Gato mantis adulto
El gato mantis hembra en edad adulta

Gato mantis

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Gato mantis es el nombre comúnmente utilizado para dirigirse a la dionaea felis, un tipo de planta consciente que forma parte de la familia dioanaea, en algunas partes del mundo se le llama también por los nombres de gato hoja, felino guadaña, devorador verde y chat verd gourmant. Tiene una amplia distribución geográfica en gran parte del Viejo Mundo (España, Francia, Italia y Reino Unido), con numerosas subespecies según las regiones, se a tratado de introducir a Estados Unidos, pero debido a una amplia variedad de amenazas para su vivencia en estado salvaje, sólo se a logrado la integración en cautiverio.

Descripción

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Es un insecto de tamaño mediano de aproximadamente 8 a 10 cm, con un cuerpo similar al de un gato doméstico, con pequeños filamentos sensoriales en su espalda que se erizan cuando se siente amenazado. Puede girar su cabeza 90 grados a cada lado y tiene dos ojos compuestos. Sus patas delanteras, que mantiene recogidas al frente de su cabeza, están provistas de espinas para sujetar a sus presas, mientras que las traseras son más robustas para recorrer largas distancias. Tiene una larga cola con una flor artificial al final que usa como señuelo para atraer a sus presas, coloca la flor justo encima de su cabeza y abre su amplia mandíbula, así las presas lo confunden con una simple planta sin relevancia y terminan en sus fauces. En cuyo caso se le escaparan de la boca, puede utilizar sus patas delanteras para inmovilizar, atrapar y finalmente, matar a sus presas y comerlas.

Son animales sociables, les gusta andar en grupos de cinco o siete integrantes, las hembras son especialmente más grandes que los machos y cuando tienen crías, se alejan del grupo hasta que sus bebés cumplan la edad necesaria y no sean atacados o abusados por los demás integrantes.

Pueden ser de color verde o pardo con distintos matices. El color del adulto lo determina el medio en el que habita durante su última muda (por ejemplo, amarillo, si se trata de paja seca, o verde, si es hierba fresca)

Cuentan con orejas en forma de hojas, ambas se pueden mover a voluntad propia para mejor audición y localización.

Comportamiento

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Alcanzan un año de vida, durante el cual mudan seis veces antes de convertirse en adultos. Para mudar se sacuden y se desprenden de la cubierta exterior o exuvia y salen por la parte anterior de la última cutícula.

Este insecto con apariencia de planta no es venenoso, utiliza sus diferentes características ( cola, patas delanteras, bosa expansiva) para atrapar y devorar a sus presas.

Alimentación

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El gato mantis mimetizado para cazar su alimento

Casa al acecho, esconde sus patas delanteras con tierra y hojas para que no se noten, se tumba en el suelo y posiciona su flor artificial encima de su cabeza y espera a que las presas vengan, si no puede atraer nada comestible con su técnica con la flor, opta por acechar en manada hormigueros, nidos de aves pequeñas y algunas arañas e insectos de tierra. También es totalmente capaz de cazar pequeños anfibios y aves de menor tamaño como el colibrí.

Si bien tienen preferencias por animales vivos para su alimentación, en cautiverio también pueden llegar a alimentarse de insectos muertos, siempre que alguien se los acerque a sus patas raptoras o boca, aunque su actividad predadora se ve disminuida.

Reproducción

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Las hembras sólo se ponen en celo una vez al año. En la época de apareamiento, la hembra segrega feromonas que atraen a los machos, es el único momento en donde estos insectos se ponen agresivos, ya que empieza una pelea campal para poder reproducirse con las pocas hembras que hay en el grupo, ya que es un poco raro ver más de dos hembras en una manada de gatos mantis.

Su método reproductivo es básicamente igual que el de los felinos, a excepción de que son ovíparos y mantienen gran parte del desarrollo de sus huevos dentro del cuerpo de la madre, una vez nacen, sólo de una a dos crías saldrán de la madre, ya que los huevos más fuertes sobreviven el proceso de crecimiento.

Relación con el ser humano

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El gato mantis recién nacido

La relación entre los gatos mantis y los seres humanos siempre a sido muy distante, ya que en el pasado no se conocía la existencia científica de este insecto y se le confundía con seres mitológicos como son las hadas, a pesar de que no poseen halas como en las representaciones de los cuentos. Actualmente, no se les ve muy cerca a la civilización y prefieren quedarse en zonas con mucha vegetación y árboles para esconderse, pero debido a la deforestación, cada vez hay menos gatos mantis en estado salvaje, convirtiéndose la mayoría en mascotas domésticas o de exhibición en zoológicos.