sea on demanda o a plazo- tales como cheques, credito "en libros" o "a cuenta", etc, constituyen credito.
- ↑ Stuart Mill: "Principles of Political Economy with some of their Applications to Social Philosophy" Book III, Chapter XII Influence of Credit on Prices paragrafo 4
- ↑ Stuart Mill: "Principles of Political Economy with some of their Applications to Social Philosophy" Book III, Chapter XII Influence of Credit on Prices parrafo 27
- ↑ ver J Huerta de Soto (1998/2009):[http://www.jesushuertadesoto.com/libros_espanol/dinero/dinero.pdf DINERO, CRÉDITO BANCARIO Y CICLOS ECONÓMICOS] p 560, nota 3.
- ↑ Gary Norton y Lixin Huang (2001): Bank Panics and the Origin of Central Banking p 1