Anexo:Historia de Padre Hurtado (comuna)

La siguiente historia es de la comuna de Padre Hurtado de sus primeros años de vida.

Primeros años editar

Pueblo de indios de Peucodañe editar

En tiempos anteriores a la conquista, el actual territorio de Padre Hurtado era conocido como Peucodañe, voz mapuche que significa Nido de Peuco, derivado de peuco, el ave rapiña y dañe; nido. Desde antaño estas tierras al poniente del valle del río Mapocho estuvieron pobladas por naturales que se agrupaban en tres "Pueblos de Indios": Los Curamapu, Pelvín y Malloco.

Cuando los españoles llegaron a estas tierras, fue práctica muy común de los gobernadores entregarles mercedes de tierras a los servidores destacados, de manera de recompensa por los servicios prestados a la Corona. Es así como en el año 1604, el Gobernador don Alonso de Rivera, otorgó una merced de 350 cuadras de Peucodañe, al General Fernando Talaverano Gallegos. En esta zona hubo otras importantes estancias como Peñaflor o Curamapu, de la familia Lisperguer; Malloco, de Domingo de Erazo; Pelvín, de Santiago de Azocar; Carrizal, de los Valdivia; y Peucodañe de Hernán Talavero.

Hacienda Santa Cruz editar

La estancia de Peucodañe conocida luego como hacienda Santa Cruz, fue propiedad de la familia Martínez de Pardo en el siglo XVII y en el siglo XVIII, la heredó Josefa Francisca de Ureta y Prado, esposa de José Miguel de la Carrera y Elguea (bisabuelo del prócer José Miguel Carrera y Verdugo), y luego por Ana Francisca de Borja de la Carrera y Ureta y, su marido, Domingo de Valdés y González-Soveral, fundador del mayorazgo.

Lo heredó su hijo primogénito, Francisco Javier Valdés y Carrera, quien 1787 adquirió las tierras de indios Curamapu, cuando estos fueron trasladados a Pomaire. A Francisco Javier le sucedió su primogénito José Antonio Valdés García-Huidobro y este a José Agustín Valdés Saravia, quien dedicó su vida a trabajar la tierra de sus antepasados y fue testigo, en 1854 de la abolición de los mayorazgos. El último mayorazgo Valdés y su mujer Tránsito Valdés, debieron dividir entre sus trece hijos la estancia de Santa Cruz. Una de las hijuelas, situada al costado del camino entre Santiago y Valparaíso, se vendió a José Ángel Ortúzar Formas (n. 1795-f. 1868), hijo de José Manuel de Ortúzar Ibáñez.

Hacienda Marruecos editar

 
Don Álvaro Covarrubias Ortúzar esposo de Benigna Ortúzar Gandarillas.

Ortúzar Formas renombra la hijuela adquirida bajo el nombre de Hacienda Marruecos de Santa Cruz. Ortúzar era un acaudalado propietario y hombre público, Diputado al Congreso en 1841 y senador en 1851.

En las hasta entonces desnudas tierras, formó una productiva hacienda a la que dio riego permanente, empasto y apotrero, trazo y arbolo caminos, construyó bodegas y casa patronal. Hizo una elegante residencia de un piso con un esbelto mirador y rodeado de un extenso parque. Tras la muerte de Ortúzar Formas, sus cuantiosos bienes se dividieron entre su cuantiosa familia. La hacienda se asignó a su hija Benigna Ortúzar Gandarillas (n. 1828-f. 1906), casada con su primo Álvaro Covarrubias Ortúzar (n. 1824-f. 1899).

A inicios de la década de 1900, la hacienda Marruecos de Santa Cruz, herencia natural de Leonor Valdés Ortúzar (n. 1876); hija de Carlos Valdés Izquierdo y Ana Luisa Ortúzar Montt; y nieta de José Ángel Ortúzar Formas, y de su esposo Alberto Tagle Ruiz (n. 1874), se hizo una propiedad modelo, contaba con 250 cuadras planas, más 150 de “Isla de río” en el cauce del río Mapocho.

La hacienda producía principalmente leche y pasto, además de trigo, chacarería y multiplicación de semillas. Tenía modernos establos y silos, 35 casas de inquilinos. Su preocupación constante por el bienestar de sus inquilinos lo llevó a ceder un terreno y construir una escuela modelo que luego dono al Fisco. Entonces las tierras de Santa Cruz eran parte del Departamento de La Victoria, creado en 1834.

Estación Marruecos editar

La construcción del ferrocarril al poniente en 1889, significó un gran adelanto para toda la zona. Una de las estaciones se construyó cerca de la bifurcación del Camino a Melipilla y del antiguo Camino a Valparaíso, y tomó el nombre de Hacienda de Marruecos, el que posteriormente se hizo extensible a todo el pueblo. El ferrocarril acorto de manera significativa la distancia entre Santiago y Melipilla, generando una actividad creciente en la zona que hizo de la estación Marruecos un punto obligado de encuentro y sociabilidad para sus habitantes.

Pueblo Marruecos editar

Ante la construcción de la estación ferrocarril y la carbonera Marruecos, se creó el pueblo Marruecos al costado de Camino a Melipilla.

Santa Cruz de La Victoria editar

Alberto Tagle Ruiz, hombre que poseía un gran espíritu de servicio, fue elegido alcalde de la comuna de Santa Cruz de La Victoria en 1909, buscando siempre el desarrollo y bienestar de los vecinos. Hombre de profunda fe religiosa, junto a su mujer Leonor, formaron una familia unida y de sólidos principios. Tuvieron seis hijos: Alberto (n. 1901), Mario (n. 1903), Eugenio (n. 1906), Ignacio (n. 1908), Antonio (n. 1910) y José Manuel Tagle Valdés (n. 1916).

En 1928 la comuna Santa Cruz de La Victoria, fue suprimida mediante el Decreto con Fuerza de Ley N.º 8.583 del 30 de diciembre de 1927, dictado por el presidente Carlos Ibáñez del Campo como parte de una reforma político-administrativa, anexando su territorio a la comuna de Peñaflor. La supresión se hizo efectiva a contar del 1 de febrero de 1928.

En aquella época era costumbre que en los fundos se hicieran misiones una vez al año, a las que concurría toda la gente de los alrededores para acercarse más a Dios y recibir los sacramentos que administraban los misioneros, generalmente los Padres Capuchinos. Pero para ir a la Misa Dominical, la Iglesia más cercana era la de Malloco y había que ir en coche o en carreta con las consiguientes dificultades. Alberto Tagle, interesado en que los vecinos contaran con un servicio religioso más cercano, dono un terreno cercano a la Plaza de Armas para construir una Iglesia para el pueblo, los planos fueron hechos por su hijo, el arquitecto Ignacio Tagle Valdés y muchos vecinos colaboraron en la construcción de este templo.

Alberto donó varias hectáreas del fundo Marruecos para construir un convento que pudiera albergar a una Orden religiosa que sirviera a la Parroquia. Este terreno fue ofrecido a varias congregaciones, que por diferentes motivos no se interesaron. Quienes si se manifestaron interesados fueron los Padres de la Compañía de Jesús, particularmente el Padre Hurtado. Los jesuitas tenían su noviciado en Chillán y luego del Terremoto de 1936, este había quedado en muy precarias condiciones, de modo que el Padre Alberto Hurtado vio una excelente oportunidad para su orden, que podría contar con un Seminario muy cercano a Santiago y así fueron los Jesuitas quienes se hicieron cargo del servicio de la Parroquia San Ignacio de Loyola, cuya primera piedra se puso en 1940.

Cuando estaban en etapa de realizar las escrituras de donación, Alberto Tagle sufrió un infarto que le causó la muerte. El Padre Hurtado, su gran amigo, presidio la misa de los funerales y dijo en su homilía “Fue su muerte, cual su vida, humilde, plácida, reconfortante. Comprendió que el cristiano debe más bien dar que pedir y dio a todos quienes se pusieron junto a él.

A la muerte de Alberto Tagle, la hacienda de Marruecos quedó en poder de su viuda Leonor Valdés Ortúzar. La administración de las tierras quedó en manos de su hijo menor Manuel Tagle Valdés, a quien también correspondió continuar las conversaciones con el Padre Hurtado para formalizar el traspaso de los terrenos e iniciar la construcción del nuevo Noviciado. Guiado por el mismo espíritu de servicio que le inculcaron sus padres a todos sus hijos, fue elegido Regidor en el año 1938, a los 21 años, siendo el regidor más joven de Peñaflor. Fue reelegido para ese cargo por 5 periodos. Luego fue por dos periodos Diputados del Segundo Distrito por el Partido Conservador, y más tarde tuvo una importante actividad gremial en la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). Posteriormente trabajo con gran empeño hasta conseguir que Padre Hurtado se transformara en Comuna.

Creación de la comuna editar

Padre Hurtado editar

En el año 1954, el Regidor de la época (José Hugo Domínguez) junto con José Manuel Tagle Valdés, reunieron firmas de los vecinos para colocar agua en todas las casas, que ya alzaban al centenar (en esa época solo había un pilón (pileta se acción manual) que se encontraba en la entrada de la calle San Francisco de Borja). Con las firmas ya reunidas y completamente con un fin distinto al original,[cita requerida] pidieron el cambio de nombre del sector de Marruecos por el de Padre Hurtado, en honor al Padre Alberto Hurtado que por largos periodos vivió en este lugar, hasta poco tiempo antes de su muerte.

Tras años de insistencia de los habitantes del sector, el 17 de octubre de 1994 se publica la ley que crea la comuna de Padre Hurtado.[1]​ Ello, para satisfacer la necesidad de crear una administración que asumiese la distribución de los recursos, que atendiera a los agricultores y nacientes empresas, para concentrar una redistribución del gasto público en la zona.

Curiosidades editar

  • La cuarta compañía de bomberos fue fundada el 8 de diciembre de 1951.
  • Don Alberto Tagle Ruiz, tenía 25 años cuando arrendó el fundo Marruecos y luego lo compró a doña Benigna Ortúzar.
  • Cuando el pueblo de Padre Hurtado se enteró al señor José Hugo Domínguez, cada vez que se le veía en el pueblo, la gente los maltrataba verbalmente y apriedraba su automóvil.
  • Aún queda una sector que se llama los Bajos de Santa Cruz que queda entrando por la calle donde está la escuela República Argentina, más conocida como escuela 4, que queda en San Francisco de Borja... casi 800 metros más hacia la costa del reten de carabineros, donde está el cruce de Padre Hurtado.

Referencias editar

Enlaces externos editar