Carlos Coronado Ortega (15 de marzo de 1945, México DF) es un artista plástico mexicano, pintor de caballete, muralista, escultor y dibujante, con más de 60 exposiciones individuales y 50 murales distribuidos en Baja California, Arizona, California y Panamá, algunos de ellos desmontables.
“Un siglo Fértil” - vista completa - Mural de Carlos Coronado en Plaza Centenario de Mexicali (2004)
“Un siglo Fértil” parte derecha. Mural de Carlos Coronado en Plaza Centenario de Mexicali (2004)
Nació en la ciudad de México, producto del matrimonio de la sonorense Adelina Ortega, de El Plomo Sonora,[1] quien se considera descendiente de la cultura Tohono O ódham (pueblo indígena del noroeste de Sonora, conocidos como pápagos), quien conoció en Mexicali al tapatío y empleado federal Carlos Coronado Aguilar, con quien se casó en esa ciudad.
A los 6 meses de embarazo, el matrimonio se mudó a Ciudad de México, donde nació Carlos, y a los 7 meses de edad, el destino los llevó a la ranchería Las Lagunitas cercana a El Plomo a unos 90 km al norte de Caborca y 50 km al sur de la frontera entre México y Estados Unidos . Coronado Ortega, quedó huérfano de padre siendo muy niño; creció en el desierto de altar, rodeado de vacas, saguaros, animales, muertos, lagartijas. Asistió a la primaria y secundaria en Caborca, la cual no terminó.[2]
Desde los 2 años empezó a dibujar y su tía Rosa coleccionaba lo que de niño dibujaba, a lo que Coronado dice:
“La infancia es la manera más franca de ver las cosas. A un niño no le enseñas a pintar las nubes o un árbol, él pinta como lo ve, lo plasma como lo siente. Algunas personas llevan a sus hijos a la escuela para que los enseñen a pintar y eso es la cosa más torpe; yo no le enseñaría a pintar a un niño, yo aprendería de un niño a pintar".
Pintura en Casa de la Cultura Mexicali - Mural de Carlos Coronado - Vista completa
A los 14 años, viajó a Hermosillo y se inscribió en la escuela de arte en la Universidad de Sonora, donde pasó tres años de su adolescencia realizando estudios de pintura bajo el pintor valenciano Higinio Blat (1893-1974) y su esposa la pintora vasca Karla Garmendia Aldaz (1898-1983) quienes lo invitaron a trasladarse a España, a lo que Carlos no se atrevió.
A los 17 años se trasladó a Ciudad de México a la Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado “La Esmeralda”[3] perteneciente al Instituto Nacional de Bellas Artes, la cual cursó por tres años, donde tuvo al maestro Santos Balmori Picazo (1898 –1992), quien había sido discípulo de pintor español Joaquín Sorolla Bastida (1893- 1923), el maestro español Antonio Rodríguez Luna (1910-1985) y el maestro mexicano Feliciano Peña (1915- 1982). Acudió a clases y asesorías a la Academia y Escuela de Artes San Carlos.
Pintura en Casa de la Cultura Mexicali - Mural de Carlos Coronado - Parte central(página de descripción)
A los 21 años, en 1966, su hermano Luis Coronado le avisó que José Encarnación Kabande del Hotel Lucerna en Mexicali, buscaba a un artista para realizar 3 murales (“La amistad” en recepción, “Tianguis” en un salón y “La ronda” en sala de juntas) y 50 cuadros adicionales. Acordaron que el trabajo se realizara, por lo que se trasladó a Mexicali, ciudad que ya había visitado a los 10 años por motivos familiares.
Ahí se relacionó y empezó vender cuadros a particulares con casas de San Diego y Los Ángeles, en el vecino estado de California en Estados Unidos. Viajó después a oras ciudades de ese país como San Francisco, Nueva York, los Grandes Lagos y París Francia para luego regresar a Mexicali, donde empezó a pintar y vender cuadros y plasmar murales en espacios públicos de Mexicali.
Expuso pintura de caballete en diversas exposiciones colectivas de 1975 a 1985 en Ciudad de México tanto en el Palacio de Bellas Artes, y Auditorio Nacional, de manera que esto lo plantó como uno de los pilares de la plástica contemporánea de Mexicali.
Pintura en Teatro UABC Mexicali de Carlos Coronado - Vista central
Algunos murales son:
“A mitad de la jornada” , instalado en el ex -Palacio de Gobierno de Baja California, hoy edificio del Rectoría de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), en Mexicali (1974).
“Es el trabajo más simbólico para los bajacalifornianos, son dos hombres empujando a una Baja California y es un símbolo de unidad… se reprodujo muchas veces, hicieron escultura y otras pinturas”.
Pintura en Teatro UABC Mexicali de Carlos Coronado - Parte derecha“Los primeros Pasos” en el vestíbulo de Biblioteca Pública Central de Mexicali, que fue pintado sobre una alfombra de fibra de henequén, que logró durante tres meses con un costo de $70,000, en la cual narra la cosmogonía de los cucapáh y los orígenes de Baja California, con todas las raíces de los grupos étnicos regionales; es una espiral, un infinito, desde la parte de arriba que viene del cielo, cayendo todas las piezas hasta ahorita alrededor de los cuatro lados (1975) .[4]
“Equus” en el vestíbulo del Teatro UABC campus Mexicali (1983) .
“Caminos del arte" en la Casa de la Cultura de Mexicali (1995) .
“Un siglo Fértil”, mural de 52 m x 6 de alto en Plaza Centenario Mexicali, resaltando a los Cucapás, indígenas locales y su convivencia con el agua del Río Colorado (en una fuente de la plaza) (2004), a lo que Coronado dice:
“Mexicali para mí es agua”.
“Quijote atrapado en las redes de la inocencia” en el vestíbulo del Teatro del Estado en Mexicali (2006).
Pintura en Biblioteca Central en Mexicali - Carlos Coronado / Parte frontal“Habemus pápagos” fue una exposición de obras inéditas en el Centro Estatal de las Artes (CEART) de Mexicali,[5] Tijuana y Ensenada (2015).
Pintura en Biblioteca Central en Mexicali - Carlos Coronado - Parte derecha“Carlos Coronado Ortega, 50 años en B.C.” en Tijuana, el Centro Cultural Tijuana (CeCuT) donde expuso 35 diferentes obras de escultura, pintura, video, y dibujo donde la obra más fotografiada fue “Barrica llena corazón contento” adicionalmente a las obras “El canto de la Chicharra", “Tortuga víbora vieja”, "El sostén del cielo” y “La ciudad devorando al campo”, donde los colores más comunes en su obra son colores terrosos como el ocre, y magentas; las temáticas son del desierto, el agua, el sol, la luz, la tierra, el hombre, la migración, la frontera, proponiendo una textura inconfundible creada con arena, morusa, piedra molida, marmolina, residuos e fierro y otros componentes similares.(julio 2016).[6]
“Un pedazo de Mexicali”, fue una exposición en el Centro de Excelencia de Cetys Universidad, que es el conjunto de 74 de sus obras (2018).[7]
"Cafeteras para zur2” fue otra exposición en la Galería José García Arroyo[8]de Mexicali, con más de 100 obras (marzo 2018).
“Grito del desierto,” realizó la exposición en el Centro Estatal de las Artes en Mexicali, la cual cuenta con obras de gran formato de los últimos 20 años, (2024). Coronado Ortega, en palabras del periodista y escritor Antonio Heras:
“Levanta la revista y su evocación se prolonga en una cascada de imágenes para desprenderse de sus cuadros, para formar un alud de secuencias que nos recuerdan su eterno diálogo con el movimiento, la composición, la textura”.
Parte de su obra aparece publicada en el libro "Cecut. 10° aniversario" (1992) y e el libro "Las rutas de la luz" (1996).
El conocido pintor fue el Dr. Atl, Gerardo Murillo Coronado (Guadalajara, 1875-Ciudad de México, 1964), fue primo de su abuelo. Un hijo es pintor, y un nieto también. Un primo escultor, una prima pintora, y varios primos también pintan. Su esposa es Cecilia Bórquez.
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