Barroco español

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En España el periodo denominado Barroco coincide aproximadamente con lo que se ha denominado Siglo de Oro de las Letras.

Aunque existe desacuerdo sobre la extensión de tiempo que se incluye, se acepta generalmente que abarca desde las primeras publicaciones de Lope y Góngora en 1580 hasta el fallecimiento de Calderón en 1681, si bien el llamado "barroquismo" alcanza hasta más allá de 1700[1]

Se han establecido distintos periodos por generaciones aproximadamente:

1580-1600: Generación de Cervantes, herederos del renacimiento (Mateo Alemán; Vicente Espinel..)

1600-1620: Generación de Lope y Góngora (hermanos Argensola)

1620-1640: Generación de Quevedo(Tirso de Molina, Ruiz de Alarcón, Vélez de Guevara)

1640-1680: Generación de Gracián y Calderón

También en opinión de algunos autores existe una época, bisagra entre Renacimiento y Barroco, que se caracterizó por una exacerbación en el uso de los recursos petrarquistas y que denominan "manierismo"[2][3]

Contexto histórico y social

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El siglo XVII español fue una época de decadencia política y económica que se inició ya a finales del reinado de Felipe II y continuó en los de Felipe III, Felipe IV y Carlos II conocidos como los Austrias menores[4]

Es un tiempo de grandes cambios. De la plenitud de un Imperio se pasó al empobrecimiento del país, el abandono de lo rural y la marcha a las ciudades en busca de una vida más fácil y cómoda; pero la nobleza y los "cristianos viejos" impedían las posibilidades de ascenso social Se estableció un ambiente de desengaño, desesperanza y pesimismo.[5]​ Se tradujo en buena parte de los temas en que se ocupó la literatura, siguiendo diversos topoi (carpe diem, ubi sunt, beatus ille), todos ellos en relación con la fugacidad de la vida, el engaño del mundo, la falsa apariencia..

La necesidad de evasión propició el éxito de las novelas, algunas de las cuales fueron reeditadas numerosas veces, y del teatro al cual acudía público de todos los estamentos. Se inició la "profesionalización" de los escritores, fundamentalmente de los autores de teatro y novela, géneros con los que se podía aspirar a comerciar .

Aún así, y en especial para la poesía, los escritores necesitaron del mecenazgo de nobles y hubo multitud de academias patrocinadas por poderosos

Corrientes literarias

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Hasta Cervantes (y en él alcanza su culmen) llega la idea de escritura que patrocinó Valdés: “escribo como hablo”, es decir la ausencia de afectación en el lenguaje.

El Barroco recogió la herencia del Renacimiento, pero el hálito vital de éste se iba agotando. Esta herencia fue exprimida al máximo: Los moldes previos se retorcieron y complicaron constituyendo lo que se ha llamado Manierismo en el que se fuerzan y exageran todo los tópicos petrarquistas.[2]

Pero las circunstancias eran otras: el mundo había dejado de ser un orbe racional, sereno, equilibrado, para convertirse en un vivir convulso, desazonado, reino de las apariencias, la mentira y el desengaño. Cambió el lenguaje y el sentimiento. Los escritores se atrevían a todo, incluida la parodia de los clásicos. Los temas iban de extremo a extremo, desde poesía amorosa sublime, temas religiosos y morales, a sátiras despiadadas, versos grotescos y macabros o prosa obscena.

El castellano ya tenía carta de naturaleza al nivel del latín – no necesitaba “probarse" como en tiempos de Garcilaso- y más siendo el idioma Imperial. Tenía propiedad y recursos para expresar cualquier idea.

El signo del Barroco español fue el conceptismo y su gran teórico Gracián, en su obra "Arte del Ingenio, Tratado de la Agudeza; en que se explican todos modos y diferencias de conceptos". En él escribe: "De suerte que se puede definir el concepto. Es un acto del entendimiento que exprime la correspondencia que se halla entre los objetos"[6]​ Lo que se propone es buscar la expresión breve en la que se concentre el máximo significado. Era una evolución de las alegorías medievales, de la metáforas renacentistas. No fue una ruptura, si no una condensación.

Quién creó un lenguaje poético nuevo fue Góngora. Y no sólo poético: introdujo muchos cultismo que hoy son léxico común para nosotros. Para él la poesía debía huir de la lengua vulgar; los conceptos se vieron arropados ( y "oscurecidos" al decir de sus críticos) por metáforas deslumbrantes e inverosímiles- no nombra a los objetos, los describe -. Era una apuesta "culta" por lo que dieron en llamarle culteranismo, por semejanza con "luteranismo", en este caso una "herejía literaria"

Ambos estilos se opusieron desde el primer momento. Fue el exceso de adorno lo que motivó el repudio y la animadversión de los conceptistas pues entendían que "preñado ha de ser el verbo, no hinchado; que signifique, no resuene; verbos con fondo, donde se engolfe la atención".[7]

Lope, de la misma generación que Góngora, fue el “cabecilla” de la oposición,[8]​ y Quevedo le secundó. Y sin embargo Gracián apreció el conceptismo en las obras de Góngora. En su obra ya citada lo propone como ejemplo de Agudeza[9]

En España fue el siglo de la novela.

Precisamente el fin de la novela de caballerías, sentenciada en El Quijote, marcó el nacimiento de un nuevo tipo de escritura, la novela corta al estilo italiano, siendo su precursor el propio Cervantes con sus " Novelas Ejemplares" (en cuyo prólogo él mismo certifica su nacimiento) [10]​ Pero tras las obras de Lope ("Novelas a Marcia Leonarda" ) o María Zayas ( "Desengaños amorosos"), este género se eclipsó.

Se mantuvo la novela pastoril (Cervantes “La Galatea”, Lope “La Arcadia”) y la bizantina [1] (Cervantes “Los trabajos de Persiles y Segismunda”, Lope “El peregrino en su patria”), aunque ambas en declive

Y apareció, en la estela del Lazarillo un tipo de novela producto del siglo y las circunstancias: la picaresca ( Mateo Alemán "Guzmán de Alfarache", Quevedo "El Buscón"...Se crea la figura del pícaro, sujeto de extracto humilde cuando no hijo de delincuentes, que en sus vanos intentos por prosperar consigue lo contrario: hundirse cada vez más. Son relatos costumbristas a los que a menudo se asoma el lenguaje de "germanía", el propio del hampa

Es también propio de la época el relato lucianesco siendo sus mejores ejemplos una de las Novelas Ejemplares ("El coloquio de los perros ") de Cervantes, "Los Sueños" de Quevedo y "El diablo Cojuelo" de Luis Vélez de Guevara.

Persistió la literatura emblemática, con publicaciones a cargo de los hermanos Covarrubias (Juan de Horozco y Sebastián)

Y apareció el "género" de los arbitristas, autores que publicaban posibles soluciones para la crítica situación político-económica en que se encontraba España

En cuanto a la prosa didáctica, su principal representante fue Baltasar Gracián. En sus obras - "El héroe", "El discreto ", "El político" y su compendio "Oráculo manual y arte de prudencia"- da las recomendaciones y normas para triunfar en la vida. Del mismo autor es la ya nombrada "Agudeza y arte de Ingenio" que puede considerarse un tratado técnico, una "retórica del ingenio".

Por último podemos considerar novela moral o filosófica la que se considera obra cumbre de Gracián: "El Criticón"

Y a destacar la publicación de "Tesoro de la lengua castellana" de Sebastián de Covarrubias, el primer diccionario monolingüe del español

Poesía

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El cancionero tradicional siguió gozando de popularidad.

Se sigue cultivando el romance. La generación de Lope y Góngora iniciaron lo que se conoce como el romancero nuevo, con temas tanto amorosos como burlescos o religiosos (y que continuó hasta nuestros días)

Hubo una hibridación entre lo tradicional y lo individual, escribiendo los poetas de la época letrillas, villancicos...y dando todo su esplendor a la seguidilla [11]​ De este fondo patrimonial obtuvo el teatro temas y argumentos. Precisamente en obras teatrales es donde aparecen las mejores décimas, redondillas o quintillas, especialmente en Lope.

También se cultivaron las formas italianas, como los sonetos, canciones petrarquistas, liras...que ya se pueden considerar aclimatadas.

La poesías aparecieron publicadas en Antologías, y a menudo se entreveraban en novelas y obras de teatro, pero muchos poemas se divulgaron en manuscritos y no llegaron a la imprenta hasta años después de la muerte de sus autores

Estos fueron muchos, pero tres destacan

Lope, que versificaba con extraordinaria facilidad, escribió ente otras "Rimas", colección de 200 sonetos, "Rimas sacras"  - otros 123 sonetos- además de sembrar versos por todas sus obras

Góngora, creador de un lenguaje nuevo, que consiguió su máxima expresión en "Las Soledades" y" La Fábula de Polifemo y Galatea", en el que la abundancia de perífrasis, hipérbatos, alusiones mitológicas, latinismos...a la vez que creaban una sensación sonora y colorida, dificultaban el entendimiento del poema convirtiéndolo en un arte en elitista.

Y Quevedo que escribió poesía de todo tipo, amorosa al estilo petrarquista ("Canta sola a Lisi y la amorosa pasión de su amante"), religiosa (" Heráclito cristiano"), moral, satírica.. Y fue uno de los mejores compositores de jácaras , considerándose que el fijó el género con su obra "La jácara de Escarramán"

Bibliografía general

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Pedraza F.B., Rodríguez M. "Manual de literatura española. Vol. III. Barroco: Introducción, prosa y poesía". Cénlit Ediciones 1980. ISBN 84-85511-05-0

Menéndez Peláez J. "Historia de la Literatura española. Vol. II Renacimiento y Barroco" Editorial Everest 2005. ISBN 84-241-1929-0

Lázaro Carreter F. "Estilo barroco y personalidad creadora. Góngora Quevedo, Lope de Vega". Editorial Cátedra. 1984. ISBN: 84-376-0022-7

Referencias

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  1. Pedraza F.B.; Rodríguez M (1980). Manual de Literatura española III. Barroco: Introducción, prosa y poesía. Cénlit. p. 64-65. ISBN 84-85511-05-0. 
  2. a b Menéndez Peláez J., ed. (2005). Historia de la Literatura Española. Vol. II. Everest. p. 540-42. ISBN 84-241-1929-0. 
  3. «RENACENTISTA, MANIERISTA, BARROCO: DEFINICIONES Y MODELOS PARA LA LITERATURA ESPAÑOLA». 
  4. Asenjo, Autor Mario López (26 de septiembre de 2012). «Los Austrias Menores, el siglo XVII». Breve Historia Hispánica. Consultado el 12 de marzo de 2021. 
  5. «Sociología de la cultura española | artehistoria.com». www.artehistoria.com. Consultado el 9 de abril de 2021. 
  6. «Agudeza y arte de ingenio. Facsímil». 
  7. Gracián Baltasar (2017). Blanco, Emilio, ed. Arte de Ingenio. Tratado de la Agudeza. Cátedra Letras Hispánicas. p. 411. ISBN 978-84-376-1615-5. 
  8. «Epístolas de La Filomena. Cartas a "Un señor de estos reinos"». 
  9. Gracián, Baltasar (2017). Blanco, Emilio, ed. "Arte de ingenio, Tratado de la Agudeza". Cátedra Letras Hispánicas. p. 134. ISBN 978-84-376-1615-5. 
  10. Cervantes, Miguel (2015). Montero Reguera , José, ed. Novelas Ejemplares. Penguin Clásicos. p. 67. ISBN 978-84-9105-044-5. 
  11. Cantero Muñoz, Rafael. «La seguidilla, copla que nos une. Alma expresión y sentimiento de una cultura». Cuadernos de estudios manchegos, ISSN 0526-2623, Nº. 43, 2018, págs. 143-167.