Usuario:Osmanvielma/Misticismo

El misticismo es la unión con Dios (el Absoluto, o el Infinito), pero puede referirse a cualquier estado de conciencia que sea espiritual o religioso. También puede referirse a la percepción de verdades últimas u ocultas, y a la transformación humana apoyada por diversas prácticas y experiencias.

Liber Divinorum Operum (1185)
(El Libro de las Obras Divinas),
(El Humano Universal)
de la Santa y mística alemana
Hildegarda de Bingen

Etimología

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La palabra “misticismo” se deriva del griego μυω (muo o myo), que significa “ocultar”, μύστης (mustes o mystes), que significa “alguien que ha sido iniciado”, y μυστικός (mystikos, mystes +‎ ikós), que significa “perteneciente al iniciado.”

El verbo relacionado μυέω (muéo o myéo) aparece en el Nuevo Testamento, significando el cerrar los ojos y la boca para experimentar el misterio. Su significado figurado es el de iniciarse en la “revelación del misterio.”

También en el Nuevo Testamento, aparece el nombre relacionado μυστήριον (Mustérion o Mystérion). Según el lexicón griego de Thayer, el término significa “algo oculto,” un misterio o un secreto, para lo cual una iniciación (entrenamiento, instrucción) sería necesario.

Un significado particular que tomó en la antigüedad clásica fue el de un secreto religioso, confiado solo a los iniciados y que no debía ser comunicado a las personas comunes. En la Septuaginta (primera Biblia hebrea traducida al griego) y el Nuevo Testamento, el significado que tomó fue el de un propósito o voluntad secreta (a veces la voluntad oculta de las personas, pero más a menudo la voluntad oculta de Dios). En otras partes de la Biblia, se refiere al significado oculto de las cosas, los secretos detrás de los dichos, los nombres, las imágenes, las visiones y los sueños. La Vulgata (la Biblia oficial en latín traducida del griego) a menudo lo traduce como Sacramentum (Sacramento, sagrado).

Definición

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Según Peter Moore, el término “misticismo” es “problemático pero indispensable.” Es un término genérico que une distintos conceptos de prácticas e ideas desarrolladas por separado. Moore señala también que el término “misticismo” se ha convertido en una etiqueta para “cualquier cosa nebulosa, esotérica, oculta o sobrenatural.”

Unión con Dios o el Absoluto, y la Experiencia Mística

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Se conoce como misticismo a la unión con Dios o el Absoluto.

En el siglo 13 el término “unio mystica” llegó a usarse para referirse a la “unión espiritual” que se experimentaba cuando se usaba la oración “para contemplar la esencia de Dios y su omnipresencia en el mundo.” En el siglo 19, bajo la influencia del Romanticismo, esta “unión” fue interpretada como una “experiencia religiosa,” que proveía la certeza de la existencia Dios o de una realidad trascendente.

Un proponente influyente de esta comprensión fue William James (1842-1910), quien dijo que “en el estado místico nos unimos con el Absoluto y al mismo tiempo nos damos cuenta de nuestra propia unicidad.” Las experiencias religiosas pertenecían a una “religión personal,” que consideraba más importante que lo teológico o eclesiástico.

Bernard McGinn argumenta que el término “presencia” es más preciso que “unión”, y que deberíamos hablar de la “conciencia” de la presencia de Dios, en lugar de “experiencia,” ya que la actividad mística no se trata de percibir a Dios como algo externo, sino que de manera más amplia sobre “nuevas formas de conocer y amar, basadas en los estados de conciencia en los que Dios se hace presente en nuestros actos internos.”

Ciertamente, la idea de “unión” no funciona en todos los contextos. Por ejemplo, en la religión hindú (no dual), solo hay una realidad (Brahman) y, por lo tanto, no hay otra cosa que la realidad para unirse con ella. Brahman en cada persona (Atman) ha sido de hecho idéntico a Brahman, todo el tiempo.

Dan Merkur señala que la unión con Dios o el Absoluto es una definición muy limitada, ya que también hay tradiciones que no apuntan a un sentido de unidad, sino a la nada (o el vacío), como sería el caso de la Cábala y el Budismo.

Según Jerome Gellman, la importancia de la “experiencia unitiva” se encuentra en el desenfoque o erradicación de la multiplicidad.

 
Retrato de un Monje Católico de la Orden de los Cartujos (1446), de Petrus Christus

Conocimiento Intuitivo e Iluminación

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Algunos autores enfatizan que la experiencia mística involucra una comprensión intuitiva del significado de la existencia, de verdades ocultas, y de la resolución de los problemas de la vida.

Según Gerald Larson, “la experiencia mística es una comprensión intuitiva y una realización del significado de la existencia.”

Según McClenon, el misticismo es “la doctrina de que ciertos eventos o estados mentales especiales permiten una comprensión de las verdades últimas.”

Según James R. Horne, la iluminación mística es "una experiencia visionaria central [...] que resulta en la resolución de un problema personal o religioso.

Vida Espiritual y Reformación

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Otros autores señalan que el misticismo implica más que “experiencias místicas.” Según Jerome Gellmann, el objetivo final del misticismo no es solo experimentar los estados místicos o visionarios, sino la transformación humana. Según Bernard McGinn, la transformación personal es el criterio esencial para determinar la autenticidad del misticismo cristiano.

Cristianismo Ortodoxo

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La Iglesia ortodoxa tiene la larga tradición de la experiencia íntima y la quietud interna.

La oración contemplativa, producto del cultivo de la vigilancia, silencia la mente y permite avanzar a lo largo del camino de la unidad práctica y la conformidad con Dios, llegando así a contemplar las “divisiblemente indivisibles” operaciones (energías) de Dios como la “increada luz” de la transfiguración, una gracia que es eterna y que procede naturalmente de la cegadora oscuridad de la incomprensible esencia divina.

 
La Aparición del Espíritu Santo ante Santa Teresa de Ávila (1589),
de Peter Paul Rubens

Espiritualidad Moderna

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La espiritualidad moderna occidental y la psicología transpersonal combina las prácticas psicoterapéuticas occidentales con prácticas religiosas como la meditación para alcanzar una transformación duradera.

El misticismo natural es una experiencia intensa de unificación con la naturaleza o la totalidad cósmica, que fue popular entre los escritores románticos.

Judaísmo

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El Judaísmo ha tenido dos tipos principales de misticismo:

El misticismo Merkabah, el más antiguo, se centró en visiones, particularmente las mencionadas en el Libro de Ezequiel. Obtiene su nombre de la palabra hebrea que significa “carroza”, una referencia a la visión de Ezequiel de una carroza de fuego compuesta de seres celestiales.

El misticismo Cábala, es un conjunto de enseñanzas esotéricas destinadas a explicar la relación entre un no-cambiante, eterno y misterioso Ein Sof (sin fin) y el finito mortal universo (su creación). Estas enseñanzas son usadas para definir el significado interno y oculto de las escrituras.

Islamismo

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La dimensión interior y mística del Islam se encuentra encapsulada en el Sufismo.

El Sufismo es “una ciencia cuyo objetivo es la reparación del corazón y alejarlo de todo lo que no sea Dios."

Al practicante de esta tradición se le llamaba antiguamente "derviche," aunque actualmente se le llama sufí. El nombre proviene del árabe "suf" (lana) y "safa" (pureza). Los que vestían de lana durante el temprano Islam eran ascéticos piadosos retirados de la vida urbana.

La práctica sufí incluye:

  • Recordar (a Dios), que a menudo toma la forma de ejercicios rítmicos de canto y respiración.
  • Música y baile: la danza giratoria de los derviches Mevlevi es una forma bien conocida en occidente.
  • Meditación.
  • Visitar lugares sagrados, particularmente las tumbas de los santos, para recordar la muerte y la grandeza de los que han pasado.

Los objetivos del sufismo incluyen:

  • Experimentar los estados místicos.
  • Unirse a Dios.
  • Purificar el corazón.
  • Superar el yo inferior.
  • Extinguir la personalidad individual.
  • Obtener un conocimiento más elevado.
 
La tumba de Rumi, en Konya, Turquía, visitada por derviches bailarines giratorios.

Hinduismo

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El hinduismo tiene una serie de tradiciones que apuntan a la adquisición de poderes superiores y al “moksha” (superar la ignorancia y trascender la limitada identificación con el cuerpo, la mente y el ego).

El Yoga es el conjunto de prácticas o disciplinas físicas, mentales, y espirituales que tienen como objetivo alcanzar un estado de paz permanente.

Los Yoga Sutras de Patañjali (textos fundacionales del Yoga) lo definen como “el aquietar los estados cambiantes de la mente,” lo cual es obtenido en el más alto estado de meditación, en el cual la completa unidad es alcanzada.

Tantra

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El ritual tántrico busca ir más allá de lo mundano a través de lo mundano, identificando el microcosmos con el macrocosmos (considerando el cuerpo o la naturaleza humana como un modelo en miniatura de la naturaleza divina o del universo.)

El practicante tántrico busca usar el “prana” (energía que fluye a través del cuerpo y del universo) para lograr metas que pueden ser espirituales, materiales o mixtas.

Budismo

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El Budismo es místico en el sentido de que apunta a la identificación de la verdadera naturaleza de nuestro ser, y a vivir de acuerdo con ella.

El Budismo apunta a la liberación del ciclo de la reencarnación por medio del autocontrol, la meditación y el comportamiento moralmente justo.

Algunos caminos Budistas apuntan a un desarrollo gradual hacia la transformación y liberación. Otros, como la tradición japonesa de Rinzai Zen, enfatizan la perspectiva repentina e inmediata, pero sin embargo, también prescriben el entrenamiento intensivo, incluyendo meditación y autocontrol.

La escuela Yogacara del Budismo Mahayana investiga el funcionamiento de la mente, asegurando que la mente o las representaciones que conocemos, son lo único que realmente existe. Luego la mente llegó a ser vista como conciencia pura, de la cual surgen todas las cosas.

El Zen Chino y Japonés se basa en la comprensión china de la naturaleza del Buda (o del Ser) como esencia verdadera de la existencia, y la doctrina de las dos verdades-realidades (una realidad provisional-mortal-cambiante, y una realidad última-quieta-eterna) como una polaridad entre la realidad relativa y la Absoluta.

El Zen apunta a la introspección de la verdadera naturaleza del Ser (o del Buda), y así manifestar la realidad Absoluta dentro de la realidad relativa.

En la tradición Soto Zen, esta naturaleza del Buda se considera que está siempre presente, y que la meditación sentada (inmóvil) es la manifestación de la ya existente budeidad (quieta y estable).

En la tradición Tibetana (Vajrayana), a través de la filosofía, el tantra, la meditación y el yoga, los ídolos y las deidades se derriten y disuelven, exponiendo el vacío de todo lo que existe.

Taoismo

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La filosofía taoísta está centrada en el “Tao” (La Vía), un principio cósmico difícil de describir. Los conceptos del “yin” y el “yang” simbolizan contraste, interdependencia y harmonía.

La práctica taoísta incluye ejercicios y rituales dirigidos a manipular el flujo de energía, la fuerza vital “Qi” (chi, principio activo de todo ser vivo), y obtener así salud y longevidad. Algunos de estos ejercicios han sido plasmados en prácticas bastante conocidas en occidente como el “Tai chi.”