Celulosa

Polímero de origen vegetal, es la molécula orgánica terrestre más abundante

La celulosa es un biopolímero compuesto exclusivamente de moléculas de β-glucosa[1]​ (desde cientos hasta varios miles de unidades), pues es un homopolisacárido. La celulosa es la biomolécula orgánica más abundante ya que forma la mayor parte de la biomasa terrestre.

 
Celulosa

Las fibras del algodón representan la forma natural más pura de la celulosa, conteniendo más del 90 % de este glúcido.
General
Fórmula estructural
Fórmula molecular C6H10O5 
ChEMBL CHEMBL1201676

Historia editar

La celulosa fue descubierta en 1838 por el químico francés Anselme Payen, que la aisló a partir de materia vegetal y determinó su fórmula química.[2][3][4]​ La celulosa fue utilizada por Hyatt Manufacturing Company para producir el primer polímero termoplástico con éxito en 1870, el celuloide. La producción de rayón («seda artificial») a partir de la celulosa comenzó en la década de 1890 y el celofán fue inventado en 1912. Hermann Staudinger determinó la estructura de polímero de la celulosa en 1920. El compuesto fue sintetizado por primera vez químicamente (sin el uso de ninguna enzima de origen biológico) en 1992, por Kobayashi y Shoda.[5]

Estructura editar

La celulosa está presente en todas las plantas. Igualmente la pueden producir algunos seres vivos que pertenezcan al reino protista.

 
La disposición de la celulosa y otros polisacáridos en una pared celular vegetal.

La celulosa se forma por la unión de moléculas de β-D-glucosa mediante enlaces β-1,4-O-glucosídico. Al hidrolizarse totalmente se obtiene glucosa. La celulosa es una larga cadena polimérica de peso molecular variable, con fórmula empírica (C6H10O5)n, con un valor mínimo de n = 200.

 
Estructura de la celulosa; a la izquierda, β-glucosa; a la derecha, varias β-glucosa unidas.

Tiene una estructura lineal o fibrosa, en la que se establecen múltiples puentes de hidrógeno entre los grupos hidroxilo de distintas cadenas yuxtapuestas de glucosa, haciéndolas impenetrables al agua, lo que hace que sea insoluble en agua, y originando fibras compactas que constituyen la pared celular de las células vegetales.

Función editar

 
Enlaces de hidrógeno entre cadenas contiguas de celulosa

La celulosa es un polisacárido estructural en las plantas, ya que forma parte de los tejidos de sostén.[6]​ La pared de una célula vegetal joven contiene aproximadamente un 40 % de celulosa; la madera un 50 %, mientras que el ejemplo más puro de celulosa es el algodón, con un porcentaje mayor al 90 %.[7]​ A pesar de que está formada por glucosas, los animales no pueden utilizar la celulosa como fuente de energía,[8]​ ya que no cuentan con la celulasa, la enzima necesaria para romper los enlaces β-1,4-glucosídicos, y por ello no pueden digerirla. Sin embargo, es importante incluirla en la dieta humana (fibra alimentaria) porque al mezclarse con las heces facilita la digestión y puede evitar el estreñimiento.

En el aparato digestivo de los rumiantes (pre-estómagos), de otros herbívoros y de termitas, existen microorganismos, muchos metanógenos, que sí poseen la celulasa y logran romper el enlace β-1,4-glucosídico[9]​ y cuando este polisacárido se hidroliza quedan disponibles las moléculas de glucosas como fuente de energía.

Hay microorganismos (bacterias y hongos) que viven libres y también son capaces de hidrolizar la celulosa. Tienen una gran importancia ecológica, pues reciclan materiales celulósicos como papel, cartón y madera. De entre ellos, es de destacar el hongo Trichoderma reesei, capaz de producir cuatro tipos de celulasas: las 1,4-β-D-glucancelobiohirolasas CBH i y CBH II y las endo-1,4-β-D-glucanasa EG I y EG II. Mediante técnicas biotecnológicas se producen esas enzimas que pueden usarse en el reciclado de papel, disminuyendo el coste económico y la contaminación.[10]

Descubrimiento y usos editar

La celulosa es la sustancia que más frecuentemente se encuentra en la pared de las células vegetales, y esta fue descubierta en 1838.

La celulosa constituye la materia prima del papel y de los tejidos de fibras naturales. También se utiliza en la fabricación de explosivos (el más conocido es la nitrocelulosa o «pólvora para armas»), celuloide, seda artificial, barnices y se utiliza como aislamiento térmico y acústico, como producto derivado del papel reciclado triturado. A través de la celulosa vegetal se podrían diseñar e implementar sistemas de tratamiento de aguas, debido a que este polisacárido tiene la capacidad de adsorber metales pesados[11][12]

Véase también editar

Referencias editar

  1. Martínez, José María Rincón; Lora, Electo Eduardo Silva (26 de marzo de 2015). Bioenergía: Fuentes, conversión y sustentabilidad. José María Rincón Martínez, Electo Eduardo Silva Lora. ISBN 9789585888005. Consultado el 3 de febrero de 2017. 
  2. Crawford, R. L. (1981). Lignin biodegradation and transformation. Nueva York: John Wiley and Sons. ISBN 0-471-05743-6. 
  3. Payen, A. (1838) "Mémoire sur la composition du tissu propre des plantes et du ligneux" (Memoir on the composition of the tissue of plants and of woody [material]), Comptes rendus, vol. 7, pp. 1052-1056. Payen added appendices to this paper on December 24, 1838 (see: Comptes rendus, vol. 8, p. 169 (1839)) and on February 4, 1839 (see: Comptes rendus, vol. 9, p. 149 (1839)). «A committee of the French Academy of Sciences reviewed Payen's findings.» En : Jean-Baptiste Dumas (1839) Rapport sur un mémoire de M. Payen, relatif à la composition de la matière ligneuse (Report on a memoir of Mr. Payen, regarding the composition of woody matter), Comptes rendus, vol. 8, pp. 51-53. In this report, the word "cellulose" is coined and author points out the similarity between the empirical formula of cellulose and that of "dextrine" (starch). The above articles are reprinted in: Brongniart and Guillemin, eds., Annales des sciences naturelles ..., 2nd series, vol. 11 (Paris, France: Crochard et Cie., 1839), pp. 21-31.
  4. Young, Raymond (1986). Cellulose structure modification and hydrolysis. Nueva York: Wiley. ISBN 0-471-82761-4. 
  5. Kobayashi, Shiro; Kashiwa, Keita; Shimada, Junji; Kawasaki, Tatsuya; Shoda, Shin-ichiro (1992). «Enzymatic polymerization: The first in vitro synthesis of cellulose via nonbiosynthetic path catalyzed by cellulase». Makromolekulare Chemie. Macromolecular Symposia. 54-55 (1): 509-518. doi:10.1002/masy.19920540138. 
  6. Geissman, T. A. (1 de enero de 1973). Principios de química orgánica. Reverte. ISBN 9788429171808. Consultado el 3 de febrero de 2017. 
  7. Giannini, Cristina; Roani, Roberta (15 de marzo de 2008). Diccionario de restauración y diagnóstico. Editorial NEREA. ISBN 9788496431010. Consultado el 3 de febrero de 2017. 
  8. Bacteriología general: Principios y prácticas de laboratorio. Editorial Universidad de Costa Rica. 1 de enero de 2005. ISBN 9789977679808. Consultado el 3 de febrero de 2017. 
  9. Dickerson, Richard E. (1 de enero de 1993). Principios de química. Reverte. ISBN 9788429171754. Consultado el 3 de febrero de 2017. 
  10. «Comisión Europea: CORDIS: Noticias y Eventos: El genoma de un hongo abre nuevos caminos para la siguiente generación de biocombustibles». cordis.europa.eu. Consultado el 3 de febrero de 2017. 
  11. Sayago, Uriel Fernando Carreño (2021-12). «Design and development of a biotreatment of E. crassipes for the decontamination of water with Chromium (VI)». Scientific Reports (en inglés) 11 (1): 9326. ISSN 2045-2322. PMC 8084927. PMID 33927230. doi:10.1038/s41598-021-88261-0. Consultado el 21 de septiembre de 2021. 
  12. Sayago, Carreño; Fernando, Uriel (23 de abril de 2021). “Buchón de agua” (Eichhornia Crassipes): impulsor de la fitorremediación. Consultado el 21 de septiembre de 2021.