Amanteca

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En la sociedad azteca o mexica, los amantecas eran los artesanos que se dedicaban a la confección de atavíos y ornamentos compuestos de plumas finas. En el arte plumario mexica destaca el conocido penacho de Moctezuma.[1]

Arte plumario mexica.

Costumbres y festividades editar

Las plumas utilizadas eran recolectadas mediante el tributo de los pueblos sometidos, regularmente eran plumas coloridas como las del quetzal, la garza de diversas tonalidades, el loro, la guacamaya o el zacuán, aunque también se utilizaban plumas de águila. Los plumarios recibieron el nombre de amantecas porque en su mayoría vivían o se reunían en el calpulli o barrio de Amantla.[2]

Los amantecas participaban intensamente en dos fiestas del año, en el mes de panquetzaliztli —dedicada a Huitzilopochtli—, y en el mes de tlaxochimaco —mes de las ofrendas de flores a Huizilopochtli y todos los dioses—, el dios de los amantecas era Coyotlinahual (el que tiene un coyote por doble).[3]​ Durante la fiesta del mes de panquetzaliztli se solía sacrificar a un voluntario que representaba al dios Coyotlinahual, en caso de no existir voluntario, los amantecas compraban un esclavo o tlatacoltin para sacrificarlo, previamente éste era ataviado con distintivos e insiginas del dios. Durante la fiesta del mes de tlaxochimaco no había sacrificios, se rendía culto a dos mujeres —Xiuhtlati y Xilo— con un baile con los brazos enlazados llamado tlanahuaya.[4]

Confecciones y ornamentos editar

Las plumas normalmente eran suministradas por los pochtecas. Los ornamentos de plumas eran muy utilizados como insignias militares y escudos (chimalli) . Fue durante la época de Moctezuma Xocoyotzin cuando el arte plumario tuvo su auge. Para ataviar al dios Huitzilopochtli se utilizaban el teuquémitl o ropaje divino, el quetzalquémitl o ropaje de pluma de quetzal, el vivitzitzilquémitl o ropaje de pluma de colibrí y el xiuhtocoquémitl o ropaje de plumas de azulejo.

Aquellos amantecas que trabajaban para los tlatoque eran conocidos como tecpan amanteca. Los que se dedicaban a confeccionar piezas especiales eran llamados calpixcan amanteca o plumarios del tesoro, sus obras eran guardadas en las bodegas del huey tlatoani. Existían también los calla amanteca o plumarios privados, quienes se dedicaban a confeccionar y comerciar insignias militares.[5]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Matos Moctezuma, 2010; 128
  2. Sahagún, 2006; 499
  3. Shagún, 2006; 500
  4. Sahagún, 2006; 510
  5. Shagún, 2006; 512

Bibliografía editar

Enlaces externos editar